La degradación de la democracia

 

1.Vivimos en una escena contemporánea donde suele ponerse en duda la objetividad de los hechos sociales y se nos llama a un festejo irresponsable de la “creación de realidades”, de la “construcción de la noticia” y en último extremo, de la “apología de la falsedad”, en vistas del éxito que tienen las campañas que buscan capturar aspectos pulsionales de las corrientes de creencias colectivas, muchas veces tan oscuras como volátiles.