Crecidas: miseria y opulencia
Alberto Viladrich - Oscar Moscardini - Víctor Capilouto - Realidad Económica Nº109
El argentino común -no inundado-, ante las noticias del desastre humano y físico que representa esta onda de crecida del año 1992, tenderá a considerarla como un hecho de la fatalidad.
Este hipotético ciudadano medio quizá no se detenga a pensar que, además de la cuota inevitable que todos pagamos por hechos anómalos de esta naturaleza -en este caso precipitaciones de gran magnitud que se presentan con cierta frecuencia-, estamos pagando los intereses de otra deuda interna. Tal deuda -contraída sin consultarnos y para beneficio de unos pocos-, hace que hoy nos encontremos con:
Articulo publicado en Realidad Económica Nº109
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