Inflación: ¿cuál es el problema?
Se desató en las páginas del suplemento Cash un debate a partir de los artículos de Pablo Manzanelli y Martín Schorr sobre “Inflación oligopólica” (10/3/13) y una respuesta de Eduardo Crespo y Alejandro Fiorito titulada “Es la puja distributiva” (17/03/13), donde salen al cruce del planteo que coloca el problema inflacionario en el esquema de concentración oligopólica de la economía argentina y sostienen que el proceso está centrado en una contienda por los ingresos.
¿Hacia un nuevo modelo de desarrollo? Desde la teoría de la regulación. Argentina 2003- 2010
El presente artículo propone un análisis del modelo de desarrollo argentino pos conver tibilidad dentro del actual proceso de transformación del capitalismo y superación de la fase neoliberal como estrategia de desarrollo. Presentamos la teoría de la regulación como el marco teórico sobre el cual se sostiene nuestro estudio y conceptualización del modelo de desarrollo. A partir de allí avanzamos en la caracterización de los principales elementos de la estrategia de desarrollo que derivaron en la crisis del 2001, abriendo espacio para la reconversión de las estructuras sociales y económicas que contienen al capitalismo en Argentina. En este contexto, abordamos el análisis de la configuración del modelo de desarrollo para el periodo 2003-2010 con el objetivo de determinar el alcance transformador en relación al ciclo neoliberal
“No estábamos peleando por un café” - Entrevista a Jorge Remes Lenicov por Eduardo Anguita
Autor de un libro que recorre los cuatro meses de su gestión y del proceso desde el default hasta la pesificación. Las presiones de los grupos dominantes, financieros, industriales, agroexportadores y en particular del Grupo Clarín.
Antes de comenzar la entrevista tenía dudas de preguntarle sobre enero de 2002. “¿Lo meto en aquel infierno?”, me preguntaba. Y usted me recibe con su libro Bases para una economía productiva. El programa de enero-abril de 2002 y la rápida recuperación de la economía argentina, de la editorial Miño y Dávila, publicado en octubre de 2012. Arranquemos entonces por aquel 2 de enero de 2002.
Extrahección: la violación de derechos en la apropiación de la naturaleza
Extrahección es un nuevo término para describir la apropiación de recursos naturales desde la imposición del poder y violando los derechos de humanos y la Naturaleza. La palabra es nueva, pero el concepto es muy conocido. Describe situaciones que, poco a poco se están volviendo más comunes, como emprendimientos mineros o petroleros impuestos en un contexto de violencia, desoyendo las voces ciudadanas, desplazando comunidades campesinas o indígenas, o contaminando el ambiente.
Malvinas: la soberania integral
En los últimos días de abril, dos hechos -económico uno, político el otro- pusieron dramáticamente en evidencia la dualidad de la situación argentina:
· El martes 27 los funcionarios del Ministerio del Interior emitieron un comunicado en el que sugerían que "no hacer reservas excesivas de alimentos, medicina y combustibles o no retirar depósitos dinerarios, evitando así su sustracción de la normal circulación en el mercado -explicaba el Ministerio-, serán, entre otras cosas, actitudes que encierran una muy positiva colaboración para nuestros soldados que luchan por la patria en el Sur"
El BID bautiza a los “vulnerables”
Las instituciones financieras internacionales anuncian todos los días el fin de la recesión global. Desde 2008, están enviando mensajes de que EEUU ya superó la crisis. Igualmente, los europeos aseguran que la recuperación ya está tomando forma y pronto se abrirá camino hacia la prosperidad. El Banco Mundial se encuentra en la vanguardia de este movimiento.
En el caso de América Latina, el Banco Mundial y las demás instituciones financieras no pueden decir mucho porque todavía no entienden por qué en gran parte de la región la acumulación capitalista crece y prospera. Para confundir aún más, recién publicaron un informe donde dice que ha “emergido” una nueva clase social en América latina que llama “los vulnerables”. Representa el 37.5 por ciento de los latinoamericanos (es decir, 3 de cada ocho de los habitantes de la región somos “vulnerables”).
