"Señores diputados: el problema con Aranguren no son sus dólares afuera sino para qué los mantiene allí"
Ernesto Tenembaum le preguntó a Juan José Aranguren por qué tiene sus fondos fuera del país, a lo que este respondió: "Casi toda esa inversión, ese ahorro, fue producto de una bonificación que recibí de mi anterior empleador, en acciones de esa empresa que obviamente estaba en el exterior, y en un momento en donde la Argentina durante tres o cuatro años había un cepo cambiario, ¿para qué voy a traerlo?". El periodista redobló y el CEO-ministro cerró la discusión aclarando que no piensa repatriarlos hasta no recuperar "la confianza que hemos perdido en Argentina". Las declaraciones provocaron una catarata de críticas por parte de legisladores opositores. El Observatorio OETEC advierte, no obstante, que ningún diputado ni diputada abordó la temática desde el problema fundamental.
Federico Bernal, director del OETEC, explicó que "Si yo fuera Aranguren, haría lo mismo con los dólares que intercambié por mis acciones en Shell: las dejó en Europa; y si es en un banco británico mucho mejor (por las libras). ¿Y por qué haría esto? Porque, primero, el padre del Corralito y uno de los principales responsables del desmadre económico de 2001, Federico Sturzenegger, es el presidente del Banco Central. Segundo, porque la administración Macri está tomando todas las políticas que desde mediados de los noventa nos condujeron a la peor crisis de nuestra historia. Así que, en definitiva, coincido con Aranguren: la gestión de Mauricio Macri no es para nada confiable".
Bernal, asimismo, agregó que "Muchos diputados pusieron a Aranguren al nivel de otros funcionarios que tienen su patrimonio o parte de él fuera de la Argentina. Eso es un error. El propio Aranguren se encargó de explicar por qué…".
En la entrevista de Tenembaum, el funcionario reveló que ese dinero es casi todo producto de las acciones Clase A de la Roya Dutch Shell que él tenía antes de asumir en diciembre de 2015 y que mantuvo hasta septiembre de 2016, más las que pudo haber comprado en esos meses.
En otras palabras, afirmó el director del OETEC, "Aranguren nos está diciendo que las acciones de la compañía las mantiene en formato billete, bien resguardadas en algún banco europeo. Y en ese formato seguirán hasta que culmine su gestión y pueda volver a recomprarlas. ¿Por qué? Porque el señor Aranguren es un hombre de Shell y está lejos de jubilarse. Segundo, porque el banco le ofrece un interés del 0,1% anual, que no es nada, tal y como él mismo manifestó en la entrevista. Tercero y crucial, porque nada le impide volver a recomprarlas una vez concluido su mandato".
"Pasamos a explicar: Aranguren fue accionista de la Royal Dutch Shell coincidiendo con los primeros 10 meses de su gestión como ministro. En septiembre de 2016, ante la irrefrenable presión de la ciudadanía y la oposición, anunció que las vendería. Ahora sabemos que lo que hizo fue reconvertirlas por su valor en dólares, tal vez unos 3 a 4 millones, para depositarlos luego en un banco europeo, presumiblemente británico. ¿Es esto lo más grave? En absoluto. Al día de hoy que este señor, máximo responsable con el presidente Macri de la estafa energética contra el pueblo argentino, sigue sin asegurar oficialmente a la Oficina Anticorrupción ni al Congreso de la Nación que no volverá a reconvertir dicho capital en acciones de la misma compañía", detalló Bernal.
"Es una lástima que ningún legislador se haya concentrado en este abordaje, porque al hacerlo llegarían a la misma conclusión que venimos sosteniendo desde septiembre de 2016 en absoluta soledad: Juan José Aranguren sigue siendo accionista de Shell hasta tanto no presente formalmente ese reaseguro. Es decir, su compromiso fiel e indeclinable de que sus dólares devenidos de las acciones previamente de su propiedad no volverán a convertirse en acciones cuando abandone, renuncie o concluya su cargo de ministro".
