Palabras de la Presidenta de la Nación
Yo te escuchaba, recién, Víctor, recordar tu condición de hijo de un encargado, yo antes siempre decía la otra palabra, pero no, no, ni se me va a ocurrir, encargado de edificio y de tu madre, mitad ama de casa y mitad empleada doméstica, y me acordaba también de mí, de mi madre trabajadora y dirigente sindical y de mi padre trabajador, que después con el tiempo, devino en empresario, pero siempre pensé que tal vez si no hubiera tenido la suerte de nacer en una ciudad como La Plata, si a lo mejor hubiera nacido en un pueblo lejano de la Argentina profunda, a lo mejor, tal vez, no hubiera podido llegar a la universidad.
Y escuchándolo a Lula hablar de la profunda transformación del Brasil y de las otras cosas se me ocurre decir que cualquier semejanza es pura casualidad, o directamente no es casualidad, en realidad es causalidad. (APLAUSOS). Quédate tranquilo no voy a hablar de fútbol porque no soy futbolera. Te salvaste porque si estuviera Néstor te hubiera gastado, lo primero que hubiera hecho es gastarte con Boca- Corinthia, pese a que él era de Racing. Simplemente estar acá, en la primera universidad obrera, en realidad en la primera universidad obrera, de esta etapa de la Argentina. Porque, hace unos instantes, inauguramos aulas en Pacheco, provincia de Buenos Aires, partido de Tigre, de la universidad Tecnológica Nacional, que su nombre original eral Universidad Obrera Argentina, fundada y creada por Perón, y sancionada por el Parlamente argentino. (APLAUSOS).
Su primera clase -.lo decía recién – un 17 de marzo de 1953. Yo tenía días, apenas había cumplido un mes de vida y se estaba dando la primera clase en la Universidad Obrera. Allá por el 59 le cambiaron el nombre, que obrero por ahí era medio pesadito y entonces decidieron ponerle Tecnológica, era un toque más, un touch no tan obrerista, no tan peronista. Seguramente sonaba menos peronista. Pero en realidad la UTN es patrimonio, creación del pueblo argentino y tenemos, en realidad... yo estoy buscando los papeles acá, que últimamente ando mal con los papeles, porque allá se me volaban, el otro día. Universidad Tecnológica que ha crecido, en estos años, 68 obras hemos terminado en esta década – Lula – en las universidades tecnológicas. Y el presupuesto que, en el año 2003, era de apenas 118 millones para toda la universidad tecnológica nacional, en todo el país; el año pasado – en el 2012 – fue de 1.500 millones de pesos, un 1.174 por ciento más de presupuesto, más de 100 millones de pesos en obras de ampliación: (APLAUSOS).
En estos momentos estamos ampliando, también, la Universidad Tecnológica de Río Gallegos; hemos firmado – recién me hacía recordar el Intendente de Tigre – como Estado Nacional, con Volkswagen, también la creación de una universidad automotriz, junto con Volkswagen, allí en Pacheco, donde dan dos títulos: tecnicatura en materia automotriz e ingenieros automotrices. Esto fue un convenio que acordé, cuando estuve en Alemania, con los titulares de Volkswagen. Pero lo que vos decías, la incorporación de miles y miles de jóvenes de primera generación de universitarios, en la Argentina. Vos hablabas de las escuelas técnicas que se inauguraron, durante la gestión tuya y de Dilma.
Yo quiero contarte que en la Argentina habían cerrado las escuelas técnicas porque no había industria y porque no eran importantes las fábricas. Y Néstor Kirchner volvió a abrir las escuelas técnicas, 1.300 escuelas técnicas en todo el país. (APLAUSOS). Un detalle: cuando fue Gobernador, de la provincia de Santa Cruz, se negó a cerrar la escuela técnica de Santa Cruz, que dependía del orden nacional, la tomó en la provincia y la siguió manteniendo abierta. Porque había una convicción y porque había la firme certeza de que algún día la taba se iba a dar vuelta e íbamos a poder volver a intentar ser lo que es Argentina – que vos mencionaste – de los años 40 y 50, y que está retratada en esos dos cuadros de Santoro, que nos han regalado, y que les agradezco. Aquí está toda la simbología de nuestro movimiento político: la madre, junto a la niña con su guardapolvo, yendo al colegio: el chico con el diploma de la Universidad Obrera, el pan dulce, la sidra, la máquina de coser, la heladera Siam Di Tella, la famosa Siam Di Tella con la manija que se hacía así. Sí tengo 60 años en serio, no es broma, no es solamente una coincidencia con la Universidad Tecnológica. Además me permite identificar cada una de las figuras: el libro “La Razón de mi Vida”, de Evita, también ahí y el cuadro sobre la heladera de Evita, que estaba en todos los hogares.
