Perfiles de la pobreza. Propuestas para su abordaje en la Argentina reciente.

Eduardo Chávez Molina - José Rodríguez de la Fuente - Mariana Sosa

La discusión acerca de la pobreza como concepto para evaluar en qué medida una sociedad garantiza determinados umbrales de bienestar tiene implicancias tanto en el ámbito público-político como académico (Arakaki, 2018; Born, 2014; Fernández y González, 2019; Salvia et al., 2017; Zack et al., 2020). No es lo mismo medir necesidades básicas insatisfechas, canastas básicas alimentarias, líneas de pobreza relativa, índices multidimensionales o disponibilidad de dinero en dólares de paridad de poder adquisitivo (PPA). Cada constructo ilumina distintos aspectos de las carencias, siendo algunos más o menos exigentes, más o menos comparables entre países y en el tiempo. Sin embargo, independientemente del cálculo que se realice, hay un hecho que es insoslayable: en los 2 últimos años la pobreza en la Argentina ha ido en aumento y las recientes crisis sociales y económicas son explicativas de ello (Benza et al., 2022). 

La medición oficial de la pobreza en Argentina comenzó a realizarse a partir de los años 80’, bajo el enfoque directo de las necesidades básicas insatisfechas (NBI). La medición por ingresos (por la línea de pobreza e indigencia), que es la que ocupa centralidad hoy en día, comenzó a realizarse a nivel de los principales aglomerados del país, a inicios de los años 90 a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), más allá de algunas experiencias puntuales realizadas en años previos a nivel de Gran Buenos Aires. 

A los fines de contar con un índice comparable en el tiempo, en este trabajo nos centraremos en el análisis de la evolución de la pobreza en los últimos 9 años. De este modo realizamos un breve repaso de los principales hitos económico-sociales que han ocurrido en el país.

Los cambios en la política económica acontecidos a partir de 2016 bajo el gobierno de Macri, y profundizados por la crisis financiera de 2018, produjeron un primer incremento importante en la tasa de pobreza por ingresos. La caída del salario mínimo, vital y móvil y de los ingresos reales, el aumento de la desocupación, el estancamiento del trabajo registrado y el aumento de la inflación, son algunos de los factores que explican el aumento de la pobreza desde el 30,3% en 2016 al 35,5% en 2019. 

A finales de 2019 se produce un cambio en el signo político del gobierno. A pesar de la rápida recuperación de los efectos de la pandemia del COVID 19 durante 2021 en la actividad económica y en el mercado de trabajo, el gobierno del Frente de Todos tampoco pudo revertir durante su mandato el bajo nivel salarial heredado de la administración anterior, ni el contexto de alta inflación (Manzanelli y Amoretti, 2023). La pobreza durante dicho período continuó creciendo y alcanzó en el segundo semestre del 2023 al 41,7% de la población (INDEC, 2024).

El retorno al gobierno de una fuerza política neoliberal a fines de 2023 aceleró el deterioro en las condiciones de vida de las grandes mayorías. Medidas tales como la fuerte devaluación de la relación peso-dólar de diciembre de 2023, así como el ajuste en el gasto social y en la construcción de obra pública, tuvieron como resultado una profundización de la recesión económica, un aumento del desempleo y una reducción de los ingresos familiares y las jubilaciones, de casi 20 y 24 puntos porcentuales, respectivamente, comparando los valores a inicios de 2023 y 2024 (González et al., 2024). 

Por su parte, estudios recientes han señalado el cambio de configuración que ha tenido la pobreza en los últimos años, principalmente a partir del concepto de “trabajadores pobres” (Poy y Alfageme, 2024; Poy y Dichiera, 2024), así como del estudio de los factores estructurales y coyunturales que resultan explicativos del deterioro sobre las condiciones de vida de la población (Chávez Molina y Rodríguez de la Fuente, 2022; Gasparini et al., 2022). En esta línea, el presente working paper tiene como objetivo comprender el cambio que ha ocurrido en el perfil de los grupos sociales que han transitado hacia una situación de pobreza entre 2016 y 2024 haciendo foco en la actualidad. A modo de hipótesis entendemos que en los últimos años la pobreza ha comenzado a afectar a grupos sociales que se encontraban con una mayor protección, fundamentalmente a través de las instituciones laborales. Nos centraremos principalmente en el estudio de los factores socioeconómicos y laborales de la población ocupada. 

Resultados

Gráfico 1. Porcentaje de personas en hogares bajo la línea de pobreza e indigencia. Argentina urbana, 2016-2024 (semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

El gráfico 1 ilustra las tendencias de la "Indigencia" y la "Pobreza" en Argentina desde la segunda mitad de 2016 hasta la primera mitad de 2024. Durante este período, tanto las tasas de indigencia como las de pobreza han aumentado significativamente. La indigencia comienza en 6.1% en la segunda mitad de 2016 y aumenta a 18.1% para la primera mitad de 2024. De manera similar, la pobreza comienza en 30.3% en la segunda mitad de 2016 y aumenta a 52.9% para la primera mitad de 2024. Esta tendencia destaca el empeoramiento de las condiciones económicas a lo largo de estos años, y lo más grave es la población en situación de indigencia, que no tiene garantizada una canasta básica de alimentos.

Gráfico 2. Distancia monetaria (en porcentaje) a la canasta básica total. Argentina urbana, 2016-2024 (semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Posteriormente nos interrogamos sobre la distancia promedio, en términos monetarios, que separa a los distintos hogares de la CBT. El gráfico 2 muestra un diagrama de barras apiladas en la que se representan distintos segmentos en función de su distancia -negativa o positiva- a la CBT. Cada segmento representa distintas situaciones:

  • Negro (-100%/-50%): Representa el grupo más distante de la CBT.
  • Violeta oscuro (-49%/-20%): Personas que están por debajo de la CBT, pero no en los niveles más bajos.
  • Tonos intermedios (-19%/0% a 1%/50%): Grupos que se acercan progresivamente a alcanzar la CBT. Este dato es interesante en el sentido de que es  un grupo que puede salir rápidamente de situación de pobreza, y reducir la cantidad de población bajo la LP.
  • Naranja (51%/100%): grupos alejados por más de un 50% de la CBT pero que sus ingresos no la duplican.
  • Amarillo claro (Más de 100%): Personas que duplican la CBT o tienen ingresos superiores.

El gráfico evidencia un deterioro general en las condiciones económicas de la población representada, con un crecimiento en los segmentos que se posicionan a distancias más amplias respecto a la CBT, especialmente en los niveles de pobreza extrema. Sin embargo, el crecimiento también se observa en el segmento inmediatamente superior (-49%/20%), que en el primer semestre de 2024 alcanzan al 24% de la población. Esto podría estar vinculado a factores como la existencia de salarios e ingresos que evolucionan por debajo de la inflación, así como a las restricciones del mercado interno, pero también los impactos puntuales que han generado la crisis de deuda de 2018, la pandemia en 2020 y el ajuste social de finales de 2023 y comienzos de 2024.

Por su parte, el grupo más alejado de la línea de pobreza, es decir, aquellos que duplican a la CBT a partir de sus ingresos familiares, no ha hecho más que disminuir desde 2018, representando al 19% de la población en 2024. 

Ahora bien, más allá de la evaluación del crecimiento de la pobreza, es necesario enfocarse también en cómo se ha desarrollado la desigualdad y el desempleo, en tanto indicadores 6 que también suelen estar vinculados con el cambio en bienestar de los hogares. 

Gráfico 3. Evolución trimestral del coeficiente de Gini. Argentina urbana, 2016-2024.