Inversiones: industria automotriz
En el año lectivo 1975 del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico, su cátedra fue utilizada para estudiar diversos aspectos de la realidad económica nacional. Entre esas exposiciones le tocó al Lic. Jorge Remes Lenicov hacer una atenta investigación sobre el desarrollo de la industria automotriz en la Argentina, cuyos tramos principales se reproducen a continuación.
Ideas para una reforma fiscal progresista
La propuesta fiscal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no siempre ha sido clara, por lo que es necesario discutir lo que, en mi opinión, debe ser la posición del partido sobre el tema. Primero, brevemente, el PRD es un partido de centro-izquierda que, por lo tanto, busca reducir las brechas de desigualdad en términos de ingresos y oportunidades. En una sociedad democrática esto se logra por medio de un Estado que cobra impuestos, de preferencia progresivos, y luego los gasta de manera eficiente en programas también progresivos. Eso nos lleva a la elemental conclusión de que deben ser los impuestos sobre la renta y la propiedad la base de una política fiscal redistributiva.
Irak, 10 años después
Ese 20 de marzo de 2003 me senté frente a la tv. La CNN se hizo tremendo festín con la cuenta regresiva a las bombas que muy pronto caerían en sitios estratégicos de Bagdad. Esta era una verdadera guerra, no de actores, pero sí con guiones falsos. Los actores son mentirosos, porque imitan emociones, pero esta vez, el dolor en el desierto de Babilonia, era real, se convertía en dunas de muerte.
No entendía muy bien las lógicas del mundo en aquel entonces, era presa fácil de la guerra contra el terrorismo y del miedo, que ahora sé, impregnan en la gente. Entendía, que los árabes eran unos viejos maniáticos, con mucha barba, llenos de armas y felices tirando bombas desde edificios. Estaba tan equivocado, que hace 10 años, pensaba que Irak era país de locos y que todo sería como lo pintan en Hollywood.
Pero el mismo CNN, que tanta publicidad se encargó de hacer para invadir a Irak, me demostró que todo estaba mal. Que una mujer, junto a sus hijos, no eran más peligrosos que los guionistas de las grandes productoras en Estados Unidos. Que vivir en pequeños pueblos en el desierto, no puede ser tan malo como el establecimiento lo proclama.
10 años después, no son mejores las cosas. No hay una Irak libre, ni con vestigios de armas biológicas como lo decían unos argumentos inventados desde Estados Unidos. La desesperación que produjo y produce en la economía de Norteamérica la obtención de oro negro y la especulación de falsos informes sobre tenencia de armamento nuclear por parte del viejo Saddam Hussein, hicieron de Bagdad una ciudad inmortal. La madrugada del 20 de marzo de 2003, el ejército invasor norteamericano en la llamada “Operación Libertad Iraquí” atacó y destruyó lo que quedaba de la antigua Babilonia.
Ahora, y 100 mil muertos después, es como ver en la tele al aberrante gobierno del norte, que pareciera jugar billar en una mesa de arena. Pero el desierto no es un juego, es un mapa milenario lleno de viejas historias; de beduinos en camello, de mágicas esfinges, de milagros bíblicos, de invasiones persas y babilónicas. Un mapa que es manipulado para crear una tormenta sobre dunas de arena y robarle a Mahoma sus mil y una noches. El Tigris y Éufrates continúan llorando hasta su desembocadura en el golfo Pérsico.
Todo parece muy tranquilo ahora. Los invasores pasan su tiempo en casa, pintando en momentos libres; otros viajan tranquilos, con la certeza de que la arena del desierto se quede allí y no forme tormentas de venganza. Ya todo está consumado, incluso el petróleo iraquí fuera de sus tierras originales, y la sangre de los miles de luchadores, que de ambos bandos defendieron su derecho a ser parte de la historia contemporánea del mundo. Los gringos ganaron, petróleo; los iraquíes perdieron, vidas; la tele basura ganó, Saddam murió en la horca.
Irak: La guerra una mentira y un resultado impreciso
Por Moises Saab (Desde El Cairo) / Una década, más de 111 mil civiles muertos, pugnas regionales, confesionales y un estado general de caos caracterizan hoy la situación de la antigua Mesopotamia, el país que de granero del mundo conocido entonces ha pasado a ser el escenario de una matanza sin fin, devenida monótona a pesar de su violencia.
