El Obamacare y la “política de parches”
La buena noticia sobre HealthCare.gov, el portal de seguros médicos del Obamacare, es que el gobierno ya no le está restando importancia al problema. Es el primer paso para solucionar el lío, que se va a resolver, aún cuando nadie sabe si se cumplirá la nueva promesa de que sea para fin de noviembre.
Sabemos que el Obamacare es factible, ya que a muchos estados que eligieron gestionar sus propias bolsas de prestadores les está yendo bastante bien.
Pero mientras esperamos que los informáticos hagan su trabajo, hagamos una pregunta conexa: ¿Por qué, por empezar, este asunto tiene que ser tan complicado?
Es cierto que la Ley de Atención Médica Asequible no es tan compleja como los detractores la hacen parecer. Básicamente, requiere que las aseguradoras ofrezcan las mismas pólizas a todos, requiere que cada individuo luego compre alguna de esas pólizas (el mandato individual), y proporciona subsidios, dependiendo del ingreso.
Sin embargo, los pasos son muchos. No sólo hay que elegir los aseguradores y planes, sino también presentar información personal para que el gobierno determine el subsidio. Y el software tiene que integrar toda esta información, y hacerla llegar a las partes, lo cual aún no está sucediendo.
Imaginemos, ahora, un sistema mucho más sencillo en el que el Estado simplemente paga nuestros gastos médicos más importantes. En este sistema hipotético no tendríamos que comprar un seguro, ni que proporcionar pilas de detalles personales. El gobierno sería nuestro asegurador, y nosotros estaríamos cubiertos automáticamente por ser estadounidenses.
Pero no hay que imaginarlo, porque ese sistema ya existe. Se llama Medicare, cubre a todos los estadounidenses a partir de los 65 años, y es sumamente popular. Entonces, ¿por qué directamente no se extendió ese sistema todos?
La respuesta es en parte política: Medicare para todos no iba a suceder, tanto por el poder de las aseguradoras como por la renuencia de los trabajadores que hoy tienen un buen seguro a través de sus empleadores a negociar eso por algo nuevo. Dadas estas realidades políticas, la Ley de Atención de la Salud Asequible era probablemente todo lo que se podía lograr –y, que no haya dudas, va a mejorar enormemente la vida de decenas de millones de estadounidenses.
Pero queda el hecho de que el Obamacare es un inmenso parche: una estructura torpe, que se ocupa más o menos de un problema, pero con ineficiencia.
El tema es que este tipo de soluciones “algo es mejor que nada” se ha vuelto la norma en la conducción estadounidense. Como dijo Steven Teles, de Johns Hopkins University, en un ensayo reciente, nos hemos vuelto una “parchecracia”. Y, yo agregaría, esto principalmente obedece a la ideología.
Para entender lo que quiero decir, observemos lo que solemos opinar sobre el Medicare –que precisa perfeccionarse en el control de costos pero se maneja mejor en ese frente que las aseguradoras privadas–. Hay reclamos sobre la verificación de ingresos de los solicitantes, que implicarían recabar toda la información personal que necesita el Obamacare pero no el Medicare. Existen presiones para subir la edad en el Medicare, lo que obligaría a los estadounidenses de 65 y 66 años a manejarse, en cambio, con aseguradoras privadas.
Y los republicanos todavía sueñan con desmantelar el Medicare tal como lo conocemos, y de darles a los ancianos, en cambio, vales para comprar un seguro privado.
¿Por qué querríamos hacer algo de esto? Me podrían decir: ”para reducir la carga a los contribuyentes”, pero el Medicare es más barato que el seguro privado, No, el ataque al Medicare en realidad tiene que ver con un ideología que es fundamentalmente hostil a la noción de que el gobierno ayude a la gente, y trata de hacer que cualquier ayuda brindada sea lo más l imitada e indirecta posible, restringiendo su alcance y canalizándola a través de empresas privadas. Y esta ideología, en un nivel fundamental –más fundamental, incluso, que los intereses creados – es la razón por la que el Obamacare terminó siendo un gran parche.
iEco - 3 de noviembre de 2013