El miedo de los mercados
Hace agua la política económica macrista, que no es sino la política económica del establishment argentino. Pésimos resultados productivos, sociales, externos. Argentina colocada por la política de endeudamiento irresponsable del gobierno al borde de la cesación de pagos externos, sólo evitada por el apoyo político del gobierno de Estados Unidos a este rumbo catastrófico, a través de los increíbles préstamos, perdones y excepciones constantes del FMI.
Esferas económicas, tácticas y estrategias de acceso al mercado en la sociedad cubana en transición
Cuba: socialismo, mercado y propiedad privada
La República Buitre
El vice jefe de gabinete, Mario Quintana, es quien comanda la vuelta de los buitres a la Argentina para hacerse cargo del mercado y los recursos energéticos. En una jugada que busca acaparar el sistema de energía y combustibles para hacer millonarios negocios, Mauricio Macri simuló la venta de IECSA a Marcelo Mindlin, socio de Quintana y de Eton Park Managment, un fondo buitre estadounidense, al que Néstor Kichner había confrontado cuando llegó de la mano de George Bush y sus representantes.
Con la colaboración de Hernán Letcher
Edenor reconoce como positiva la política de subsidios del kirchnerismo
En su último informe, "Memoria y Balance 2015", Edenor reconoce haber cerrado ese año "con un resultado positivo importante" y con "la reversión de la insuficiencia patrimonial con que se había concluido el ejercicio anterior [en referencia a 2014]". ¿La causa de la mejora? "Una serie de medidas gubernamentales que intentaron ser un paliativo de la grave situación por la que atravesaba la empresa debido al congelamiento de tarifas", explica la compañía. Sin embargo, aclara también que dichas medidas "ya no están vigentes a la fecha de esta carta".
El mercado frutihortícola
De la trama corporativa a la corporación del mercado
Retorno al capitalismo ?: la cuestión del mercado en la Unión Soviética
Pese a sus problemas, China mantiene su dominio en el sector de commodities
El temor de que el apetito de China por materias primas, desde cobre hasta carbón, esté disminuyendo luego de décadas de un crecimiento vertiginoso ha hundido los precios. No obstante, debido a su escala en estos mercados, el país asiático se mantendrá como un factor clave en el largo plazo, aunque sea a un ritmo más lento.
“No hay para todos”
El lema de una campaña electoral de hace poco tiempo del Partido Popular (PP), el partido de derecha español, en Cataluña, resume la esencia de la filosofía del neoliberalismo. En primer lugar, somos demasiados. ¿Respecto de qué? De lo que hay. Es como decir: hay demasiadas cabezas para pocos sombreros.
Pero el neoliberalismo no se dispone a producir más sombreros para superar este desequilibrio, sino a cortar cabezas. Podría dividir mejor lo que hay, o rotar los sombreros que hay entre varias cabezas. Pero no. Hay que reducir la demanda de sombreros por el exceso de cabezas.
¿Y quién decide que hay que cortar cabezas y qué cabezas deben ser cortadas? ¿La población, reunida democráticamente en asambleas o en carnicerías gigantes? No. Es el mercado, ese gran carnicero.
Las cabezas han vivido por encima de sus posibilidades de tener sombreros para todas, uno para cada una. Ahora hay que cumplir con el deber de cortar, austeramente, las cabezas sobrantes.