Inflación mundial y nacional

Jorge Molinero (Especial para sitio IADE-RE) | La elevada inflación internacional es el resultado de varias contracciones de oferta en el mundo. La guerra comercial iniciada en 2018, que impuso altos aranceles norteamericanos a determinados productos chinos (acero, aluminio y otros) fue continuada por la guerra tecnológica con bloqueos a la exportación de chips avanzados norteamericanos y sus crecientes derivaciones.

El Covid en 2020 - en un intento de aislar el virus- bloqueó la producción en distintos lugares del planeta, desarticulando las cadenas globales de valor. Desde febrero de 2022 se suma el cierre a la exportación de energía y cereales de Rusia a Europa y otros países.  Los distintos desacoples se retroalimentan con los nuevos bloqueos de producción y exportación por Ómicron en China y las crecientes tensiones geopolíticas.

La inflación actual tiene características diferentes a la estanflación (estancamiento con inflación) de los años ´70. La actual no es de demanda y los niveles de deuda son mucho más altos. Si se llegasen a dominar las tensiones inflacionarias por las consecuencias del Ómicron y estabilizar los precios de granos y petróleo - en caso de terminar o continuar la guerra en Ucrania sin desbordes apocalípticos - quedará la presión sobre los precios mundiales del desacople entre China y Estados Unidos, proceso de mayor alcance que recién comienza a observarse en la caída de exportaciones de chips avanzados y equipos relacionados al país asiático. Estados Unidos deberá utilizar otras fuentes de abastecimiento incluidas la producción propia para todo el amplio abanico de productos chinos que contienen chips norteamericanos. Pero todas esas fuentes alternativas son más caras por el mayor costo de la mano de obra y las cuantiosas inversiones y escala de producción en China, país que hoy representa casi el 30 % de la producción industrial mundial frente al 16 % de Estados Unidos.

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25 de noviembre de 2022

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