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

En Argentina, el coeficiente de Gini ha revelado una tendencia preocupante de incremento en la desigualdad en los últimos años. Durante el segundo semestre de 2016, el coeficiente se situaba en aproximadamente 0.427, reflejando una desigualdad moderada en la distribución de ingresos. Sin embargo, para el cuarto trimestre de 2018, este valor aumentó a 0.440, evidenciando una tendencia ascendente en la desigualdad que persistió hasta 2020, alcanzando un primer pico en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Aunque hubo una reducción en la desigualdad hasta finales de 2022, esta tendencia se revirtió nuevamente, alcanzando un nuevo máximo a comienzos de 2024, como resultado de la devaluación y el ajuste social implementado por la nueva administración gubernamental. Para encontrar índices de desigualdad similares, deberíamos remontarnos a 2008.

En términos generales, podemos observar que la desigualdad de ingresos ha seguido una trayectoria similar a la de la tasa de pobreza durante el período analizado. Esta relación subraya la importancia de abordar ambos fenómenos de manera integral para promover una mayor equidad y cohesión social.

Gráfico 4. Evolución trimestral de la desocupación. Argentina urbana, 2016 - 2024.

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

El gráfico 4 sobre la evolución de la desocupación, es una representación lineal que evidencia fluctuaciones en los porcentajes a lo largo de los trimestres desde 2016 hasta 2024. Se puede observar una tendencia general de altibajos, con un aumento significativo durante 2020-II, debido a los eventos económicos y sociales de ese período, en el marco del COVID-19 y de las políticas de aislamiento social. Posteriormente, hay una notable disminución hasta 2023-III, alcanzando el punto más bajo en este periodo, seguido por un pequeño repunte en 2024-II. La proliferación de actividades refugio, como el reparto de mercadería o alimentos a través de las llamadas “economías de plataforma”, ha incidido que las tasas de desocupación no se manifiestan tan agudamente como antaño.

El impacto de la pobreza en los distintos grupos sociales

En este apartado revisamos cómo ha evolucionado la pobreza en distintos grupos poblacionales según su posición en el mercado de trabajo.  

Clases sociales

Gráfico 5. Distribución de las personas bajo la línea de pobreza según posición de clase. Argentina urbana, 2016-2024 (primeros semestres)

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Este gráfico muestra, en los años seleccionados, la evolución de la pobreza por clase social.

Para los propietarios y directivos de establecimientos de más de 5 ocupados, aunque es la clase social con menor porcentaje de pobreza, se observa un aumento gradual, posiblemente reflejando un deterioro económico general. Para esta clase social sin embargo el impacto de la pobreza, aunque pasó de 2.5% a 7.7% en los años analizados, sigue teniendo una composición muy menor al promedio de la pobreza nacional.

Una situación distinta muestra los propietarios y directivos de pequeños establecimientos. Este grupo muestra un incremento significativo en la pobreza, especialmente entre 2021 y 2024, lo que podría indicar una afectación severa por factores económicos recientes, ya que está compuesto por pequeños empresarios y directivos. Pasó del 12.6% al 38.0%, triplicando el número bajo esta condición.

Similarmente, la clase compuesta por personas profesionales y/o calificadas por cuenta propia, muestra una tendencia al alza en pobreza, con una ligera reducción en 2023 seguida por un aumento en 2024. Pasó del 19.9% al 41.6%, acercándose al promedio nacional.

Aunque inicialmente fue bajo, el porcentaje de pobres en la clase de trabajadores no manuales de grandes establecimientos casi se cuadruplica entre 2017 y 2024 (4.9% al 20.4%). Esta clase está conformada principalmente por profesionales que realizan tareas calificadas, y su nivel de formalización suele ser muy elevado, aunque como se aprecia en los datos, no queda exenta del aumento de la pobreza.

El grupo de trabajadores manuales de grandes establecimientos siempre ha tenido un porcentaje alto de pobreza, y el incremento significativo en 2024 resalta la creciente vulnerabilidad de los trabajadores manuales ante caída de ingresos y falta de regulaciones de salarios en los espacios institucionales creados para ello.

La clase de trabajadores no manuales de pequeños establecimientos muestra un incremento notable en la pobreza, manteniéndose alto en 2023 y aumentando aún más en 2024, pasando del 16.1% al 44.3%. Acá se encuentran principalmente trabajadores de comercio y empleadas/os administrativas de pequeños negocios.