En este sentido, el Observatorio OETEC aprovecha la ocasión para proponer a las fuerzas opositoras en el Congreso de la Nación las siguientes acciones:
1) Se inste a Aranguren a comparecer ante el Congreso a los efectos de que, frente a todo el cuerpo legislativo de diputados y senadores, el funcionario confirme oficialmente y por escrito, avalado por la OA y el presidente de la Nación, que no volverá a recomprar las acciones de la Royal Dutch Shell con los dólares derivados de la venta de las mismas, dólares seguramente depositados en algún banco que le facilite la transacción a libras. El plazo para la recompra deberá formar parte de la necesaria modificación a la Ley de Ética Pública, no debiendo ser menor a 4 años. El compromiso del funcionario, finalmente, deberá publicarse en el Boletín Oficial.
2) Mientras Aranguren no presente dicho compromiso, según se describió en el punto anterior, no puede dejar de ser tratado, criticado y denunciado como accionista de la compañía.
3) En caso se manifieste contrario a suscribir el compromiso aquí descripto, su rechazo debería ser respondido con un contundente y generalizado pedido de renuncia por parte de todos los bloques de la oposición.
4) Se debería lanzar una campaña nacional opositora para lograr la renuncia del accionista de Shell en calidad de ministro de Energía. Entre sus primeras acciones, se propone conformar una comitiva de legisladores nacionales y especialistas del sector que viajen al Reino Unido para conocer qué sucede allí en estos casos, difundiendo y denunciando la cuestión Aranguren entre el periodismo local y europeo, en el marco del brutal tarifazo, el pésimo resultado de sus dos años de gestión, así como en el de los ingentes e incuestionables avances de Shell en nuestro país.
5) En paralelo, se deberían declarar nulas todas las resoluciones, disposiciones, leyes, etc. firmadas por el propio Aranguren por ser todas ellas violatorias de la Ley de Ética Pública (artículo 15, inciso b), por un lado, y del Decreto 1006 de septiembre de 2016 firmado por Mauricio Macri, por el otro, normativa en la que cabe recordar el señor presidente aceptó la excusación del señor Aranguren de abstenerse de "… intervenir durante su gestión, en todas las actuaciones que estén particularmente relacionadas con la empresa SHELL COMPAÑÍA ARGENTINA DE PETRÓLEO SOCIEDAD ANÓNIMA y/o con las empresas vinculadas a ésta, en las que pudiera corresponder su intervención en ejercicio de las competencias propias de dicho Ministerio". A propósito, ¿se abstuvo de intervenir en todas las actuaciones relacionadas con Shell? De ninguna manera.
Debajo, se recuerda el nivel de participación de la filial argentina de Shell en el sector energético nacional:
Fuente: Elaboración OETEC. El Grupo Shell actúa en los siguientes niveles del sector energético nacional: 1) producción de energía primaria (petróleo y gas natural); 2) oferta interna de energía primaria (importación de gas) para consumo final; 3) producción de energía secundaria (gas por red, gas licuado y combustibles líquidos derivados del petróleo); y 4) oferta interna de energía secundaria (importación de gas por red, comercialización de gas licuado y combustibles líquidos derivados del petróleo) para consumo final. El gas natural es, a su vez, insumo principal de la generación térmica, siendo que la termoelectricidad es asimismo la principal fuente de generación de electricidad.
"Aranguren fue CEO durante una década (renunció el 30 de julio de 2015). Dijo haberse desprendido de sus acciones a partir de septiembre de 2016. Pero ahora nos confirma que, en verdad, esas acciones las mantiene depositadas en dólares en algún banco europeo, muy posiblemente británico, y que allí se quedarán. Aranguren nunca dejó de ser accionista de la firma angloholandesa por las razones aquí expuestas, firma cuya filial argentina participa en absolutamente todos los niveles del mercado ampliado de la energía de nuestro país, sea directa como indirectamente", concluyó Federico Bernal.
Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC)