Una crecida poco habitual del Atuel paralizó el dique Los Nihuiles
La correntada provocó destrozos en las centrales hidroeléctricas y paralizó el complejo hidroeléctrico Los Nihuiles.
Un violento temporal que en la madrugada del sábado azotó al sur mendocino, provocó enormes daños en el Cañón del Atuel, destruyó decenas de kilómetros de ruta entre El Nihuil y Valle Grande y produjo severos daños a las centrales hidroeléctricas, que permanecerán fuera de servicio por semanas. Los organismos de seguridad debieron implementar un operativo de emergencia para rescatar a turistas y un extensa área permaneció durante un día entero sin energía eléctrica.
Según informes periodísticos locales, en la zona de San Rafael “nadie recuerda una tormenta como ésta”. Aseguran que “no hubo muertos solo por milagro” y cuentan las intensas lluvias provocaron “una crecida extraordinaria río Atuel: numerosos autos fueron arrastrados por el río y quedarán para siempre en el fondo del lago Valle Grande”.
Los destrozos fueron de tal magnitud, que operarios de Vialidad Nacional y Pampa Energía seguían trabajando ayer con maquinaria pesada para tratar de recuperar algunos tramos intransitales de caminos, que los mantenía sin acceso a varias de las usinas generadoras.
Según un artículo de Sitio Andino, ayer al medodía, unas 36 horas después de la tormenta, lograron restablecer el servicio eléctrico en el departamento de General Alvear, “alimentando la Estación Transformadora Alvear y Bowen a través de la Línea de Alta Tensión (LAT) 132 kV de la Central Hidroeléctrica Nihuil 4”. Para mantener operativo el servicio fue necesario poner en funcionamiento también “un tramo de media tensión 33 kV que conecta Real del Padre con Monte Comán, junto con la Estación Transformadora La Llave”.
Centrales apagadas.
El inusitado caudal que transportó el Atuel provocó la salida de servicio de las centrales Nihuil 2 y 3. Según Sitio Andino “el río suele llevar habitualmente 80 metros y ahora calculan que transportó más de 800”. La crecida fue tan que “las turbinas quedaron prácticamente bajo el agua”.
El Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza difundió ayer un comunicado para informar sobre la situación de las instalaciones eléctricas en el sur provincial. Según el texto, el temporal provocó “daños significativos en los sistemas de turbinas y generadores de las centrales Nihuil 2 y Nihuil 3 por el ingreso de agua, dejando ambas fuera de servicio”.
Los residentes de San Rafael acostumbran a mirar informes del tiempo apenas observan nubes oscuras o presagios de temporal, para guarecerse y resguardar sus vehículos del granizo. Y cuando visitan la montaña o espejos de agua incrementan esos recaudos. Sin embargo, “esta vez, la tormenta llegó muy rápido”.
Una crónica publicada en Sitio Andino registra que “el ingeniero Raúl Besa”, un especialista muy consultado ante eventualidades climáticas” “no durmió durante la noche del sábado, y a las 0,45 emitió una ‘alerta por tormenta con lluvia y granizo para el embalse El Nihuil en 15 minutos y después para el Cañón del Atuel y Valle Grande”.
Según el informe suministrado ayer por el radarista Hugo Videla “la precipitación comenzó a las 23,40 del viernes y terminó a la 1,20 horas del sábado”. El técnico calculó que en ese lapso “cayeron hasta 90 milímtros de agua sobre una superficie de 120 hectáreas”.
También se cumplió el pronóstico de Besa sobre una segunda tormenta y el informe del radar registró la caída de otros 70 milímetros entre las 0:50 y las 2:40, en una superficie de 410 hectáreas”.
La lluvia provocó una acumulación de agua extraordinaria, que comenzó a caer por las laderas del Cañón, incrementando el caudal y generando una correntada descendente que se llevó todo a su paso. A las dos de la mañana los operadores de Pampa Energía decidieron detener los generadores y dejar de verter agua en el río. El dique Aisol fue el primero en apagar sus turbinas.
Sin embargo, los técnicos no imaginaban la magnitud de la crecida, y calculaban que el inconveniente máximo serían un taponamiento de filtros. Media hora después de apagar la central, un operador informó que El Nihuil quedaría fuera de servicio porque “en menos de cinco minutos el nivel de agua había subido subió más de 6 metros”.
Finalmente, “todo el complejo hidroeléctrico quedó paralizado: las computadoras cubiertas por barro y yuyos; los tableros destruidos; los pasillos repletos de arena; las máquinas del taller completamente destruidas y hasta encontraron aguas abajo un gabinete con herramientas que el río se llevó”.
Según los reportes, “hay zonas donde el agua subió más de 10 metros por los recovecos de las usinas, y hasta las rejas y paredes de contención desaparecieron, arrastradas por el agua como los automóviles de los turistas”.
Salvados de milagro.
Si bien los organismos provinciales alertaron con avisos sobre las fuertes tormentas pronosticadas, numerosos turistas los subestimaron o tomaron con indiferencia. A pesar de la cartelería que señala peligro de derrumbes por vientos o lluvia, un medio centenar de visitantes decidió seguir acampando en sitios peligrosos, donde incluso está prohibido bañarse y acampar.
Por eso, el domingo debieron implementar un importante operativo para rescatar a 30 turistas, entre ellos una mujer que había campado cerca de la Usina 3: fue arrastrada por el río y se salvó de milagro trepada al techo de su camioneta Toyota. En estas tareas participaron cuadrillas de Defensa Civil, Vialidad Provincial y Pampa Energía, además de bomberos y personas voluntarias
Según la policía, al menos cinco vehículos fueron arrastrados por la correntada, y hay varias decenas destrozados e inservibles.
Fuente: La Arena - Enero 2025