Uno de los grupos más afectados es la clase de trabajadores manuales en pequeños establecimientos, con un crecimiento constante de la pobreza y aumento en 2024, pasando en todo el período del 35.5% al 66.4%. 

Finalmente, el grupo de trabajadores por cuenta propia no calificados ha mostrado una de las mayores tasas de pobreza, con fluctuaciones, pero un aumento constante, alcanzando un pico en 2024 con el 64.7%

La tendencia general muestra un incremento en la pobreza en todas las clases sociales, con un aumento más pronunciado en 2024. La mayor afectación se observa en trabajadores manuales y no calificados, reflejando la vulnerabilidad de estos grupos ante las condiciones económicas adversas.

Intensidad laboral

Gráfico 6. Evolución de pobreza según nivel de intensidad laboral de los ocupados. Argentina urbana, 2016-2024. (en semestres)

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

El gráfico muestra la evolución de la pobreza en Argentina urbana entre 2016 y 2024, segmentada según tres niveles de intensidad laboral de los ocupados: ocupados plenos, sobreocupados y subocupados. Los ocupados plenos, representados por la línea azul, corresponden a aquellos con trabajos a tiempo completo y carga horaria suficiente. Los sobreocupados, indicados por la línea naranja, incluye a quienes trabajan jornadas extendidas, mientras que los subocupados, señalados con la línea verde, representan a quienes trabajan menos horas de las deseadas o necesarias.

Una de las principales observaciones es el fuerte crecimiento de la pobreza entre los subocupados, que pasó del 40.9% en 2016 al 67.1% en 2024, mostrando su alta vulnerabilidad frente a los ingresos insuficientes que suelen caracterizar a este tipo de empleo. Por otro lado, también se registra un aumento significativo en la pobreza entre los ocupados plenos y los sobreocupados. Los primeros pasaron de un 17.4% de pobreza en 2016 a un 37.9% en 2024, mientras que los segundos aumentaron de un 20.2% a un 44.4% en el mismo período. Esto indica que, aunque la pobreza afecta con mayor intensidad a los subocupados, los otros segmentos también experimentaron un deterioro económico considerable.

En términos generales, se observa una aceleración de la pobreza a partir de 2020, posiblemente asociada a la crisis económica y social derivada de la pandemia de COVID-19. Esta tendencia refleja un deterioro en las condiciones laborales y de ingresos para todos los niveles de ocupación, pero especialmente para aquellos con empleos inestables o de baja intensidad horaria. La brecha entre los niveles de pobreza de los subocupados y los demás grupos se ha reducido hacia 2024, no por una mejora en la situación de los primeros, sino por el empeoramiento de las condiciones de los demás grupos.

El gráfico ilustra, además, cómo los problemas estructurales del mercado laboral impactan en la incidencia de la pobreza. Es evidente que la calidad y estabilidad del empleo son factores clave para reducir la pobreza, lo que subraya la necesidad de implementar políticas públicas que aborden tanto la generación de empleo como la mejora de las condiciones laborales para todos los segmentos de trabajadores.

Asalariados formales e informales

Gráfico 7. Incidencia de la Pobreza dentro de los asalariados según formal/informal. Argentina urbana, 2023-2024 (en semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Nota: Se consideró como informales a los trabajadores ocupados que en el marco de relaciones asalariadas no cuentan con aportes al sistema jubilatorio.

El gráfico 7 muestra la evolución reciente de la incidencia de la pobreza dentro de los trabajadores asalariados comparando a quienes se desempeñan en puestos formales con quienes lo hacen en puestos informales. Se observa una brecha significativa en favor de los trabajadores formales. La proporción de pobreza dentro de los asalariados informales más que duplica la de los formales (64,3% y 27,8% respectivamente). Sin embargo, dicha brecha entre formales e informales viene disminuyendo y ello se explica por el empeoramiento de la situación salarial de los asalariados formales. Esto quiere decir que los asalariados formales pobres crecen más que los asalariados informales pobres. En el último semestre los asalariados formales pobres crecieron un 50% (+740 mil personas) y los informales pobres un 27% (+513 mil personas).

