Sobre la reforma laboral

 

La pretendida reforma laboral que el gobierno nacional acaba de ingresar al Senado, que fue recientemente acordada con la CGT (con unas muy minúsculas modificaciones), no tiene el objetivo, como pretende hacer creer, de regularizar una situación existente de precariedad y en negro de miles de trabajadorxs a través de las facilidades del blanqueo que otorga a las empresas. Lejos de ello, su objetivo estratégico es una enorme transferencia de ingresos a las grandes empresas y la transformación de las relaciones laborales, desprotegiendo a lxs trabajadorxs y retrotrayendo dichas relaciones a formas propias del siglo XIX.

El compromiso es con nuestros votantes

 

Apenas finalizadas las elecciones, Cambiemos intentó, rápidamente, homogeneizar el sentido del voto. El Presidente se propuso sintetizar el resultado de las urnas en una serie de medidas cuyos lineamientos generales expuso hace más de una semana ante un amplio espectro de sectores políticos, económicos, sociales y judiciales. Se trata de una batería de reformas destinadas a construir una suerte de gran acuerdo nacional con un claro sesgo pro empresario y funcional a los financistas internacionales.

Principales lineamientos del proyecto de reforma laboral

 

La difusión del proyecto de reforma laboral constata que tras los resultados electorales se desechó la idea de restringir los cambios al nivel sectorial y se presenta un proyecto amplio, que avanza en múltiples aspectos. Incluso se introducen modificaciones que retrotraen normas a las vigentes durante la última dictadura militar (a pesar de su vocación “modernizante”) o bien introducen elementos de la reforma brasilera.