Reflexiones sobre el impacto de la pandemia en la Argentina, y la posibilidad de fortalecer los sistemas alimentarios locales
Cátedra Libre "Ing. Horacio Giberti | El COVID-19 llegó el 3 de marzo a la Argentina, con el primer caso detectado proveniente de Italia. El 20 de ese mismo mes el gobierno nacional estableció el confinamiento obligatorio, que experimentó flexibilizaciones posteriores en algunas áreas del país, pero aún continúa en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con un endurecimiento mayor previsto para las próximas semanas cuando se espera el “pico” de nuevos casos. En esta región de 13,6 millones de habitantes reside el 34% de la población argentina (INDEC, 2010).
De acuerdo al o previsto, el confinamiento permitió reducir la expansión del virus. Argentina con 1124 fallecimientos reportados al 25 de junio, presenta una de las tasas más bajas a nivel latinoamericano (25 muertes por millón de habitantes), junto con sus vecinos Uruguay y Paraguay. Pero al mismo tiempo, la pandemia y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha tienen lugar en el contexto de una grave situación socioeconómica. En diciembre de 2019 la pobreza afectaba al 36% de la población argentina y el desempleo trepaba al 10% de la población económicamente activa. Por su parte, el nivel de endeudamiento representa el 90% del PIB, y este último experimentó una caída del 4% durante los últimos cuatro años (Manzanelli et al., 2020). Se estima que en 2020 la actividad económica podría caer entre 8 y 10% y se perderán entre 750.000 y 820.000 empleos. (Naciones Unidas, 2020).
Es previsible la profundización de las desigualdades preexistentes en el corto plazo, como producto de la disminución de los ingresos y el empleo. Sin embargo, también se perciben marcadas diferencias regionales en cuanto al impacto de la pandemia.
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RMT-Alimentation - julio de 2020
