El acuerdo con la Alianza del Pacífico y los intereses en juego
Durante la reunión de jefes de Estado, el Mercosur firmó una Declaración que establece la creación de una “zona económica” con los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), Caricom y Petrocaribe. La ALBA está integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Venezuela y Nicaragua. El acuerdo energético Petrocaribe lo integran, a su vez, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, El Salvador, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Venezuela.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, había adelantado antes de la Cumbre que propondría que se anticipe a este año la adopción de un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, México y Colombia), pero no trascendió si lo hizo y con qué resultados. La liberación de aranceles está prevista para 2019.
Brasil impulsa el acuerdo, porque desea ampliar los mercados para su industria, mientras que Paraguay, sin litoral marítimo, busca puertos para acceder a los mercados mundiales. Argentina se opone por desconfianza hacia la posible introducción de productos norteamericanos mediante los tratados de libre comercio que dichos países tienen con Estados Unidos y Venezuela, porque desea dar prioridad a los vínculos con el Caribe.
Miradas al Sur - 3 de agosto de 2014