Las nuevas ropas del emperador

En el XVIII Congreso del Partido Comunista chino de noviembre pasado se eligieron los líderes que comandarán el país hasta –se espera– el año 2022. Pero por las calles de Beijing, a la gente parecía importarle más el IPad mini que su Primer Ministro. El fervor no estaba en la política sino en el consumo, de la revolución proletaria al anhelo propietario.

El papel central de un país clave

-¿Qué balance cabría hacer del mandato de Hu Jintao?
-Cualitativamente, ofrece un panorama mucho más equilibrado de la reforma china. Ha incorporado a la agenda algunas variables antes prácticamente ausentes. Hablamos de lo social, de lo ambiental, de lo tecnológico, del poder blando, de lo civilizatorio, etc; incluso de la reforma política, si bien a un ritmo mucho menos intenso y priorizando la institucionalidad, o en las relaciones con Taiwán, que han experimentado un cambio radical.

Achicados

Los resultados económicos al cierre de 2012 han sido francamente malos, a tal punto que el propio FMI y las calificadoras de riesgo –filosóficamente auspiciantes de las políticas contractivas– continúan ajustando para abajo sus pronósticos para 2013.

China tiene un sueño

El flamante presidente de China Xi Jinping inauguró su gobierno prometiendo hacer realidad “el sueño chino” del rejuvenecimiento nacional. Esa visión será la filosofía que guíe el nuevo liderazgo durante los próximos cinco años.

Xi Jinping fue nombrado presidente de China

Xi Jinping fue nombrado presidente de China este jueves por el Parlamento, uno de los últimos pasos en el cambio de liderazgo en el gigante asiático tras una década.

Cuatro meses después de asumir el cargo de Secretario General del Partido Comunista, Xi reemplaza al saliente líder Hu Jintao, después de una votación formal de cerca de 3,000 diputados a la Asamblea Popular Nacional (APN).

Sindicalismo: el desafío de representar a los nuevos incluidos

El 2013 va a ser un año importante, para la Argentina, Sudamérica y el mundo. La clave del año será la sostenibilidad del nuevo modelo económico impulsado por China y Sudamérica, que está comenzando a predominar en el mundo, luego de la crisis iniciada en 2008.

Es todo un signo de los tiempos que una usina del neoliberalismo, la revista The Economist, esté discutiendo la sostenibilidad de lo que denomina el nuevo modelo de capitalismo de Estado.

China y su era del ferrocarril

En 1825, Willam George Allen, consejero del primer ferrocarril interurbano de Gran Bretaña, entre Liverpool y Manchester, predijo que los trenes serían “sumamente ventajosos para nuestro comercio y que si no los adoptamos, lo harán nuestros rivales”. No se equivocaba, y en el siglo XIX la expansión de los ferrocarriles por Gran Bretaña y EE.UU. contribuyó a la transformación de ambas naciones en potencias industriales.

El pensamiento actual del gobierno chino es notablemente similar al de Allen. En los últimos 20 años, hizo grandes inversiones en ferrocarriles para convertirlos en sostén y facilitador del desarrollo económico. Pero en los últimos 6 años, el nivel de inversión alcanzó nuevos récords.

Un análisis de las relaciones contemporáneas entre la República Popular de China y la Argentina y el debate sobre el desarrollo.

Durante la década de 1980, se producen importantes transformaciones en el funcionamiento global de la economía. Entre ella se destaca la consolidación de empresas transnacionales (ET), grandes firmas que organizan etapas productivas diversas y dispersas geográficamente pero concebidas de manera sistémica. En otras palabras, los adelantos en las comunicaciones y transporte en conjunto con la creciente liberalización económica y reducción de aranceles, les permiten a las grandes firmas líderes de las Cadenas Globales de Valor (CGV), localizar distintas etapas acorde a las ventajas puntuales que se pueden encontrar en cada uno de los países.