La denominación neoliberalismo ha correspondido originariamente a la doctrina económica imperante en la primera mitad del siglo pasado, según la cual los Estados debían actuar sobre el aparato distributivo del modelo liberal, con una finalidad de justo reparto del ingreso nacional y en aras de justicia social. Al efecto se creó un orden jurídico por medio del cual se pudo ejercer la política económica de una nación; surgió claramente la distinción entre política económica y teoría económica (o sea, entre deber ser y ser económicos). Mediante el ejercicio de la primera se realizó la llamada política económica del bienestar.

A fines del siglo XX, con el respaldo doctrinario de un grupo de economistas,la mayoría miembros fundadores de la Sociedad de Mont Pélérin, las principales naciones capitalistas propiciaron el retorno liso y llano de la doctrina del libre mercado, con prescindencia del Estado en la redistribución de la renta nacional, salvo en el caso de la tributación, según la fórmula ricardiana. La misma política ha sido impartida en sus asesoramientos por los órganos internacionales de crédito. Esto ha afectado sobre todo a los países miembro de economía dependiente cuando se trata de imponerles esa política envuelta en la falsa denominación, para el caso de neoliberalismo.