“Pensamiento único neoliberal quiere convencernos que en América Latina no podemos producir conocimiento de punta para el mundo”: Theotonio dos Santos

“El neoliberalismo como corriente está en su fase terminal. Digamos que está muerto, pero no enterrado. Para enterrarlo es necesario un pensamiento fuerte acompañado por prácticas fuertes”, afirma el científico social brasileño Theotonio dos Santos, en desarrollo de sus charlas y entrevistas que concedió durante su permanencia en Buenos Aires para participar como conferencista principal en el VI Encuentro Internacional de Economía y Derechos Humanos organizado por el Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas (CEMoP) de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y que se realizó entre el 4 y el 6 de octubre.

Neoliberalismo, deuda y crisis en la Unión Europea

A Europa y al mundo les conviene que la Unión Europea (UE) se consolide y juegue el papel que le corresponde –entre otras cosas, con el formidable aporte de su cultura– en la construcción de un orden mundial pacífico, seguro, con oportunidades para todos. Para tales fines, la UE confronta tres desafíos principales y concurrentes. Primero, subordinar el sector financiero a la economía real y recuperar la autonomía necesaria de las políticas públicas frente a los criterios de los mercados especulativos. Este es también un requisito de la recuperación de la economía mundial. Segundo, profundizar las normas comunitarias abarcando los lineamientos básicos de las políticas fiscales de los países miembros. Tercero, ahondar la solidaridad aceptando que, como en un Estado nacional, los problemas de sus partes componentes son problemas de todos y, en particular, que las coberturas sociales deben tener respaldo comunitario.

García Linera: "Bolivia avanza en un proceso de desmercantilización selectiva de la economía, utilizando lógica del valor de uso"

"Estamos creando un Estado social, garantista de los derechos. Hoy en Bolivia la definición de la riqueza del Estado está definida por el trabajador asalariado, los cooperativitas y las comunidades", sostuvo el vicepresidente de esta nación andina, Álvaro García Linera, en desarrollo de su conferencia "Propiedad privada, Estado y Comunidad", con la cual se clausuró el VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo que tuvo lugar en Buenos Aires entre el 4 y 6 de octubre.

La batalla del neoliberalismo

Europa atraviesa una crisis no sólo financiera, sino que evidencia un lento pero sostenido proceso de decadencia relativa en el sistema mundial. Francia, una de sus potencias y todavía entre la liga mayor de las economías, cambió de gobierno en mayo y ya encara un ajuste presupuestario, en el cual irá la suerte del presidente socialdemócrata François Hollande. La frágil situación económica europea, aun con su menor influencia internacional, impacta directa o indirectamente al resto del mundo vía comercial.

En el frente fiscal es donde resulta de interés comparar aristas con medidas que toma Argentina cuando se trata de “elegir” a ganadores o perdedores de políticas públicas y de intervenir en el reparto de la renta.

Un mundo en transición

Al carcomer el centro neurálgico del capitalismo, la multibillonaria estafa piramidal que derivó en la actual crisis financiera y económica global ha tenido por lo menos el mérito de dejar en evidencia que las falencias del neoliberalismo no se deben a unas cuantas manzanas podridas: son las raíces mismas del árbol las que están corrompidas. En un mundo sujeto a profundos cambios, afrontar este problema es vital para el futuro de la democracia.

Como bien recuerda el historiador Eric Hobsbawm, "no existe un vínculo necesario o lógico entre los distintos componentes del conglomerado "democracia-liberal"" (1). Por el contrario, las tensiones entre ambos son cada día más manifiestas; el liberalismo en su peor expresión, la del libre flujo de capitales, está poniendo a prueba a la democracia. Porque –continúa Hobsbawm sin rodeos– “el ideal de la soberanía del mercado no es un complemento de la democracia liberal, sino una alternativa a este sistema”. En efecto, para los grandes patrones del mundo devenidos en una nueva aristocracia, la democracia y el Estado de Derecho no constituyen más que trabas en su búsqueda desesperada de ganancia y de imposición de las leyes del libre comercio a todos los ámbitos de la vida.

Democratizar, desmercantilizar, descolonizar

¿Por qué la actual crisis del capitalismo fortalece a quien la provocó? ¿Por qué la racionalidad de la “solución” a la crisis se basa en las previsiones que hace y no en las consecuencias que casi siempre las desmienten? ¿Por qué es tan fácil para el Estado cambiar el bienestar de los ciudadanos por el bienestar de los bancos? ¿Por qué la gran mayoría de los ciudadanos asiste a su empobrecimiento como si fuese inevitable y al escandaloso enriquecimiento de una minoría como si fuera necesario para que su situación no empeorara aún más? ¿Por qué la estabilidad de los mercados financieros sólo es posible a costa de la inestabilidad de la vida de la gran mayoría de la población?