En comparación con el semestre anterior se observa un significativo aumento de la pobreza tanto dentro de los asalariados formales (pasó de 18,1 a 27,8%) como dentro de los informales (pasó de 49,2% a 64,3%).

Asimismo, se observa un significativo crecimiento interanual de la pobreza tanto dentro de los asalariados formales (pasó de 16,4 a 27,8%) como dentro de los informales (pasó de 47,8% a 64,3%).

Estos datos revelan un crecimiento intersemestral e interanual de la pobreza dentro de los asalariados.

Rama de actividad

Gráfico 8. Incidencia de la Pobreza dentro de los ocupados según rama de actividad Comparación interanual. Argentina urbana, 2023-2024 (en semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

El gráfico 8 muestra la incidencia de la pobreza de los ocupados según la rama de actividad económica en la que se desempeñan. Se consideraron algunas ramas relevantes (debido a la cantidad de trabajadores que emplean[1]) que presentan un incremento interanual significativo en la proporción de trabajadores pobres. 

Tal es el caso de la rama Alojamiento y Servicios de comida que pasó de tener un porcentaje de 33% de trabajadores pobres en 1er semestre de 2023 a 53% de pobres en el 1er semestre de 2024 (+103 mil trabajadores pobres).

Una situación similar se observa en los casos de las ramas de la construcción donde el porcentaje de trabajadores pobres pasa del 50% al 68% (+161 mil trabajadores pobres) y de comercio donde la proporción de pobres crece del 32% al 49% (+444 mil trabajadores pobres).

Otra forma de abordar estos datos es teniendo en cuenta el crecimiento proporcional de trabajadores pobres dentro de cada rama. En este sentido, las ramas que presentan mayor crecimiento de pobres entre sus trabajadores son Enseñanza (se más que duplicó 116%), Salud (+88%) y Administración pública (+53%).  

Rama de actividad según condición de formalidad/informalidad

Gráfico 9.a Incidencia de la Pobreza dentro de los ocupados por rama de actividad según condición de formalidad/informalidad. Argentina urbana, 2023-2024 (en semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Nota: Se consideró como informales a los trabajadores ocupados que en el marco de relaciones asalariadas no cuentan con aportes al sistema jubilatorio.

El gráfico 9.a muestra el efecto positivo que brinda el hecho de estar protegido por la formalidad laboral, específicamente por los convenios colectivos de trabajo (en adelante CCT) de las distintas ramas de actividad. Al comparar la situación de pobreza/no pobreza de los trabajadores registrados y los de los trabajadores no registrados dentro de una misma rama, puede observarse la brecha significativa que existe en favor de los asalariados formales. 

Si tomamos cuatro de las ramas con mayor cantidad de ocupados como Comercio, Industria Manufacturera, Construcción y Alojamiento y Servicios de Comida puede observarse esta brecha significativa entre formales e informales en relación a la incidencia de la pobreza.

En el caso de la Construcción los trabajadores cubiertos por CCT presentan una incidencia de la pobreza del 45,9% mientras que quienes se desempeñan en la informalidad presentan una pobreza del 79,3%.

En la rama Comercio se observa un fenómeno similar, los trabajadores informales presentan un porcentaje de pobreza de 65,1% mientras que los formales es de 27%.

En síntesis, al comparar la situación de pobreza de los trabajadores formales con la de los informales de estas cuatro ramas se observa una significativa desventaja de aquellos no enmarcados por CCT.

Gráfico 9.b Incremento interanual (1s 2023-1s 2024) de asalariados pobres según condición de formalidad/informalidad por rama de actividad. Argentina urbana, 2023-2024 (en semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Nota: Se consideró como informales a los trabajadores ocupados que en el marco de relaciones asalariadas no cuentan con aportes al sistema jubilatorio.

