¿Es que no entienden nada, no oyen nada, no se enteran de nada?

Brasil parece condenado a convivir con la escoria de un sistema político venal, que cree sinceramente que el bien público es patrimonio privado de un pequeño grupo que decide, soberano, sobre el bien y el mal.

Los adictos al abuso están cómodamente instalados en los tres poderes que deberían ser la base de la democracia: el Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo. La impertinencia de los impunes salta a los ojos de cualquiera y deja claro que en el fondo el gran problema del país está en el sistema viciado que exige, a gritos, una reforma.

La restauración en marcha

Mientras la elite brasileña trata de volver a la normalidad después de las movilizaciones de junio, Dilma Rousseff atiende los reclamos de la sociedad.

Infelizmente no es posible convocar el plebiscito antes de octubre, de modo que las elecciones de 2014 deberán realizarse con el sistema electoral actual”, dijo –palabra más o menos– el vicepresidente brasileño, Michel Temer (PMDB), el jueves al mediodía. Comentan observadores que los gritos que la presidenta Dilma Rousseff daba esa tarde durante su visita a Salvador podían oírse en Brasilia sin necesidad de teléfono.

Mensaje de las calles

Las manifestaciones en las calles del Brasil traen de cabeza a los analistas y cientistas políticos. Dirigentes partidarios y líderes políticos se preguntan perplejos: ¿quién lidera ese movimiento si nosotros no estamos en él?

Recuerdo cuando dejé la cárcel a fines de 1973. Al entrar en ella, cuatro años antes, predominaba el movimiento estudiantil en la contestación a la dictadura. Al salir encontré un movimiento social -comunidades eclesiales de base, oposición sindical, grupos de madres, lucha contra la carestía- que me sorprendió. Desde lo alto de mi vanguardismo elitista me hice la pregunta: ¿cómo es posible si nosotros los líderes estábamos encarcelados?

Tesis sobre la urbanización planetaria

En la actualidad, es común escuchar hablar sobre el «triunfo de la ciudad» y sobre una nueva era urbana en la que las ciudades se expanden a lo largo y a lo ancho del planeta. Los temas urbanos son debatidos enérgicamente por historiadores, críticos literarios y otros expertos en áreas humanísticas y ciencias duras. Más allá de las cuestiones cuantitativas, no debe perderse de vista que las geografías de la urbanización están adquiriendo morfologías nuevas y de mayor envergadura, que hacen estallar la antigua división entre lo urbano y lo rural. Este artículo sostiene que el mundo de los estudios urbanos académicos parece sufrir una nueva crisis epistemológica, y propone ubicar en el centro del análisis los procesos de destrucción creativa del espacio político-económico bajo el capitalismo.

Ciudades en disputa: diálogos críticos entre América latina y Europa

El programa de intercambio interdisciplinario CONTESTED_CITIES/CIUDADES EN DISPUTA reúne investigadores de universidades europeas y latinoamericanas para discutir las consecuencias de la neoliberalización urbana y los movimientos sociales de resistencias originados en diferentes contextos geográficos. Mediante la utilización de metodologías cualitativas innovadoras, el proyecto tiene como objetivo generar avances teóricos en los estudios sobre ciudadanía y geografía urbana, así como producir nuevas indagaciones empíricas sobre las consecuencias de las recientes políticas.

Violencia en acto y en palabra

Las violencias de género habitaban desde siempre nuestro mundo. Sólo que yo lo confirmé tempranamente, cuando leí por primera vez La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik. Más tardíamente al escudriñar su “Poema del nombre propio”, con la arquitectura de la torre del castillo medieval dominado por la condesa Erzébeth Báthory, noté que la abyección de la violencia en los cadáveres de mujeres por feminicidio yace en la base donde se apuntala el orden social falogocéntrico: Alejandra, Alejandra/ Debajo estoy yo/ Alejandra.

¡Todos fichados!

Nos lo temíamos. Y tanto la literatura (1984, de George Orwell) como el cine de anticipación (Minority Report, de Steven Spielberg) nos habían avisado: con los progresos de las tecnologías de comunicación todos acabaríamos siendo vigilados. Claro, intuíamos que esa violación de nuestra privacidad la ejercería un Estado neototalitario. Ahí nos equivocamos.

La evolución del capital humano

Nancy Folbre, una catedrática de Economía de la Universidad de Massachusetts, en Amherst, indicaba en un reciente comentario para The New York Times que la edad de oro del capital humano –más o menos, la época en la que la economía demandaba mucho la clase de conocimientos que enseñamos en las facultades y en las universidades de humanidades– ya ha quedado atrás.

El avión y la geopolítica del gas

Aunque el escarnio aéreo que debió soportar el presidente Evo Morales por los cielos de la Europa imperial tuvo como pretexto necesario la fantasmagórica presencia del cuerpo de Snowden en el vuelo, también puede atribuirse al otro hecho que lo determinó: procedía de la cumbre presidencial que puso en marcha lo más parecido a un sindicato mundial del gas.