"Indicadores energéticos internacionales evalúan a la Argentina de manera positiva"
Ha trabajado para varios gobiernos, empresas y agencias internacionales, incluyendo el Banco Mundial, la Agencia Internacional de la Energía, la Agencia Alemana de Cooperación Internacional, la Agencia Internacional para la Energía Renovable, la Agencia Sueca de Energía y el Consejo de Investigación Noruego. Es autor de varias publicaciones, que incluyen artículos de su autoría en revistas científicas como Nature, Energy Policy, Energy Economics y Climate Policy, entre otras. El Observatorio OETEC lo ha convocado para analizar la cuestión energética global, regional y nacional.
1) ¿Cómo diagnosticar crisis energética a determinado país?En términos generales, la seguridad energética es un concepto o término que se aplica a la disposición de las diversas formas de energía en todo momento y en cantidades adecuadas (o satisfactorias) para apoyar o permitir la operación de nuestro sistema socio-económico. En un caso ideal, la disponibilidad, cantidad, provisión y uso de energía no deberían generar ningún tipo de impacto ambiental irreparable en el medio ambiente. Además, también se debe tomar en cuenta la necesidad de prevenir los conflictos potenciales, el sabotaje y la interrupción de la producción y el comercio que pueden conducir a aumentos repentinos de los precios, lo que a su vez puede causar efectos económicos, sociales y ambientales negativos que gatillan una crisis energética. La Agencia International de la Energía define el concepto de seguridad energética precisamente en términos de disponibilidad física ininterrumpida a un precio que es asequible, respetando al mismo tiempo las preocupaciones ambientales. En su conjunto, éstas son condiciones esenciales que deben ser debidamente analizadas a la hora de saber si un país, región o ciudad es energéticamente segura o por el contrario padece una situación de crisis energética.
2) Entonces, ¿cuáles serían los síntomas reales de una crisis energética?Se puede hablar de una crisis energética cuando no se cumplen condiciones críticas asociadas a la seguridad energética, en particular en términos de vulnerabilidad del sistema energético que interactúa con nuestro sistema socioeconómico... [En consecuencia] podemos hablar de una crisis energética cuando la disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad y aceptabilidad relacionadas con la energía -en sus diversas formas- no están presentes en nuestro sistema socioeconómico. Precisamente, y a pesar del desacuerdo que pueda existir a nivel científico o académico sobre la conceptualización de "seguridad energética", es que prefiero enmarcar la discusión de una crisis energética en torno al tema de la vulnerabilidad. Además de la vulnerabilidad asociada con la satisfacción de la demanda, también existen otros aspectos importantes desde un punto de vista geopolítico y técnico. Por el ejemplo, en materia de soberanía, las relaciones con países limítrofes y proveedores de energía son de gran importancia y pueden ser elementos importantes en materia de síntomas, causas o consecuencias. Lo mismo se puede decir sobre el nivel de solidez técnico y financiero del sistema interconectado de electricidad. Conflictos relacionados con el sabotaje y la interrupción de la producción y el comercio también pueden ser causas, síntomas y/o consecuencias importantes de una crisis energética. Esto significa que es importante volver a la definición moderna de la seguridad energética para conceptualizar y entender de mejor manera una crisis energética".
3) ¿Y en cuanto a sus consecuencias?Respecto a las consecuencias de una crisis energética, éstas pueden ser muy graves y numerosas. Por ejemplo en el área económica, las consecuencias pueden incluir aumentos de precios, interrupción del crecimiento económico, o aumento de la dependencia de los combustibles importados. En el área social, efectos negativos se pueden demonstrar a través de una creciente desigualdad en el acceso a la electricidad o generación de inestabilidad social. Desde un punto de vista ambiental, una crisis energética puede traer como consecuencia la acidificación de los cuerpos de agua, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad, etc. Desde el área de la salud humana, las consecuencias pueden abarcar un aumento de la contaminación intra-domiciliaria, problemas respiratorios, ausentismo laboral y baja de productividad. Desde el punto de vista geopolítico, una crisis puede desencadenar un empeoramiento en las relaciones con países vecinos. En todo caso, es importante tener en cuenta que la seguridad energética -y el posible alcance de una "crisis energética"- está sujeta a condiciones específicas del contexto y mercado en la cual se genera, por ejemplo, precios de la energía, recursos nacionales, gobierno, geografía, políticas energéticas, etc. Por lo tanto, uno debe ser cuidadoso en proporcionar declaraciones generales que no necesariamente pueden ser aplicables en otros contextos.
