Etiquetado frontal, balance a casi dos años de su implementación en la Argentina

UCA

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA junto al Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA) y la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UCA, publicaron información relevante sobre los posibles efectos que ha tenido la implementación del etiquetado frontal en el país. Es importante recordar que el mismo fue incorporado en 2022, a partir de la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable promulgada a finales del 2021. 

En la presente comunicación se sintetizaron 4 estudios:  

  1. Tuñón, I; Maljar M., Robert N., Bauso N. (2024). Alimentación, etiquetado frontal y autoproducción. Sistemas de protección y desigualdad social en la infancia argentina. Barómetro de la Deuda Social de la Infancia y Fundación Alimentaris. Serie Agenda para la Equidad (2017- 2023). 1ª ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Educa, 2024. 
  2. Dirección Nacional de Abordaje Integral de Enfermedades No Transmisibles. Ministerio de Salud Argentina (2023). Estudio de opinión pública sobre la implementación de la ley 17.642 de promoción de la alimentación saludable. 
  3. Mariana Albornoz y Sergio Britos (2023). Composición nutricional de alimentos envasados en categorías de consumo recomendado por las guías alimentarias y el caso emergente de los productos a base de plantas, antes y después de la Ley N° 27.642. 
  4. Bugallo O, Pinto M, Seré A - (director) Britos S. (2023). Etiquetado Frontal y decisión de compra de alimentos con exceso de nutrientes críticos en hogares con niños, niñas y adolescentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Licenciatura en Nutrición, UCA. 

A continuación, se detallan las principales conclusiones de cada estudio: 

1. Alimentación, etiquetado frontal y autoproducción. Sistemas de protección y desigualdad social en la infancia argentina. 

El estudio, publicado por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia junto a Fundación Alimentaris, señala que un tercio de los hogares reconoce haberse visto desalentado al consumo de ciertos alimentos a partir del etiquetado frontal. Esta incidencia baja levemente en los hogares con niños/as y adolescentes y sube en los hogares sin niños/as. En el caso de los hogares con niños/as y adolescentes el etiquetado parece haber tenido un mayor impacto entre los no pobres, a medida que asciende el nivel socioeconómico, en quienes residen en la Ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano Bonaerense.    

El 75% de los niños/as y adolescentes residen en hogares que no se han visto desalentados en sus consumos a partir del etiquetado frontal, y dicha situación es más prevalente en los hogares pobres, estratos bajos, y ciudades del interior del país.  

 

2. Estudio de opinión pública sobre la implementación de la Ley 17.642 de promoción de la alimentación saludable. 

Este informe, elaborado por la Dirección Nacional de Abordaje Integral de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud de Argentina (dic. 2023) tuvo por objetivo presentar los resultados de un estudio de opinión pública sobre la implementación de la Ley 27.642 de promoción de la alimentación saludable. Se llevó a cabo mediante un diseño muestral no probabilístico y por cuotas aplicadas por región del país, sexo y grupos de edad entre agosto y septiembre del 2023.  

La respuesta de la opinión pública ante las iniciativas propuestas en el estudio ha sido variada. Aproximadamente el 53,7% de las personas encuestadas afirmaron conocer la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, y este porcentaje aumentó al 90,3% cuando se les mostraron los sellos de advertencia en los productos. Sin embargo, al consultar sobre los ejes principales de la ley, se observó que un porcentaje menor de personas conocían aspectos específicos como la obligatoriedad de los sellos de advertencia en los envases de los productos y la prohibición de venta y publicidad de productos etiquetados en las escuelas. 

Estos resultados sugieren la importancia de realizar campañas de comunicación que visibilicen todos los aspectos de la ley, especialmente aquellos relacionados con la protección de la infancia y la promoción de hábitos alimentarios saludables. 

Sobre la percepción de productos con sellos, el estudio indica que: 

  1. Al menos el 80% de las personas encuestadas considera que la información del frente del envase de los productos con sellos de advertencia es clara y simple.  
  2. En personas de género femenino, entre 18 y 50 años y con mayor nivel educativo, el conocimiento y evaluación de la ley presentó mayores porcentajes de indicadores positivos.  

Sobre el comportamiento de compra el informe señala: 

  1. La intención de compra de productos con sellos de advertencia disminuye a medida que las personas prestan atención a la información y consideran la saludabilidad del producto. 
  2. Alrededor de la mitad de las personas encuestadas prefiere elegir una alternativa de compra en caso de que haya disponible un producto sin sellos o con menos sellos. 

3. Composición nutricional de alimentos envasados en categorías de consumo recomendado por las guías alimentarias y el caso emergente de los productos a base de plantas, antes y después de la Ley N° 27.642.  

En un escenario de alta prevalencia de exceso de peso y patrones dietarios de baja calidad nutricional, se reglamentó en Argentina la Ley N° 27.642 de Promoción de Alimentación Saludable que estableció la implementación del etiquetado frontal de advertencia en los alimentos y bebidas analcohólicas envasados en ausencia del consumidor como medida de salud pública con principal enfoque en la población infanto-juvenil.  