El "misión cumplida" del presidente norteamericano de la época, George W. Bush, ha devenido objeto de burlas que despierta una sonrisa sardónica en los familiares de los casi cinco mil 500 militares que Washington admite como bajas en una guerra que estaba programada para una semana y aún no termina, sino que amenaza extenderse.
Sin contar los "asesores civiles", un invento diabólico que nunca ha fructificado y sólo ha servido para propiciar una corrupción que ha costado más de mil millones de dólares a los contribuyentes norteamericanos.
En términos internos, las rivalidades confesionales, que en Irak nunca alcanzaron los extremos, a diferencia de en otros países del área, han aflorado con una violencia que causa asombro.
Las áreas en las que residen musulmanes chiítas, y sus lugares sagrados, como la ciudad de Kerbala, son blancos cotidianos de ataques de una violencia nunca vista en ese país.
En el caso de los kurdos, las diferencias parecían resueltas con la creación de una región autónoma en el norte del país, pero no ha sido así: las autoridades de esa zona están abocadas a un conflicto con el Gobierno central por la posesión de tres provincias, Kirkuk, Mosul y Sulaimaniya, en las que existen grandes yacimientos de petróleo.
Además de ese conflicto con raíces étnicas y económicas, los iraquíes han devenido de personas orgullosas de su pasado, que presentaban ante el mundo como una herencia común, a un conglomerado marcado por regionalismos, como evidencian el conflicto con los kurdos y la rebelión en la provincia de Al Anbar, de mayoría sunita.
El signo más obvio del auge del confesionalismo está en el apoyo que recibe el primer ministro Nuri al Maliki de los residentes en la ciudad meridional de Basora, justo por donde llegaron las tropas estadounidenses y sus aliados británicos y españoles.
Además de una contradicción: la red Al Qaeda en Irak tiene hoy más fuerza y miembros de los que nunca pudo soñar bajo el régimen derrocado por la invasión y ocupación estadounidense.
La fragmentación ha llegado al extremo de que en los año 90 surgió la tesis de dividir el país en sultanatos, o lo que es igual, retornar al medioevo y olvidar una historia en la cual aparece con brillo propio la rebelión contra el colonialismo británico y el papel iraquí en la región como factor de contrapeso a Israel.
Es quizás en el ámbito regional donde hay que buscar otra contradicción entre los propósitos de las autoridades estadounidenses con si bien eliminó a Saddam Hussein y el Gobierno del Partido Baas, (las similitudes con los acontecimientos en Siria no son causales), permitió el fortalecimiento de la revolución islámica en Irán.
Es indudable que los muchos y costosos errores de Hussein dieron a Washington en bandeja de plata los pretextos, si falta hicieran, para eliminar al obstáculo que se le presentaba en el Levante de la época y, de paso, establecer su presencia militar en el Golfo Pérsico, un objetivo que hasta entonces le había sido esquivo.
Sin embargo, el despliegue de portaviones y las bases militares en países de la península arábiga es un esfuerzo económico agotador en las actuales condiciones económicas y de resultados imprecisos, como demuestra la resistencia de Irán a pesar de las severas sanciones en su contra y las inquietudes en varios países que le son afines.
Las autoridades persas han hecho saber que en caso del estallido de una agresión en su contra tienen la disposición, y la posibilidad militar, de bloquear el estrecho de Ormuz, el objeto del deseo para los estrategas estadounidenses, ya que por él transita el 35 por ciento del petróleo que alimenta las economías de las potencias occidentales.
Para colmo de desilusiones, Teherán y Bagdad han dado en los últimos meses señales de acercamiento, una pesadilla diplomática ya que crea un muro de contención a tener en cuenta para la política estadounidense en el sensible golfo Pérsico.
En ese contexto, y aparte las consideraciones políticas, está la devastación de un país cuya población sobrevive angustiada en un entorno marcado por la violencia, impuesta por una mentira: las armas de destrucción masiva que nunca existieron.