“Lo que la represión se llevó”
El cambio del PELE estaba acompañado de una concepción transformadora que perseguía varios objetivos simultáneamente: a) frente a la orientación académica monopolizada por la teoría económica ortodoxa abría espacio a un amplio debate teórico sobre diversas teorías económicas alternativas, incluyendo teoría marxista y keynesiana; b) promovía una orientación multidisciplinaria integrando otras disciplinas: la historia, la sociología, la antropología, las matemáticas, la filosofía; c) proponía alcanzar una verdadera excelencia científica a través de una modernización de la enseñanza introduciendo los debates económicos que tenían curso en Europa y los Estados Unidos; d) trataba de insertar dicha enseñanza en el marco de las necesidades específicas de la región de Bahía Blanca y del país, y e) proponía realizar estudios de casos con una previa elaboración teórica de las variables más significativas, a fin de dotar dichos estudios de una reflexión teórica que sirviera a la formación del estudiante como investigador.
El PELE fue acompañado por una serie de cursos de posgrado, nivel maestría, de economía aplicada, en particular enfocada a la economía regional y la economía industrial. En estos cursos que duraban dos trimestres participaban profesores de importantes universidades del mundo y expertos en distintas disciplinas. El contenido del PELE se pudo diseñar por el aporte y perfil de los profesores, que combinados con la activa participación de los alumnos, se potenciaron en el alcance obtenido. El nuevo PELE nunca se pudo poner completamente en práctica. Se llevó a cabo un plan intermedio, como una transición a la aplicación del nuevo PELE, la situación política contextual lo impidió y finalmente acabó con el proyecto.
Esta propuesta, que había sido iniciada y fue en parte realizada por Roberto Domeq, llamó la atención de numerosos economistas argentinos y creó una dinámica de investigación y enseñanza novedosa de la ciencia económica en el país. Entre los profesionales que formaron el grupo inicial del nuevo plan de estudios se encontraban los siguientes profesores, algunos de los cuales fueron contratados. Sin embargo la constitución del programa se realizó en base a un amplio concurso internacional con un conjunto de destacados economistas que actuaron como jurados: Alberto Barbeito (UBA); Carlos Barrera (Université de Grenoble); Oscar Braun (Universidad de Cambridge, UK); Horacio Ciafardini (Universidad de Varsovia); José Luis Coraggio (Universidad de Pennsylvania); Carlos Cristiá (Universidad de Santa Fe); José Carlos Chiaramonte (UBA); Cristian Dimitriu (Université de Lausanne); Alberto Federico (UBA); Héctor Gambarota (Universidad de Harvard); Pablo Gerchunoff (UBA); Ernesto Libolerio (Universidad de Chicago); Enrique Melchior (UBA); Héctor Pistonesi (Ecolatina, Chile); Roberto Salas (Universidad de Moscú); Dolio Sfaccia (Université de París IX Dauphine); Miguel Teubal (Universidad de California).
Esta concentración de jóvenes profesionales, formados en el mundo entero, permitió que dicho proyecto entrara en plena capacidad gracias al tesón de los profesores José Luis Coraggio y Enrique Melchior, que fueron sucesivamente directores del Departamento de Economía. En diciembre de 1974 la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón nombró a Dionisio Remus Tetu, rector interventor de la Universidad del Sur. Este ciudadano rumano, “sociólogo sin título”, no podía volver a su país con motivo de su colaboración con los crímenes de lesa humanidad perpetrados con el régimen del mariscal Ion Antonescu, aliado a los alemanes. Había comenzado su “carrera académica” prodigando cursos de historia y geografía en un colegio secundario de Punta Alta para los hijos de los oficiales de la Marina de Puerto Belgrano, y más tarde fue “ascendido” a profesor universitario de sociología de la UNS, patrocinado por la directora de la Nueva Provincia Diana Julio, el arzobispo de Bahía Blanca, Jorge Mayer, el jefe de turno de la Base Naval y algunos de sus compatriotas igualmente “refugiados” incrustados en el Departamento de Economía de la UNS, entre los cuales estaba Florin Manoliou, ex agregado económico en 1943-45 de la embajada rumana en Suiza.
Remus Tetu, a partir de su nombramiento, comenzó despidiendo a profesores y ayudantes de docencia y anuló el plan de estudios de Economía el 2 de marzo de 1975, amén de participar con los sicarios de la Triple A en diversos asesinatos. A mediados de 1976 el ex general Acdel Vilas, que se había hecho célebre secuestrando al entonces senador Solari Yrigoyen, puso en marcha un vasto plan de represión con la complicidad del juez federal Madueño, del que eran secretarios la licenciada Gillotti y el abogado Sierra, que siguen siendo docentes de la UNS. En una famosa conferencia de prensa que fue registrada en la mayoría de los diarios de la capital el 5 de agosto de 1976, el general Acdel Vilas denunciaba el “desbaratamiento de un amplio plan de infiltración extremista” en la Universidad del Sur focalizada en su Departamento de Economía. Según el Gral. Vilas, se trataba “del primer caso de una investigación ideológica y sociocultural llevada a cabo en esa universidad” y alertó sobre “la actividad de ideólogos, 17 de los cuales fueron detenidos” y otros 31 se hallaban prófugos en el exterior. Muchos docentes y alumnos fueron apresados, torturados y encarcelados.
Este episodio al cual se le dio una cobertura nacional en los medios como Clarín, La Nación, Gente, fue conocido como el caso de “penetración marxista de los Economistas de Bahía Blanca” y dio lugar a una causa judicial Nº 612/76 que tiene 16 cuerpos y 3264 folios. El encarcelamiento de los economistas condujo a una campaña de solidaridad internacional y muchos testimonios, tales como los de Milton Friedman, Joan Robinson, John Hicks, François Perroux, Alain Cotta, Piero Sraffa, que figuran en el expediente citado, donde ratificaron que el PELE era un plan de estudios de Ciencias económicas similar a los existentes en reconocidas universidades europeas o en los Estados Unidos.
La experiencia de comienzos de los años ’70 podría ser considerada un antecedente importante para el debate que sigue habiendo en la actualidad respecto de la relevancia que tiene la enseñanza de la economía política en nuestro medio. En años recientes prevalecieron ampliamente enfoques tradicionales de la enseñanza de economía que no contribuyen para comprender la esencia de la crisis mundial, social, económica, ambiental que padecemos en la actualidad.
- Carlos Fidel Egresado UNS 1974. Economista. UNQ Clacso.
- Bruno Susani Economista. Ex secretario académico del Departamento de Economía 1973-74 de la UNS.
- Miguel Teubal Profesor UNS 1972. Economista. Profesor de la UBA, investigador del Conicet.
Suplemento CASH de Página/12 - 1 de marzo de 2015