El verdadero secreto del libre comercio

El libre comercio no contribuye al desarrollo de por sí. Se necesitan políticas económicas diseñadas para promover la industria nacional a un nivel en el que sea globalmente competitiva. De lo contrario, el país terminará cubriendo su déficit con deuda.

Vivimos en un mundo caracterizado por enormes riquezas y elevados niveles de pobreza. Ese escenario se repite en la mayoría de los países. El neoliberalismo domina el mundo. Se trata de una práctica aparentemente justificada por un conjunto de supuestos que tienen su raíz en la teoría económica convencional. Los mercados están representados por estructuras sociales óptimas y autorregulables que, si se las dejara funcionar sin restricciones, permitirían atender en forma óptima las necesidades económicas, utilizar eficientemente los recursos y generar automáticamente el pleno empleo para todas las personas que deseen trabajar. Por extensión, la globalización de los mercados sería el mejor mecanismo para extender los beneficios a todo el mundo.

Entrevista con Boaventura de Sousa Santos

"El neoliberalismo facilitó secuestro del derecho por las transnacionales, hasta el punto que la legalidad va a la par con la ilegalidad"

Si bien el sistema imperante en el mundo no tiene respuestas a los requerimientos sociales, como consecuencia de la crueldad del neoliberalismo, las luchas y las protestas de movimientos como los Indignados y los Ocupa, llaman al "optimismo trágico", afirma el científico social portugués Boaventura de Sousa Santos, quien explica que en medio de las múltiples dificultades están surgiendo alternativas sustentadas en lo que denomina sicología de las emergencias y en los nuevos procesos de producción y de valoración de conocimientos válidos, científicos y no científicos que recoge en su teoría de la Epistemología del Sur.

Los presupuestos de la Epistemología del Sur son la ecología de los saberes y la traducción intercultural que proyectan un pensamiento alternativo basándose en experiencias prácticas, en luchas sociales y en trabajos de campo en diversos rincones del mundo.

El oxímoron de los “mercados autorregulados"

Oxímoron, en el Diccionario de la Lengua Española, significa “combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que origina un nuevo sentido: por ejemplo, silencio atronador”. Otro ejemplo (que no figura en el diccionario) es la expresión “mercados autorregulados”, o sea el sistema neoliberal que para sobrevivir “exige regularmente la intervención estatal y la acción coercitiva del Estado”.

El Consenso de Bruselas, como antes el Consenso de Washington

En la Cumbre de la Unión Europea (UE) que tuvo lugar en Bruselas el pasado 30 de enero se acordó un Tratado sobre la Estabilidad, Coordinación y la Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria que por insistencia de Alemania, como señala el diario británico The Guardian, convierte a la Comisión Europea (CE) en organismo “escrutador” de los presupuestos estatales que de ahora en adelante confeccionarán los países miembros de la UE, y a la Corte de Justicia Europea (CJE) en la institución que aplicará “el rigor fiscal” en la zona euro (ZE).

La crisis de 2001-2002 y el colapso del neoliberalismo en la Argentina

La situación socioeconómica y política que afectó a la Argentina a comienzos del nuevo milenio puede ser considerada como una crisis del neoliberalismo, del colapso del modelo neoliberal implementado a rajatabla en el país en los años noventa (Giarracca y Teubal, 2004). En muchos sentidos, esto diferencia el caso argentino de otras crisis de la década anterior, como la brasileña, la asiática o la rusa: todas ellas fueron en gran medida crisis de los modelos neodesarrollistas u orientados a las exportaciones impulsados por el Estado.

Dos eventos importantes marcan los comienzos de una nueva etapa en la economía política de nuestro país: el golpe militar de 1976 y el golpe económico de 1989. Ambos contribuyeron al desarrollo de un nuevo “régimen de acumulación” (RA), sustancialmente diferente al de “industrialización por sustitución de las importaciones” (ISI), que prevaleció en décadas anteriores. Ambos abrieron el camino para la implementación del Plan de Convertibilidad y los Programas de Ajuste Estructural (PAE) de los años noventa, que favorecieron plenamente la consolidación del modelo neoliberal en la Argentina.