Hace cinco días que los incendios avanzan sobre el monte nativo y viviendas: San Esteban, Dolores, Capilla del Monte, Los Cocos, Cruz Grande, Cruz Chica, Villa Giardino y La Cumbre, alrededores de San Marcos y Charbonier. De un lado al otro de la ruta 38 el fuego es una enorme humareda sin precedentes en la historia de la región. Bomberos, brigadistas y vecinxs trabajan sin descanso, pero los recursos no alcanzan y la necesidad de que se declare la emergencia nacional, es urgente.

“El fuego llegó a medio metro de mi casa”, dice Natasha, vecina de San Esteban y cuenta que hoy al menos diez fueron las viviendas incendiadas. “No quedó nada. Los vecinos, bomberos y brigadistas estuvieron trabajando hasta último momento. Apagamos todos los focos que se podían, nos sentamos a comer hasta que llegaron seis brigadas de ETAC, y a los 20 minutos se prendió fuego un cuarto del pueblo”, explica Natasha.

Sandra vive en el barrio La Toma de Capilla del Monte, hace cuatro años. “Pasé por muchas situaciones de incendios pero esto es terrible, nunca sentí esta desprotección esta desinformación, estos focos que se prenden a medida que se van apagando, porque son intencionales. Es algo que causa mucha impotencia y tristeza, ver a los brigadistas y voluntarios, que son los únicos que están poniendo verdaderamente el alma el cuerpo, sus fuerzas. En este momento se están quemando las ollas, están pidiendo por favor que vayan a ayudarlos”, dice Snadra con la voz quebrada y reconoce que Capilla no está organizada desde una Defensa Civil, bomberos y municipios: “nadie sabe cómo actuar en estos casos”.

En medio de la concentración, Miguel, otro vecino de Capilla del Monte, explica que  para él la corrupción es una de las claves para entender lo que está sucediendo. “Cómo puede ser que se encienda siempre lo mismo, en las peores épocas, y encima siguen prendiendo fuego, cuando el gobernador habilita 5mil millones de pesos para estos casos y a partir de ahí comenzaron  a haber focos por todos lados”. “Creo que esto es intencional, -agrega Melisa, otra vecina- estamos pidiendo por favor que hagan algo, se está muriendo todo. Con el tema de las conveniencias inmobiliarias, esto pasa todos los años. Cómo hacemos para pararlo.”

Luego de una hora de concentración, y al grito colectivo de “Emergencia Nacional”, los y las vecinas se fueron desconcentrando. De fondo las nubes cargadas de humo avanzaban hacia el norte empujadas por el viento sur. “Teniendo un país con un montón de provincias y recursos, estamos los vecinos juntando bidones de agua para que apaguen el fuego. Esa es la situación. Qué más tiene que pasar”, se preguntó Luciana, vecina de Capilla, con la indignación en cada palabra.

^{Fuente: Tramas - Septiembre 2024}