Crece el aporte del sector cooperativo a la conectividad nacional
Un informe resalta el crecimiento de las cooperativas con servicios comunicacionales. Empresas asociativas que se hicieron lugar en mercados concentrados.
Argentina cuenta con 547 cooperativas registradas que prestan servicios de internet, telefonía y/o televisión por cable. Este despliegue fue más amplio y tuvo menos obstáculos en la telefonía fija y en internet. La cifra surge de un documento elaborado por la Universidad Nacional de La Plata junto a las cámaras cooperativistas.
El relevamiento retoma datos oficiales y confirma un crecimiento del sector en los últimos 20 años apalancado en el servicio de internet fija. El avance es muy notorio en provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, donde se han entregado 95, 101 y 22 licencias respectivamente. Además, el movimiento cooperativo se hizo presente en sitios donde no aparecía hasta 2000. Así sucedió en Entre Ríos, Misiones y Mendoza, que ya cuentan con ocho, siete y cuatro prestadoras licenciadas. Otro caso destacable es La Pampa, que pasó de tres a 24 licencias para brindar servicios en el campo de las comunicaciones.
La conectividad a internet en Argentina expone grandes desigualdades en extensión y en calidad, según el área geográfica y la capacidad de pago. Esto no sólo se manifiesta entre las distintas provincias sino, también, entre zonas rurales y urbanas, como documentó un reciente artículo en Letra P. En ese escenario actuán los prestadores cooperativos y en muchos casos lo hacen donde la actividad no promete grandes márgenes de ganancia a las pocas empresas que dominan la provisión de telefonía, internet y TV por cable o satelital, servicios ofrecidos generalmente en un mismo paquete.
El documento apunta que, a finales de la década del 90, había 274 cooperativas que ofrecían servicios telefónicos. En 2008 ya eran 397 prestadoras asociativas en todo el país que tenían casi el 10% de las líneas en servicio, la mayoría de ellas conectadas en zonas con baja densidad poblacional o de difícil acceso. Estas empresas se desarrollaron fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires, seguida por Santa Fe y Córdoba. Pese a esta presencia secundaria pero estratégica, las cooperativas fueron marginadas de la telefonía móvil por las restricciones normativas, el tenor de las inversiones exigidas y la ausencia de políticas compensatorias. Sólo tres firmas se dividen este mercado nacional desde el surgimiento de la tecnología.
Sin embargo, las organizaciones nunca dejaron de buscar herramientas para brindar este servicio y la solución alcanzada hasta el momento fue constituirse en Operadores Móviles Virtuales (OMV). Esta modalidad supone montarse sobre la infraestructura de un tercero que controla el segmento de espectro radioeléctrico por donde circulan las señales. Hasta ahora, se entregaron 24 licencias OMV para personas jurídicas cooperativas o estatales. La gran mayoría forma parte de la marca Imowi, proyecto articulado por la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (CATEL), que incluyó la inversión de dos millones de dólares y se espera que este año comience a comercializar sus servicios.
Antes de la sanción de la ley audiovisual en 2009, sólo había 40 cooperativas autorizadas a operar TV por cable. Entre 2010 y 2015, se triplicaron las licenciatarias del sector cooperativo y, entre 2016 y 2020, otras 99 licencias fueron entregadas. Al cierre del año pasado, había 216 autorizadas a llegar a las casas con TV por abono. Es Córdoba la provincia que contiene a más prestadoras asociativas de este servicio, seguida por Buenos Aires y Santa Fe. El recorrido deja ver que fue el impedimento legal, eliminado en 2009, lo que retrasó la llegada del sector cooperativo a la provisión de TV paga.
Las 547 cooperativas de servicios TIC, entre las que se cuentan las que tienen licencias para internet, telefonía y TV por cable, se distribuyen en 20 provincias, pero la mayoría se concentra en la zona centro del país. Así lo indica el documento "Evolución de las cooperativas TIC en Argentina", en el que colaboraron la propia CATEL, la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiodifusión (Colsecor) y la Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires (Fedecoba). Allí se resalta el rol trascendental que cumplen 55 de estas empresas en las provincias patagónicas, por las dificultades de extender redes en zonas poco pobladas.
Las cifras dan cuenta de un aumento sostenido de la participación de las empresas de la economía social en el campo de las comunicaciones. En mercados nacionales con altísima concentración, estos actores pueden ampliar su rol estratégico y aportar algún nivel de competencia. Para eso se requieren políticas atentas a su situación diferencial y a las demandas ciudadanas.
Letra P - 28 de junio de 2021