La desigualdad es inflamable

La Comarca Andina, una de las regiones más hermosas y visitadas de la Patagonia argentina, donde hace semanas se multiplican los incendios, está atravesada por múltiples desigualdades. Allí conviven gauchos criollos marginados por el proceso de gentrificación, grupos de clase media emigrados de las grandes ciudades en busca de una vida buena y organizaciones indígenas que luchan por acceder a la tierra y afirmar su identidad cultural. También, el avance de la frontera extractiva, los dispositivos represivos de las fuerzas de seguridad y el entramado corrupto de la política local, la justicia y los magnates territorializados. Maristella Svampa disecciona el combustible que se enciende y estalla cuando los focos de fuego se multiplican: la desigualdad.

El fortín sitiado: progreso y racismo en Argentina

En Argentina conviven discursos racistas con la imagen de un país homogéneo. El mito del «crisol de razas… europeas» fue resultado de un proyecto de construcción nacional que identificó el progreso con lo europeo, y el atraso, con poblaciones originarias, africanas y mestizas. Algunas imágenes sobre la «frontera» en el siglo XIX han condensado una forma de pensar la identidad nacional. El desplazamiento parcial en la eficacia histórica de este mito subyacente, tanto en sus dimensiones inclusivas como en las excluyentes, permite entrever su reconfiguración a futuro. 

Ratas

Como el sartenazo a una rata censurado en la película Sangre negra, la violencia durante las protestas que sucedieron al asesinato de George Floyd en Minneapolis genera reacciones encontradas. Pero al mismo tiempo denuncia la sensación de asfixia de amplios sectores de la comunidad negra en Estados Unidos. Se trata de las primeras manifestaciones que se producen bajo el consenso extendido de que la movilidad social ascendente es cosa del pasado y de que una mayoría de negros y blancos tendrá un futuro aún peor que el presente.

El pus

 

“Pedazo de h de p!!! Deberías morirte como un perro. Traidor a la Patria!! Si no te gusta que te atiendan los médicos argentinos, reventá, es lo menos que merecés. Lakra inmunda!!”. Otro: “Esas cara de moishes que están en la foto, dan asco!!!!!!!!!! cuánta razón tienen cuando les llaman raza inferior...”. Otro cuelga en su FB el himno de las SS hitlerianas y su colega, cuando un amigo le pregunta a qué se dedica, responde: “mato terroristas villeros”.

Matanza en Carolina del Sur

Decir que el racismo está flor de piel en los Estados Unidos es llover sobre mojado. Permanentemente, la comunidad afroamericana viene siendo agredida de las formas más brutales. Algunas de ellas han sido documentadas, sobre todo las que involucran a las fuerzas policiales, y circulan profusamente por internet. Hay protestas e indignación, es cierto, pero no lo suficiente. Se trata de un problema nacional que debería ser abordado con mucho mayor ímpetu.

La matanza de Charleston: necesitamos oraciones, pero también acabar con este genocidio político

De un modo que no es distinto al de cuando cuatro niñas fueron asesinadas en un atentado con bomba en una iglesia de Birmingham, en el estado de Alabama, en 1963, nuestro país y el mundo se sienten apenados y escandalizados por el odio y la matanza sin sentido de nueve afroamericanos en la histórica iglesia Emanuel AME (Africana Metodista Episcopal) de Charleston, en Carolina del Sur. Entre los muertos se cuentan su pastor y un senador del estado. Hace tres décadas Operación Empuje (Operation Push), la organización que fundé en 1971 para mejorar el estatus económico de los afroamericanos, celebró su convención nacional en esta iglesia.