"Los bancos engañan a los pobres y a los viejos"
Años atrás hipotecaron de nuevo su propiedad como aval de la inversión que su único hijo hizo para abrir un bar. "Claro que fue culpa nuestra por confiar en los bancos, pero quién nos lo iba a decir... Por un hijo, una lo da todo", suspira Pilar.
La hipoteca que contrajeron por 100.000 euros, en dos años de impagos se había convertido en una deuda de 200.000. "Todo porque el socio de mi hijo le engañó, está en paradero desconocido, mientras mi hijo intenta sacar el bar adelante", explica Pilar.
Con la ayuda de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) consiguieron parar la subasta y negociar un alquiler social que les permitirá quedarse a vivir en el piso hasta su muerte. Pagarán entre 250 y 300 euros, pero la vivienda, con todo, ya no es suya sino del banco.
"La justicia es muy injusta. Es justa solo para los ricos. ¿Cómo pueden sacarte la casa y que te quedes con la deuda?", se queja Pilar, mientras Aquilino le tira de la mano, y le murmura: "¡No te metas en política!".
"Esto mismo de los desalojos no deberían permitirlo -agrega Pilar- . Si alguien no paga, no es porque no quiera, es porque no puede. Si no puedes pagar cien, pues que te dejen pagar la mitad."
Según la PAH, no hay un registro exacto de cuántos casos se logran resolver mediante el acuerdo para pagar un alquiler social que permita a las familias quedarse en casa. Pero, en general, los bancos son reacios a esta fórmula.
La Nación - 10 de noviembre de 2012