4) ¿Qué indicadores analizaría Ud. para evaluar entonces la situación argentina?Por ejemplo, indicadores relativos a la intensidad energética, la dependencia energética de diferentes fuentes de energía -incluyendo dependencia de las importaciones de gas-, la relación entre las reservas y la producción, la oferta en relación con la demanda, la cuota de las energías renovables en el suministro total de energía primaria, el porcentaje de biocombustibles en el sector de transportes, la interconexión del sistema energético, la diversificación de los proveedores (nacionales e internacionales), índices de vulnerabilidad de combustibles fósiles, etc. Estos indicadores puede ser útiles para discutir y evaluar la situación en Argentina de manera más comprensible. Considerando los números y las estadísticas energéticas oficiales, es importarte preguntarse si la oferta o el suministro de energía en la Argentina está recibiendo una creciente presión para hacer frente a la mayor (o menor) demanda en la ausencia de políticas para ampliar (o no) el suministro. En otras palabras, es necesario examinar si la demanda de energía -con un incremento del 52%- está siendo superada o no rápidamente por la oferta o suministro de energía, la cual entiendo también está creciendo.
5) ¿Qué opinión le merece la política energética de la Argentina?Un punto de particular interés, es sí existen políticas para afrontar el equilibrio de la demanda y oferta en el corto y largo plazo. Vale decir, si existe (o no) un estancamiento de la oferta (o demanda) de energía en Argentina, y qué tipo de instrumentos de política se han establecido para garantizar un sistema de energía-economía sustentable. Con esto quiero decir, instrumentos de política dirigidos al fomento de las energías renovables y la diversificación del suministro energético (incluyendo proveedores, combustibles, capacidad de almacenamiento y tecnologías); políticas de fomento a la eficiencia energética en todos los sectores (industrial, agrícola, transporte, comercial, residencial, etc.) para reducir o contener una demanda potencialmente expansiva; instrumentos que impulsen transparencia en las condiciones del mercado, incluyendo un sistema de precios que reflejen no sólo los costos privados sino también los costos sociales que involucra la producción y uso de energía; políticas dirigidas a un mayor acceso a servicios de energía particularmente en sectores vulnerables de la población; políticas de fomento a una mayor cooperación internacional (sobre todo con países vecinos) y la creación de capacidades; etc. Además de los aspectos mencionados anteriormente, es importante tener en cuenta los vínculos entre las necesidades de crecimiento económico en Argentina, la creación de condiciones para una calidad de vida aceptable, y la garantía de un desarrollo sustentable al tiempo que protege el medio ambiente del país.
6) ¿Como resumiría entonces el estado de salud energético de la República Argentina?Hay que mencionar que indicadores internacionales existentes en ésta materia evalúan a su país de manera positiva. Por ejemplo, para el año 2013, el Índice Internacional de Riesgo de Seguridad Energética, desarrollado por el Instituto para la Energía del Siglo 21 -que depende de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos- coloca a la Argentina en el segundo cuartil más bajo de riesgo, similar categoría en la cual se encuentran países como Suecia, Finlandia o Brasil. Del mismo modo, para el año 2014, el Índice de Seguridad Energética del Consejo Mundial de la Energía coloca a la Argentina en el lugar 14, por sobre países como Alemania, Nueva Zelandia o Noruega.
OETEC - 17 de marzo de 2015