El clan

En los últimos veinte años los Menem pasaron desapercibidos. Pero, aunque dispersos y con el perfil bajo, siempre estuvieron: hoy ocupan espacios de poder en La Rioja, en Casa Rosada y en el Congreso. Martín llegó a la presidencia de la Cámara sin conocer siquiera uno de los 229 artículos del reglamento. Para sobrevivir en un terreno ajeno se rodeó de su familia: su principal secretaria es Amalia, una de sus primas; el que lo acompaña a todas partes es Sharif, su sobrino segundo; cada vez que necesita un consejo consulta a Eduardo, su padre. Su primo Lule —hoy el Menem más influyente en el mapa político— hace el resto: marca el camino, desactiva las críticas y frena los embates que vienen desde adentro. Este último se convirtió, en poco tiempo, en los ojos de Karina Milei en Diputados: su sueño nunca fue ser un gran dirigente, lo suyo es construir para otros. Gabriela Vulcano traza una radiografía del clan Menem.

La esposa de Ritondo aparece en un complejo entramado de sociedades para adquirir propiedades en Estados Unidos

Romina Aldana Diago es abogada y cumplió funciones en el Estado porteño. Figura en documentos confidenciales y públicos que permitieron reconstruir un juego de compañías en Islas Vírgenes Británicas, Delaware y Florida que figuran, a su vez, como propietarias de departamentos en el estado de las palmeras. Ritondo aparece en uno de los documentos.

Impunidad recargada: Sobreseyeron a Macri, “Pepín” Rodríguez Simón, Garavano y demás imputados de la causa de la “Mesa Judicial”

La jueza María Eugenia Capuchetti lo decidió en la causa donde se investigan las presiones a jueces y fiscales realizadas por Mauricio Macri y funcionarios y allegados durante su gobierno, y ya fue apelada por el fiscal Franco Picardi. También fueron beneficiados Jorge Triaca, Graciela Ocaña y Juan Bautista Mahiques.

La infamia como método político

El gobierno y sus socios judiciales y mediáticos han lanzado un bombardeo generalizado de denuncias para intentar transformar en ruinas al proyecto nacional, popular y democrático. Es un ataque por “cielo, mar y tierra” que coloca a los argentinos y las argentinas ante una cadena nacional de imágenes “ocultas”, ahora por fin “develadas”.