Sin embargo, el gráfico 9.b muestra que el acelerado crecimiento de la pobreza dentro del segmento de trabajadores formales resulta en un empeoramiento de las condiciones de vida incluso dentro del segmento más protegido del mercado de trabajo que es el de los asalariados formales.

Los trabajadores de las ramas ligadas al sector público se encuentran entre las más afectadas ya que registran los porcentajes más altos de trabajadores formales que ingresan en la pobreza. Tal es el caso de los trabajadores de la salud, quienes triplicaron la cantidad de pobres dentro de los trabajadores formales. Lo mismo ocurre con los trabajadores de la rama enseñanza, quienes más que duplicaron la cantidad de pobres dentro de los trabajadores formales en este último año.

Asimismo, otro dato importante que muestra este gráfico 9.b es que la incidencia de la pobreza crece de forma más significativa dentro de los trabajadores formales que dentro de los informales (quienes ya se encontraban bajo la línea de pobreza mayoritariamente). La rama de Comercio brinda un ejemplo de esto ya que interanualmente la cantidad de trabajadores formales pobres aumenta en un 75% (+100 mil trabajadores formales pobres) mientras que en el caso de los informales esto sucede en un 50%.

Precarios/No precarios

Gráfico 10. Incidencia de la pobreza en ocupados según precario-no precario. Argentina urbana, 2023-2024 (en semestres)

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Nota: Se consideró como ocupados precarios a los asalariados informales (sin aportes al sistema jubilatorio), cuentapropistas baja calificación (no calificado y operativo) y a los patrones con hasta 5 empleados (excluyendo rama enseñanza e informática entre otras).

El gráfico 10 muestra otro abordaje de la vulnerabilidad que presentan los trabajadores en relación con la pobreza a partir de la situación de precariedad/no precariedad del puesto de trabajo en el que se desempeñan. Los trabajadores precarios muestran una mayor proporción de trabajadores pobres que los no precarios (61,5% y 27,5% respectivamente). Asimismo, los datos revelan que la incidencia de la pobreza creció con respecto al semestre anterior y al año anterior, tanto dentro de los ocupados precarios como en los no precarios.

Jubilados

Gráfico 11. Pobreza en Personas Mayores de 65 años inactivas. Argentina urbana, 20232024 (en semestres).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

El gráfico 11 muestra que durante el gobierno de Javier Milei se presentan los niveles más elevados de pobreza en jubilados en los últimos años. La incidencia de la pobreza dentro de los jubilados creció más que el doble durante el último año. La pobreza en jubilados registró un aumento interanual de 17,6 pp. pasando de 13,2% en el 1er semestre de 2023 a 30,8% en el 1er semestre de 2024. Este dato revela que 1 de cada 3 jubilados es pobre en Argentina y que durante el último año más de medio millón de jubilados (542 mil) ingresaron a la situación de pobreza.

Análisis multidimensional de la pobreza

Luego de analizar las tendencias principales sobre la evolución de la pobreza en forma desagregada, realizamos un análisis multidimensional para identificar cómo los factores actúan conjuntamente y conocer si hubo cambios en el perfil de la pobreza. Al abordar el problema desde diversas aristas de las condiciones laborales y socioeconómicas, recurrimos al ACM. En tanto modalidades activas, es decir, variables que intervienen en el análisis y son constitutivas de las dimensiones emergentes, consideramos a los siguientes indicadores: clase social, rama de actividad, cantidad de ocupaciones, intensidad laboral, precariedad laboral, decil del ingreso per cápita familiar y nivel educativo. Por otro lado, a los fines de facilitar el estudio de los cambios, hemos realizado un análisis para el segundo trimestre de 2016 y otro para el 2024.

