¿Transición energética en Europa, extractivismo verde en América Latina?
La transición energética en Europa sugiere un posible nuevo boom de los commodities. Además, existe un constante aumento de las energías renovables almacenables, especialmente de hidrógeno verde. ¿Hasta qué punto este desarrollo conduce a un nuevo extractivismo, esta vez bajo un signo «verde»? En el marco de la transición energética, los movimientos sociales se enfrentan al reto de actuar no solo contra la expansión de la explotación de los recursos, sino también contra un discurso hegemónico verde-tecnológico y tecnoeconomicista que dificulta la creación de alianzas internacionales.
Desde finales de 2020, todos los tipos de materias primas resumidos en los índices de precios se han encarecido, en especial y con mayor rapidez las materias primas críticas. Las razones son múltiples: además de las expectativas de crecimiento económico tras la pandemia de covid-19 y las consecuencias de la guerra en Ucrania para el suministro mundial de materias fósiles, los programas gubernamentales y supraestatales anunciados en todo el mundo para la transición energética hacia la «neutralidad climática» también están impulsando las expectativas de beneficios y precios. Uno de estos programas es el Pacto Verde Europeo de la Comisión Europea, cuyo objetivo es descarbonizar la economía de la región para 2050, es decir, hacerla neutra desde el punto de vista climático. Dado que se plantea que la neutralidad climática se logra principalmente mediante la electrificación de la economía y la movilidad, es esencial el acceso a metales como el cobre –necesario para conducir la electricidad– o el litio –que se almacena en baterías–. La Agencia Internacional de Energía (aie) prevé que, para 2040, la demanda de litio se multiplicará por 43 con respecto a la de 2020, y la de cobre lo hará por 28.
El gobierno alemán persigue objetivos similares con la transición energética: para 2030, se matricularán 15 millones de automóviles eléctricos, según los deseos de la «coalición semáforo», nombrada por los colores de los partidos que gobiernan actualmente: el Partido Socialdemócrata de Alemania (spd, por sus siglas en alemán, rojo), los liberales del Partido Democrático Libre (fdp, por sus siglas en alemán, amarillo) y Alianza 90/Los Verdes. Con el telón de fondo de la guerra de Ucrania, el gobierno también busca la expansión de las energías renovables en el sector eléctrico, al tiempo que modifica su discurso: en vista de las ahora problemáticas importaciones de gas, carbón y petróleo de Rusia, las energías renovables ya no son solo un medio de protección del clima, sino que se han convertido en una «cuestión de seguridad nacional» y en «energías de la libertad»
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Revista Nueva Sociedad (NUSO) Nº 306 - julio/agosto de 2023