Los avisadores del fuego
A finales de 2012 nacía Justicia Legítima. Fue una respuesta frente a un fuerte reclamo de la ciudadanía, que veía en la Administración de Justicia una estructura corporativa, alejada de la gente, elitista y privilegiada.
Fue simplemente –nada más y nada menos-, tender un puente con la sociedad, un hacernos cargo del reclamo. Esa es, en definitiva, la nutriente natural de nuestra agrupación.
Nos propusimos salir al encuentro del clamor de la gente, en un debate –deliberadamente postergado-, sobre un modelo de poder judicial acorde y consecuente con una democracia consolidada.
A seis años de aquel nacimiento, la Administración de Justicia mantiene su aislamiento y su mirada corporativa. Pero además continúan las dificultades en el acceso eficiente a la justicia, el Poder Judicial de la Nación sigue sin instrumentar mecanismos democráticos de ingreso de su personal, y, tal vez lo más importante, se ha agravado la falta de independencia del Poder Judicial respecto del poder político y los poderes fácticos, incursionando incluso, en muchos casos, en prácticas abiertamente reñidas con el Estado de Derecho.
Fuimos avisadores del fuego, y hoy seguimos parados en el vértice del mismo reclamo, porque entendemos que no hay otro camino que empezar la reconstrucción hacia un Justicia Legítima, que no tiene nada que ver con la falsa dicotomía de legítimos e ilegítimos.
Esa es la asignatura pendiente y que debe estar perentoriamente en la agenda del año que se inicia. Esperemos que el próximo diciembre no digamos que fueron sólo hojas de almanaque.
Justicia Legitima - 15 de diciembre de 2018