Y esta Argentina, esta década que dice… me has dado una buena idea, estamos preparando un libro: “La década ganada”. No le pusimos Néstor y Cristina porque nos matarían. (Risas). Vos fuiste más valiente, le pusiste: “Lula y Dilma”. Nosotros si le ponemos “Néstor y Cristina”, al otro día, tengo tres editoriales de La Nación y cuatro de Clarín diciendo, el nepotismo, el personalismo y no sé qué cosas más. (APLAUSOS). Pero lo curioso de todo esto, yo no sé qué cosas dirán de mí en el Brasil, pero vos sabés que cada vez que nos quieren a nosotros criticar nos dicen: “no son ni como Lula, ni como Dilma”, pero veo que somos como Lula y como Dilma, afortunadamente. (APLAUSOS) Y la verdad que la transformación, también, hemos creado, en esta década, 9 nuevas universidades públicas, que han permitido que miles de chicos sean la primera generación de universitarios.
El día martes estuve en la Universidad Nacional de La Matanza, uno de los partidos más populares, populosos de la provincia de Buenos Aires. Me contaba su Rector que 46.000 alumnos se han incorporado; inclusive, ya crearon la Facultad de Medicina, la carrera de Medicina en La Matanza. De esos 46.00 alumnos el 90 por ciento son la primera generación de universitarios de su familia y el 70 por ciento provienen de hogares humildes. (APLAUSOS).
Hoy, tenemos, en la Argentina, 48 universidades; 9 nuevas y 6 institutos universitarios; 48, todas ellas públicas; 50 universidades privadas y hoy, ¿entre las 50 también se ubica esta, no es cierto? O sea la número 50 es, entonces, la Universidad Obrera Argentina para todos los trabajadores. La verdad, un orgullo… ¿Qué dijiste? Fifty-fifty. Ahí estamos, vamos todavía con el fifthy-fifty y 13 institutos universitarios. La matrícula universitaria como ha crecido, en la Argentina, también, porque no solamente hemos incorporado a los excluidos, hemos también logrado que otros que no podían llegar, porque la clase media – mal que le pese a algunos- se derrumbó estrepitosamente, durante el neoliberalismo y a partir del 2001y el 2002 casi era una clase en extinción y hoy tenemos nuevamente el surgimiento de una poderosa clase media, en la República Argentina, que ha permitido también aumentar la matrícula universitaria en un 28 por ciento. 80 por ciento de esos alumnos cursan – ojo, 80 por ciento de ese crecimiento – es en las universidades públicas, que además son gratuitas, en la República Argentina. (APLAUSOS).
Quiero contarte que la 1.420, una ley que surgió a fines del siglo XIX, principios del siglo XX, estableció la gratuidad de la enseñanza primaria, en la Argentina, pero la gratuidad de la enseñanza universitaria, en la República Argentina, la creó y la ordenó el General Perón, en el año 1948. (APLAUSOS).
Y otra cosa muy importante, también, que refleja el crecimiento económico: cómo hemos aumentado la cantidad de egresados, porque uno de los principales problemas eran que muchas abandonaban porque no podían seguir por falta de recursos, porque debían recurrir a uno o dos trabajos, o porque simplemente carecían por ahí de recursos para el transporte, para los libros, etc. Bueno, en estos 10 años, el egreso de las universidades ha crecido en un 68 por ciento, en la República Argentina.
En el año 2001, egresaron 65.104 nuevos estudiantes, nuevos profesionales; en el 2011 egresaron 109.360 profesionales. Esto es simple y sencillamente inclusión social y movilidad social ascendente clara y definitivamente. (APLAUSOS).
El presupuesto universitario, también se duplicó. En el año 2003, representaba el 0,52 del PBI, de un PBI que era de 150.000 millones de dólares, aproximadamente. ¿No es cierto, Amado, vos que eras ministro de Economía? ¿No me equivoco? Bien. En el año 2012, hemos duplicado y hoy es más del 1 por ciento de un PBI, que supera los 500.000 millones de dólares. (APLAUSOS).
Pero, además - y aquí está también el gran espíritu latinoamericano y de la América del Sur – lo que ha crecido la matrícula de estudiantes extranjeros, que vienen, como cuando yo era chica. Cuando yo era chica, en La Plata, había gran cantidad de estudiantes de Perú, de Bolivia, de otras universidades. Frente a mi casa, a una de las casas donde vivía cuando era chica, 34, entre 6 y 7, me acuerdo vivían un grupo de estudiantes bolivianos, que alquilaban una casa. Me acuerdo, uno de ellos se llamaba Otto y me acuerdo porque durante las festividades del carnaval, no sabés lo que era la cuadra, animaban los bolivianos para toda la cuadra los carnavales, qué te cuento. Y te voy a contar una anécdota, porque bueno, había toda una leyenda de que los estudiantes bolivianos que venían a estudiar, se ponían de novios con chicas de La Plata, durante la carrera. Entonces, las chicas los llevaban a comer a la casa, les planchaban las ropas y después, cuando se recibían, se iban y la chica se quedaba y ellos se iban. Y me acuerdo que me puse de novia con Kirchner, lo llevé a mi casa y mi papá me dice: ¿De dónde es este?, me pregunta. “De Santa Cruz”, le digo. Y miren lo que me dijo: “¿Comodoro Rivadavia?”. “Pero, papá, por favor no, Comodoro Rivadavia no, Río Gallegos”. “Bueno, tené cuidado”, me dice. “No sea cosa que este venga únicamente a comer, acá a casa, y después se vaya y…”. Mira, me acuerdo como si fuera hoy… y no se fue, qué se iba a ir, otra que se iba a ir. A los 6 meses nos estábamos casando, otra que se iba a ir. (APLAUSOS).
Pero 67 por ciento aumento la matrícula de estudiantes extranjeros, también, merced a muchos convenios que tenemos. En la UBA, en 4 años, la cifra de alumnos extranjeros trepó de 7.000 a 12.000 estudiantes extranjeros. Muchos de ellos también por los convenios que están firmando con distintos países del MERCOSUR, de la UNASUR. Y esto ha significado también el tema de que se sienten muy cómodos en la Argentina por todo lo que la Argentina les brinda, la calidad y el prestigio de nuestras universidades, la gratuidad y la no gratuidad también porque para los posgrados se paga, no es que solamente vienen por gratuidad, sino que además, en materia de posgrados también se pagan.
Esta es la Argentina que ha crecido junto con el resto de sus hermanos sudamericanos, junto con el MERCOSUR, junto con la UNASUR, la de los gobiernos populistas, que nos dicen por ahí.
Yo digo, la de los gobiernos que creen en la igualdad, la de los gobiernos que creen que, como vos decís Lula, tienen todos que tener la misma oportunidad. No es que todos seamos iguales, pero a la gente hay que darle el derecho a elegir la vida que quiera tener. Porque muchos no tienen la vida que quieren tener; tienen la vida que pueden tener porque no han tenido oportunidades.
Y yo creo que el gran deber del Estado, es por lo menos, permitir que cada argentino y que cada argentina, pueda elegir la vida que quiere tener. El derecho a elegir la vida que quiere tener, significa el derecho a que tenga trabajo, a que tenga educación, vivienda digna.
Yo quiero decirte que, como le decía el otro día cuando vino Nicolás, estuvo hace poquitos días Nicolás visitándonos, y claro, me vienen las imágenes inevitablemente, ¿no?, y pensábamos el otro día con mi hijo y lo charlábamos, que de los tres, es cierto, de los tres que empezaron todo este lío de la UNASUR, todo este lío de la América del Sur, de estas reuniones permanentes, de esta suerte de sistema que creamos no escrito de resolver nuestros propios conflictos, de creer en nosotros mismos, surgió, sin lugar a dudas, con Néstor, con Hugo, con vos. El rol que te cupo a vos y a él de derribar ese mito de la rivalidad brasilera-argentina que impedía que creciéramos juntos, pero que además, servía a intereses que, precisamente, eran totalmente contrarios al crecimiento y al desarrollo de nuestros países.
Porque además, no hay que ser muy inteligente, no hay que haber ido a ninguna universidad, Lula, y vos no fuiste a ninguna universidad de las formales, fuiste a la mejor universidad que hay que es la universidad de la vida, la que te enseña que muchas veces los poderosos necesitan que los que son más débiles o menos desarrollados, se mantengan divididos y desunidos para seguir siendo ellos solamente los poderosos y que nosotros sigamos siendo siempre los débiles. Y yo creo que ustedes quebraron esa valla, ese mito, esa leyenda, esa pretendida desunión o intereses contrapuestos que había entre Brasil y Argentina.
Yo creo que es muy importante que esto se siga manteniendo. Lo charlábamos con Dilma el otro día. Porque siempre existe la tentación y quizás también existen los intereses que muchas veces juegan para desunir lo que hemos unido firmemente.
Y yo te puedo asegurar como Presidenta de la República Argentina, no solamente por lo que viví al lado de ustedes, sino por lo que viví desde muy joven.
Vos recordabas que militabas de muy joven en el sindicato; yo también milité de muy joven y pasaron cosas terribles en este país. Y la llegada de Néstor al gobierno el 25 de mayo del año 2003, dentro de unos pocos días vamos a cumplir los diez años, significaron, sin lugar a dudas, un cambio histórico. Y la historia la vamos a escribir nosotros, la estamos escribiendo nosotros.
Pero, ¿sabés qué? Yo tengo la certeza que es una historia que por más que traten de distorsionarla, ocultarla, no se puede. Vos no te imaginás las cosas que dijeron del gobierno peronista de 1946 a 1955, no sabés las cosas…
Y por favor, mañana ya me veo el titular: “Se comparó ella con Evita y a él con Perón”. Acuérdense, eh.
No sabés las cosas que dijeron de Eva; no sabés las cosas que dijeron de Perón. Y no pudieron. Porque habían incorporado definitivamente derechos, habían tenido vivencias y experiencias que eran imposibles de olvidar.
¿Y sabés dónde lo veo yo hoy? Cuando voy a los actos, cuando voy por la calle, no lo veo solamente en los trabajadores jóvenes, en las fábricas, no lo veo solamente en los dirigentes sindicales, en los jubilados, en las amas de casa. ¿Sabés dónde lo veo? En donde el recuerdo se torna imborrable: en los niños y en los adolescentes.
Cuando en la mente de cada chico, cuando en la mente de cada adolescente se fija el recuerdo de que su padre recuperó el trabajo, de que su familia tuvo el crédito hipotecario para la casa, que su primera computadora la recibió, precisamente, del Estado, podrán tener diez mil titulares, podrán editar 25 mil frases, zócalos, televisores, en fin, pero lo que nunca podrán borrar será la vivencia de cada argentino que ha tenido en esta década, porque eso es imborrable.
¡Cómo se borra esos miles de jóvenes que ingresaron a las universidades en La Matanza, en Florencio Varela, en Moreno, en Merlo! ¡Cómo se borran esos colegios inaugurados en las fronteras de la patria! ¡Cómo se borran esos más de 2 millones y medio de netbooks que hemos entregado y vamos próximamente también a llegar a los 3 millones y medio, tal vez a fin de año o el año que viene y lo prometido! ¡Cómo se borran los más de 1.400 colegios construidos! ¡Cómo se borran los cientos de obras en las universidades! ¡Cómo les hacés olvidar a ese hombre y a esa mujer que habían perdido el trabajo en la década de los 90 o que sus patrones no les habían hecho los aportes y que repente se descubrieron con 50, 45, 65 años de edad sin poder tener un derecho jubilatorio y el Estado le reconoce los aportes y hoy tenemos la mayor cobertura previsional de América latina! ¡Cómo se olvida ese hombre y esa mujer! ¡Cómo se olvidan las trabajadoras y trabajadores, fundamentalmente las trabajadoras del servicio doméstico, como vos decías Víctor, que ahora tienen un estatuto que las defiende, que pudimos cumplir el sueño que Eva no pudo cumplir y lo cumplimos nosotras! ¡Cómo se olvidan, Lula, los hombres y las mujeres que tenían una elección sexual, que no era el de la mayoría y sin embargo hoy pueden casarse en la República Argentina y ser reconocidos sus derechos y tener hijos! ¡Cómo se olvidan los millones de trabajadores que volvieron a recuperar el trabajo pero que además, llevan diez años de convenciones colectivas de trabajo!
