Dos notas sobre las elecciones presidenciales en EE.UU.

Lo que nos dicen las victorias de Bernie Sanders y Donald Trump en Nueva Hampshire

Oirán ustedes a los expertos analizar las primarias de New Hampshire y concluir que los “extremos” políticos ganan enteros en la política norteamericana, que los demócratas se han movido a la izquierda y los republicanos se han ido a la derecha, y que el “centro” no aguantará.

Esclavos blancos y esclavos negros

No hay nada peor que una guerra civil. Los coterráneos son los seres que más se odian cuando se entremeten en un conflicto armado. Estados Unidos puede dar testimonio de la veracidad de tal afirmación. El Norte y el Sur llevaron a cabo, entre 1860 y 1865, una guerra feroz, sanguinaria. La excusa fue la esclavitud. El Norte quería abolirla. El Sur conservarla. El Norte quería obreros libres para sus industrias. El Sur, esclavos para sus plantaciones de algodón y tabaco. El Norte sabía, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, que sólo el valor agregado que la industria añadía a los productos del suelo establecía un valor superior. El monocultivo sureño conducía al atraso.

Los nuevos tratados de libre comercio que impulsa EEUU

En noviembre, América Latina cumplirá diez años del recordado “No al Alca”, donde los países de la región evitaron la consumación de un gigantesco acuerdo de libre comercio capitaneado por EEUU. En aquel entonces, nuestros países establecieron un principio anticíclico, en uno de los momentos de mayor auge del librecambismo a escala global. Hoy, diez años después, ¿cuáles son los nuevos tratados que impulsa actualmente EEUU? ¿Por qué van en contra de los BRICS, los países emergentes que han motorizado al economía a nivel mundial en los últimos años? ¿Cuál es la disputa abierta, en términos internacionales, entre EEUU y China a partir de esta situación?

El disruptivo que expone a los políticos cruzó el último límite

Estuve dudando de empezar a escribir sobre Donald Trump. Me preocupaba que pudiese escribir algo que lo pusiera loco y que mandara uno de sus cáusticos tuits de medianoche sobre mí, algo así como "Empezó siendo un 3. Ahora es un 1".

Eso me molestaría, por supuesto. Y también me aliviaría no haberme sacado un 0. Pero conozco a Trump desde hace mucho. Así es como él se refiere a las mujeres. Todavía recuerdo cuando dio la triste noticia de que Heidi Klum ya no era una mujer 10.

El brazo de la ley en EE.UU. se extiende

Arrestado en Djibouti mientras se trasladaba de Somalia a Yemen, lejos de su hogar en Gran Bretaña, Madhi Hashi se quedó desconcertado al hallarse encarcelado en Manhattan.

Admitió ser miembro del Shabab, el grupo miliciano somalí. Pero no entendía “por qué había sido llevado a Estados Unidos para ser enjuiciado”, señaló, de acuerdo con documentos legales.

El mundo del futbol se vio sacudido por una sorpresa similar a fines del mes pasado, con gente impactada desde Italia hasta Argentina, cuando la Procuradora estadounidense Loretta E. Lynch anunció que fiscales de Brooklyn habían acusado formalmente de corrupción a funcionarios de la FIFA desde el otro lado del mundo.

Más largo que nunca, el brazo de la justicia norteamericana ahora es global

Arrestado en Djibouti cuando iba de camino a Yemen desde Somalia, muy lejos de su hogar en Gran Bretaña, Madhi Hashi no lograba entender por qué de pronto terminó preso en una cárcel de Manhattan.

Ante las autoridades penitenciarias, Hashi admitió ser miembro de las milicias somalíes Shabab, pero "no entendía por qué lo habían llevado a Estados Unidos para ser sometido a juicio", dijo el detenido según consta en los registros de la corte.

La recuperación que no alcanza

En los meses recientes se ha vuelto frecuente escuchar que la economía de Estados Unidos va viento en popa. Los programas de estímulo monetario (quantitative easing), la tasa de interés de referencia (federal funds rate) muy cercana a cero y los rescates multimillonarios de los bancos “demasiado grandes para quebrar” (too big to fail) habrían contribuido de manera decisiva a disminuir el endeudamiento privado (familias y empresas), dinamizar la inversión productiva y, finalmente, apuntalar la recuperación del mercado laboral.

Las calles de Baltimore y el racismo

Una meditación histórica a cuenta de la protesta ante los juzgados de Ann Arbor

Edgar Allan Poe murió en las calles de Baltimore en 1849. Unos años antes había sido procesado por un tribunal militar de West Point, en una época en que los licenciados por esta escuela militar se convirtieron en oficiales del Ejército estadounidense al mando de harapientos pobres blancos empleados para matar indios o apoyar a propietarios de plantaciones, terratenientes y especuladores cuando se expandía el Reino del Algodón y los esclavos se insubordinaban. Poe no podía tragar eso, así que se envolvió en el asunto antes de escribir obras de ficción e inventar historias de detectives y misterios policíacos, los ancestros literarios de series televisivas como The Wire, ahora tan vista en Baltimore.

No escribió directamente sobre la esclavitud, pero todo su misterio, todo el horror macabro y gótico de su poesía y de su prosa refleja su realidad circundante: el terror y la inhumanidad de los campos de trabajo, de las violaciones, de la cría forzosa, de la forzada separación de padres e hijos y del inevitable destino del trabajo forzado.