La crisis económica autoinfligida más severa desde el 2001, puso en evidencia las consecuencias del abultado y vertiginoso endeudamiento llevado a cabo durante los primeros años de la gestión de Cambiemos. Más grave aún, esto fue solo una primera manifestación del problema, asociada a una falta de liquidez, mientras que todavía queda lidiar con la cuestión de la (in)solvencia.

Para entender cómo se gestó en tan poco tiempo, basta con poner en contexto histórico las emisiones de bonos en moneda extranjera. En tan solo tres años, Cambiemos emitió más deuda que en toda la década que duró la Convertibilidad y casi el doble que en los últimos 10 años del kirchnerismo (USD 71.000, 63.000 y 38.000 millones, respectivamente).

Puntualmente en 2018, Cambiemos emitió USD 16.700 millones en bonos denominados en moneda extranjera y USD 24.908 millones en moneda local, sumados a Letras del Tesoro en moneda extranjera por USD 18.504 millones y USD 20.998 millones en moneda local.

Como se puede observar, las emisiones de bonos y letras en moneda extranjera, que venían mostrando una participación por encima del 60% del total en los dos años anteriores, sufrieron una notable contracción hasta ubicarse en torno al 32%, debido a la caída en la demanda tanto de residentes locales como extranjeros por este tipo de activos.

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