Ayer, nomás, como dice la canción… ¿Esa es de Lito Nebia, no? ¿De quién? Moris, bueno, che, Moris está bien, no tengo por qué saber todo también. Me retan.
Ayer nomás, estábamos junto a seis de los más importantes gremios de la República Argentina sentados en la Casa de Gobierno. Porque, ¿sabés qué? Este es un Gobierno en el que los trabajadores y los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos, volvieron a entrar a la Casa Rosada.
¡Cómo se olvidan los miles y miles de argentinos, que habían perdido la esperanza de que se hiciera justicia en materia de derechos humanos! ¡Cómo se olvidan los que estuvieron torturados, detenidos o los que tienen un pariente o un hermano o un hijo o un nieto desaparecido, todavía no aparecido, detenido desaparecido! ¡Cómo se olvidan cuando habían perdido las esperanzas de que finalmente fueran juzgados quienes habían cometido uno de los genocidios más terribles, el más terrible que recuerda la historia! ¡Cómo se olvidan esas cosas!
Y también, aunque se olviden, aunque algunos se olviden, quiero hablarles también a aquellos que con los martillos golpeaban, las clases medias argentinas, no los trabajadores, las puertas de los bancos en el año 2001. A lo mejor se olvidan. Pero quiero recordarles que fue este Gobierno el que les devolvió todos los ahorros que se les habían llevado.
Todavía recuerdo cuando populares comentaristas o populares animadores televisivos decían: “¿BODEN 12, qué le van a devolver esa plata?” Era un papelito que no valía nada. Y desde las usinas pequeñas de los mercados financieros, se decía, como se decía todos los años, que nunca los íbamos a pagar y, entonces, mucha gente se desprendió por 2,80 pesos. Por supuesto lo compraron todos los que decían que no se iba a pagar y luego lo cobraron todo.
Porque hay otro problema también: yo estaba escuchándolo al intendente de Tigre que decía que crearon en la universidad un botón antipánico, me parece bárbaro, debe ser por el tema de la seguridad. Yo quisiera que en alguna universidad argentina, creáramos un botón antizonzo, a ver si la universidad de Florencia Varela, por ejemplo, que se llama Arturo Jauretche, por favor le hace honor, y crean un botón antizonzo.
¿Saben qué es un botón antizonzo? Para que el zonzo deje de ser zonzo, tiene que dejar de creer en las zonceras que le cuentan todos los días para que siga siendo un zonzo. No digo tarado porque queda feo y además, porque el día que creemos el botón antizonzo, a la Argentina no la para nadie, les puedo asegurar.
Pero bueno, estoy segura que con Lino podemos algo en Ciencia y Tecnología, Sileoni.
Quiero también contarte Lula, que durante el año 2008, se nos ocurrió también un plan que denominamos FINES y que era, precisamente, para todos aquellos que no habían podido terminar la escuela secundaria porque habían tenido que dejarla para ir a trabajar o porque habían tenido problemas. Y ya llevamos más de medio millón de argentinos y argentinas que han obtenido su título secundario y también lo extendimos también al primario.
En la Residencia de Olivos, hay más de 40 trabajadores, donde vive la Presidenta, donde vivieron todos los presidentes toda la vida, que todos los días a la tarde se hace la escuelita de los trabajadores de Olivos y ahí hay gente que ya pasó al segundo año y que el año que viene va a obtener su título universitario. Impensado años atrás. Olivos estaba para otras cosas años atrás.
Pero bueno, vivió una familia primero, ahora vive la viuda con la hija, el otro hijo viene de vez en cuando, me gustaría que viniera más, no es un reproche, pero en fin, ya me está matando cuando venga…no te rías Cuervo porque te va a ir mal, vos tampoco Juan. Así que, nada…
Por eso digo que también hemos lanzado un plan, te quiero contar, porque una de las cosas que nos reprochaban y tal vez con razón, era que el Plan Federal de Viviendas que habíamos lanzado y que creamos más de 850.000 soluciones habitacionales, era para los sectores más pobres, que es cierto lo que vos decís cuando decís un gobierno que ha centrado su objetivo, su centro de gravedad en los pobres.