Gráfico 12. Proyección de categorías activas en el espacio social. Población ocupada de 18 años y más. Argentina urbana, 2016 (2do trimestre).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Para ambos momentos (gráfico 12 y 13), la primera dimensión explica entre un 73% y 76% de la inercia o varianza existente en la población respecto a las variables medidas, siendo el eje más relevante. Esto significa que esta dimensión concentra la mayor parte de la información o la variabilidad presente en las variables medidas en la población estudiada. Por ello, se considera el eje más relevante, ya que explica la mayoría de las diferencias observadas en los datos. 

La segunda dimensión, es independiente de la primera y da cuenta de las diferenciaciones residuales que ésta no pudo representar, al explicar entre un 9% y un 11%, respectivamente. En total, entre ambas dimensiones se alcanza una varianza explicada mayor al 80%. A modo de simplificación, cada dimensión emergente debe considerarse como un factor latente que permite la comprensión del fenómeno que abordamos.  

Los gráficos 12 y 13, interpretados a la par, permiten comprender los distintos tipos de asociaciones existentes entre las modalidades en ambos años. Cada punto en el espacio social representa el punto medio del subgrupo de individuos que se encuentra en dicha categoría (Le Roux y Rouanet, 2010, p. 42).

Gráfico 13. Proyección de categorías activas en el espacio social. Población ocupada de 18 años y más. Argentina urbana, 2024 (2do trimestre).

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Al igual que en otros estudios que utilizan el ACM para examinar desigualdades, el primer eje (abscisas) generalmente refleja las principales diferencias en la población con base en su posición respecto a la acumulación de capital o la distribución del bienestar (Bourdieu, 2012; Fachelli, 2012). En este caso, en el lado izquierdo del eje se agrupan principalmente los trabajadores manuales de pequeños establecimientos y los trabajadores por cuenta propia no calificados, así como la población perteneciente al primer y segundo decil de ingresos familiares, aquellos con educación primaria completa, y los trabajadores con trabajos precarios. En contraste, en el extremo derecho del eje se encuentran los trabajadores no manuales de grandes empresas, la población con estudios universitarios o terciario completo, los trabajadores con empleo no precario y aquellos ubicados en el décimo decil. En el centro del eje se sitúan las modalidades menos discriminantes y más comunes para el conjunto de la población, como las personas con educación secundaria completa, quienes tienen un solo empleo y se encuentran en los deciles 4 y 5.

En referencia a dicho eje, en 2024, la pobreza se presenta como la variable con mayor nivel de contribución. Es decir, para entender cómo se compone el espacio social de las desigualdades socioeconómicas, el hecho de ser indigente, pobre o no pobre adquiere mayor relevancia que en otros momentos como en 2016, en donde adquiere mayor centralidad la posición de clase, el nivel de registración laboral o los ingresos obtenidos. 

El segundo eje, como hemos señalado, da cuenta de un nivel considerablemente menor de la varianza. Mientras que, en 2016, dicho factor otorga a la gráfica una figura típica de herradura o arco (efecto Guttman), al oponer las modalidades extremas ubicadas en la zona inferior, a las no-extremas (parte media del gráfico) (Baranger, 2009, p. 110), en 2024 la situación de indigencia y de bajos ingresos se contrapone con el resto del espacio social. Esto podría estar indicando el crecimiento que ha tenido la indigencia en el último tiempo, generando un grupo poblacional con mayores diferenciaciones respecto al resto de la muestra.

Entonces, ¿han ocurrido cambios en el espacio social entre 2017 y 2024? Este tipo de análisis se enfoca en revelar la estructura latente que organiza las relaciones entre las distintas variables, por lo que, en términos generales, la estructura parece mantenerse estable a lo largo del tiempo. Sin embargo, al centrarnos en el fenómeno de la pobreza, se pueden identificar algunos cambios significativos "dentro de la estructura". Para evaluar esto, nos apoyaremos también en el gráfico 14, que muestra la posición de los individuos en el plano factorial (nube de puntos) diferenciando con colores a aquellos que son indigentes, pobres (no indigentes) y no pobres.

Gráfico 14. Proyección de individuos en el espacio social y elipses de concentración. Población ocupada de 18 años y más. Argentina urbana, 2do trimestre. 2017/2024. 

Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC.

Entre ambos años, se aprecia que la proporción de personas en situación de pobreza e indigencia (representadas por puntos verdes y azules) ha aumentado, tal como se mencionó en apartados anteriores. Sin embargo, un aspecto importante a destacar es que el crecimiento de la pobreza no se debe únicamente a una disminución en la distribución relativa de los ingresos o a un deterioro en las condiciones laborales. También se observa una mayor exposición a la pobreza y la indigencia en los sectores intermedios del espacio social. Esto puede apreciarse al observar las elipses de concentración (Le Roux y Rouanet, 2010: 69), que representan el área de influencia de cada grupo en el espacio factorial. 

Este desplazamiento y concentración de la pobreza al centro del espacio social, nos indica que la misma ya no se explica como un proceso social característico de los grupos ubicados en las posiciones inferiores de la estructura de clases y del mercado de trabajo, sino que, con el tiempo, se tornó una característica más frecuente de las poblaciones intermedias. Y ¿qué perfil presenta está población? En principio podemos concluir que, particularmente, se compone de cierta heterogeneidad, pero que mantiene algunas características comunes. En términos de clase, la pobreza afecta ahora, fundamentalmente, a los trabajadores que se insertan en establecimientos pequeños, pero también, cada vez más, al grupo de trabajadores manuales de grandes establecimientos. También se ven más expuestos aquellos trabajadores con sobreocupación horaria, mostrando que trabajar más horas que la generalidad no redunda siempre en mejores ingresos. Respecto a la distribución de los ingresos, la pobreza incluye cada vez más a las personas con ingresos familiares per cápita intermedios, ligados al decil 3, 4 y 5, situación que en 2016 afectaba fundamentalmente a los dos primeros deciles.  

Conclusiones

  • Al analizar la incidencia de la pobreza en diversos segmentos de la población se observa que determinados grupos poblacionales se ven más afectados que otros. Tal es el caso de los asalariados informales y de los trabajadores precarios.
  • Sin embargo, segmentos como el de los trabajadores formales, la novedad de la pobreza en los últimos años y, principalmente, en estos tiempos, cuya proporción de trabajadores pobres se mantenía en valores bajos durante los últimos años, ha comenzado a mostrar en el último tiempo una tendencia ascendente, especialmente en algunas ramas como comercio, construcción, industria manufacturera y alojamiento y servicio de comidas.
  • Las ramas que presentan mayor crecimiento relativo de pobres entre sus trabajadores son Enseñanza (se más que duplicó 116%), Salud (+88%) y Administración pública (+53%).
  • Por su parte, los jubilados también muestran un crecimiento significativo en la proporción de pobres. Pese a que los mayores de 65 años representan el tramo etario con menor incidencia de la pobreza, los jubilados se están viendo afectados por un significativo aumento de la pobreza en el último año.
  • Esto quiere decir que, grupos de la población que hasta hace poco tiempo gozaban de cierto tipo de protección frente a la pobreza, como los asalariados formales y los jubilados, ahora están viendo empeorar sus condiciones de vida y se ven alcanzados por la pobreza.

     

Bibliografía

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Baranger, D. (2009). Construcción y análisis de datos. Introducción al uso de técnicas cuantitativas en la investigación social. http://www.academia.edu/download/33093559/LibroDBconanda0a7.v2.pdf

Benza, G. M., Dalle, P. M., y Maceira, V. V. (2022). Estructura de clases de Argentina (20152021): Efectos de la doble crisis pre pandemia y pandemia en el empleo, los ingresos y los gastos de los hogares. En P. Dalle, Estructura social de Argentina en tiempos de pandemia (Vol. 1). Imago Mundi. https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/237329

Born, D. (2014). Medición de la pobreza: ¿debate técnico o político?

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[1] Comercio 1,4 millones de trabajadores, Industria manufacturera 1 millón de trabajadores, Construcción 667 mil trabajadores, Alojamiento y Servicios de comida 430 mil trabajadores (Fuente: EPH-INDEC).

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