Pintando un cuadro de demanda doméstica aletargada e inversión débil, la Comisión flexibilizó su metas de reducción del déficit para que algunos países puedan centrarse más en el crecimiento y el empleo. Con el telón de fondo de un desempleo récord en la eurozona, el comisionado para asuntos monetarios y económicos, Olli Rehn, dijo que la Comisión ahora está dispuesta a darles a Francia y España dos años más para que reduzcan a menos del 3% del PBI sus déficits.

“Francia tiene mucha necesidad de desobstruir su potencial de crecimiento y crear empleos”, dijo Rehn, advirtiendo que el ritmo de la actividad económica en la eurozona es demasiado débil como para reducir el desempleo.

Teniendo eso en mente, les dio a Francia y a España más margen. “Para Francia y España es muy obvio que es más razonable tener otros dos años para corregir su exceso de déficit”, dijo Rehn.

Alemania será la única de las cinco grandes economías de la zona que escape a la recesión este año, y aun así sus perspectivas de crecimiento fueron rebajadas del 0,5% al 0,4%. Francia, España, Italia y Holanda tendrán contracción.

La revisión más abupta le fue reservada a Chipre. La Comisión cree ahora que se contraerá un 8,7% este año (–3,5% era la contracción prevista en febrero por la Comisión, antes de que la isla mediterránea se viera obligada a acudir a un rescate).

El pronóstico de primavera puso en evidencia los marcados contrastes entre los Estados miembros de la eurozona. Francia se desacopla de Alemania como corazón económico del bloque monetario.

La Comisión ve a la economía alemana recuperándose gradualmente gracias a una mejora de la demanda interna, ayudada por un “mercado laboral robusto y una dinamización del crecimiento salarial”. Pero el PBI de Francia tiene pronosticado para este año un estancamiento.

Italia declinará nuevamente en el 2013. La reducción del salario disponible, la baja confianza y las difíciles condiciones de financiamiento pesan sobre el consumo y la inversión.

Suplemento iEco de Clarín - 5 de mayo de 2013