Y teníamos también ciertos reproches de sectores que, sin ser pobres, de clase media, media baja, media media, no podían acceder al crédito en los términos que están en los bancos privados. Y también lanzamos un plan a través de la recuperación de los fondos de los trabajadores, el PROCREAR, que puede llegar precisamente, a través del Bando Hipotecario a que nuevamente la clase media pueda acceder a su casa a través de créditos accesibles. Todas cosas inolvidables e imborrables.
Que tenemos errores, sí, seguramente que sí, quién no los tiene, porque no somos perfectos. Pero en la balanza, en la historia definitiva que se escriba de cada uno de nosotros, Lula, aquí en la América del Sur, estoy segura que tenemos un lugarcito en la memoria y en el corazón del pueblo. Absolutamente convencida.
Yo quiero para finalizar, felicitar una vez más a Víctor, a Víctor y a Pepe. Los conocí longi temporis, ni soñábamos que Néstor iba a ser presidente.
Me acuerdo que íbamos al sindica allá donde estaba la pileta, en la calle Venezuela, fijate vos, vieron que yo siempre hablo de las señales, las coincidencias, las casualidades y todas esas cosas, en la calle Venezuela; me acuerdo que íbamos ahí y nos reuníamos con compañeros militantes de acá de Capital Federal; me acuerdo aquel congreso, un congreso en Parque Norte, famoso, donde Kirchner pidió la palabra y dijo, porque se decía que se había votado por unanimidad, y…¿cómo se llamaba el compañero este de Paternal, que habló y dijo “si lo quieren expulsar soy yo de la Paternal”? Rodríguez, de la Paternal…No, fue un congreso en Parque Norte donde otro compañero que no voy a nombrar porque no importa, somos todos compañeros, dijo: “Se aprueba por unanimidad” y ahí estaba Kirchner y dijo “pido la palabra, por unanimidad no, yo no estoy de acuerdo” y ahí, bueno, se armó un tole tole.
De esa época me acuerdo con Pepe y Víctor que los conocí y mirá Pepe y mirá Víctor dónde estamos hoy: inaugurando una universidad que ustedes han construido con el aporte de sus afiliados, de sus trabajadores, todo lo que han hecho además en este sindicato por los trabajadores, como Lula hablaba del sindicalismo argentino, creo que uno de los más fuertes del mundo. ¿No es cierto Tomada?
Y también, Lula, la otra cosa que tenemos que decir, sin parecer soberbios ni vanidosos: que todo esto que estamos haciendo, que todo esto que está haciendo Dilma en Brasil, que lo que seguimos haciendo aquí en la Argentina, continuadoras las dos de la obra de ustedes, lo estamos haciendo en un mundo que se derrumba, se viene abajo y que todos los días expulsa gente, echa trabajadores, disminuye salarios. No es poca cosa.
Esto también nos obliga a todos, a los empresarios, a los dirigentes políticos, a los dirigentes sindicales, a ser sumamente responsables.
Por eso ayer tuve una gran alegría, porque te quiero contar que si leías los periódicos del fin del año o de los primeros meses del año, parecía que el mundo se venía abajo, que nadie cerraba por menos del 50 por ciento los convenios colectivos y que esto era la hecatombe: que ayer, todos de acuerdo y siempre protestando uno porque le parece mucho y al otro porque le parece poco, esta es la ley de la eterna lucha entre el capital y el trabajo, pero también es lo que el peronismo, y esto tal vez no lo entiendan muchos, es un poquito difícil el peronismo de entender, lo que hemos venido a hacer es esa articulación inteligente entre capital y trabajo para que la sociedad pueda crecer armoniosamente, que le llegue a todos y además, pueda hacerlo sin luchas ni antagonismos de clases. Creo que esa es la gran creación del peronismo.
Y para finalizar, felicitar a todos los trabajadores, a los docentes, a los estudiantes y que cuiden esto. Esto no es solamente un edificio, este no es solamente un lugar de estudios, esto es una conquista social y las conquistas sociales, se cuidan y de defienden todos los días, acá dentro, afuera, en los bares, en la calle, en el barrio, en la discusión con los que todavía no comprendieron pero que algún día comprenderán, que es necesario incluir a los 40 millones de argentinos para tener una Argentina en paz y en unidad.
Muchas gracias, compañero Lula; gracias Víctor; gracias Pepe; gracias y vamos para adelante como siempre.
¡Pa frenchi! (APLAUSOS)
Casa Rosada