Federico Delgado (1969-2023): la república de la justicia, la justicia de la república
La familia Delgado nos invitó al bar Varela Varelita de Buenos Aires -segunda casa de Federico- a despedir y honrarlo a su manera: sin traje, sin corbata, con abrazos, con besos, con llanto, pero también con risas. Yvonne, su compañera, nos pidió que lo recordáramos con la alegría de Federico.
Con una fuerza extraordinaria para quien despide a su compañero de vida, nos pidió que no lo dejáramos morir: ¡No lo haremos, Ivonne! Lo necesitamos y estamos dispuestos a “discutirlo todo y desde el principio”.
Pocos días antes de su muerte, Federico y Andrés dialogaron sobre la película franco-polaca “Danton” (Andrezjev Wajda, 1986). Andrés evoca la frase del inteligente y corrupto Mirabeau para referirse a Robespierre: “este joven hombre cree en lo que dice. Va a llegar lejos”. Pero ¿cuántos corruptos, menos inteligentes que Mirabeau, y tanto o más sarcásticos, habrán pensado lo mismo sobre nuestro virtuoso fiscal, que siempre creyó lo que decía y sólo decía lo que creía y sabía?
Federico siempre denunció los caprichos, hábitos ocultos y disputas del poder de un sistema judicial que, como el argentino, “no hace justicia”. Escribió un excelente libro que describe de manera general, pero desde su interior más profundo, qué es el sistema judicial y cómo funciona, “porque conozco el sistema judicial por dentro”.
Sinpermiso - 3 de septiembre de 2023