El informe tiene por objetivo cuantificar la magnitud de los cambios en la composición nutricional de un subgrupo de productos alimentarios alcanzados por la reglamentación y evaluar su relevancia nutricional en el patrón alimentario de niñas, niños y adolescentes. Con este fin se relevaron datos de composición nutricional de alimentos envasados pertenecientes a categorías recomendadas por las Guías Alimentarias para la Población Argentina (N=405) y productos alimentarios en sus categorías análogas a base de plantas (N=113) en dos momentos, antes (2022) y después (2023) de la implementación del etiquetado frontal. Se identificó el patrón alimentario de niñas y niños (4 a 12 años) y adolescentes (13 a 17 años) a partir de la micro base de datos de la 2da Encuesta Nacional de Nutrición y Salud.  

Principales resultados 

  1. El 89% de los alimentos envasados pertenecientes a categorías cuyo consumo es recomendado por las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) presentaron al menos un sello de advertencia o leyenda precautoria. 
  2. Las categorías de alimentos con mayores reformulaciones positivas en su composición nutricional, antes y después de la implementación de la ley de etiquetado, fueron: quesos blandos, legumbres procesadas y medallones de cereales. 
  3. A pesar de las reformulaciones positivas observadas, el impacto (modelizado) en la ingesta de energía y nutrientes críticos en las dietas de niños, niñas y adolescentes fue limitado. La incidencia del consumo de las categorías estudiadas representó aproximadamente el 10% de la ingesta de energía y no más del 18% de ingesta de nutrientes críticos en el patrón alimentario de ambos grupos poblacionales.  
  4. El etiquetado frontal es una herramienta útil en general. En particular en las categorías de productos cuyo consumo es recomendado como ocasional. En los alimentos de consumo recomendado su implementación debe acompañarse de intensas estrategias de Educación Alimentaria Nutricional para orientar su correcta interpretación y evitar la disminución en el consumo de alimentos que pueden ser deficitarios en la población. 

Como conclusión, el informe destaca que es clave analizar los resultados progresivos de la implementación del etiquetado frontal y su proyección en el patrón alimentario de la población objetivo. 

4. Etiquetado Frontal y decisión de compra de alimentos con exceso de nutrientes críticos en hogares con niños, niñas y adolescentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Licenciatura en Nutrición, UCA.  

El trabajo se propuso evaluar el uso del etiquetado frontal de alimentos (EFA) y sus implicancias en la compra de alimentos con exceso de nutrientes críticos por parte de mayores de 18 años a cargo de niños, niñas y adolescentes (NNyA). A través de un estudio observacional descriptivo transversal en 309 personas (84% mujeres y 53% entre 40 y 60 años) mayores de 18 años a cargo de NNyA residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires, se concluye que: 

En general, el consumo medio de alimentos poco nutritivos fue de 2,0 veces/semana. El queso untable fue el más frecuentemente consumido (2,9 veces/semana; ± 2,10), seguido de las galletitas dulces (2,6 veces/semana; ± 1,9). Para ningún alimento se halló una diferencia significativa entre las medias referidas al género, lo que sugiere un patrón de consumo similar entre hombres y mujeres. 

El 39% de las personas siempre lee el EFA y las mujeres tienden a darle más importancia que los varones. Las personas con menor frecuencia de consumo de alimentos poco nutritivos tienden a leerlos (p=0,0178) y a usarlos (“a veces”) (p=0,0076) en mayor medida al momento de realizar cambios saludables, al contrario de aquellos con alta frecuencia de consumo de esos productos.  

La mayor frecuencia de menciones al uso efectivo del EFA al momento de elegir un alimento se concentra en las respuestas “a veces” o “nunca”, predominando esta última respuesta entre los varones (45%), mientras 40% de las mujeres lo hacen “a veces”. 

Se observa un mayor predominio de bajo uso entre quienes tienen mayor frecuencia de consumo de alimentos poco nutritivos (96% lo usan a veces o nunca). 

En cuanto a la percepción de la utilidad para realizar cambios saludables en el momento de la compra la mayor proporción de respuestas (69% en mujeres y 83% en varones) se concentra entre quienes lo perciben “de vez en cuando”, “muy pocas veces” o “nunca”. 

También en esta pregunta, la mayor tasa de respuesta negativa (“de vez en cuando, muy poco o nunca”) es mayor entre quienes tienen mayor frecuencia de consumo de alimentos poco nutritivos. 

Un 39% de las mujeres y 63% de los varones compra de todas maneras los alimentos independientemente de los sellos de advertencia, en mayor medida entre quienes tienen mayor frecuencia de consumo de alimentos poco nutritivos. 

Conclusiones 

La visibilidad y lectura del EFA es moderadamente alta en la población encuestada, aunque las dimensiones de uso efectivo de las advertencias al momento de comprar, percepción de su utilidad para orientar cambios saludables y cambios efectivamente realizados en respuesta al EFA muestran un comportamiento mayoritariamente concentrado en las opciones menos positivas (“de vez en cuando, muy pocas veces, nunca o lo compro igual), en particular en las personas que declaran mayor frecuencia de consumo de alimentos poco nutritivos. El estudio realizado es exploratorio y no alcanza representatividad estadística. 

Acceder a los estudios completos  

 

Fuente: Universidad Católica Argentina / 04-07-2024

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