Grecia está a punto de dar a la democracia europea una oportunidad
Algo anda mal en nuestra Europa.
Cuando el proceso constitucional de una orgullosa democracia europea parecía conducir, con todo motivo, a unas elecciones (como era el caso en Grecia desde la Caída), la Comisión europea, varios gobiernos y los habituales comentaristas intervinieron.
El código genético de Podemos
Los países del sur de Europa son social y políticamente muy diferentes, pero están sufriendo el impacto de la misma política equivocada impuesta por Europa central y del norte a través de la Unión Europea (UE), con resultados desiguales aunque convergentes. Se trata, en general, de congelar la posición periférica de estos países en el continente, sometiéndolos a un endeudamiento injusto en su desproporción, provocando activamente la incapacidad del Estado y los servicios públicos, causando el empobrecimiento abrupto de las clases medias, privando a estos países de sus jóvenes y de la inversión en educación e investigación, sin la cual no es posible salir del estatuto periférico. España, Grecia y Portugal son tragedias paradigmáticas.
La economía europea empeora pero sus líderes no se ponen de acuerdo
La confrontación entre el Banco Central Europeo, Alemania y otros gobiernos de la zona euro entorpece los intentos de Europa por reactivar su economía.
Las tensiones, que se han estado gestando durante meses, se agudizaron en el último mes en momentos en que las cifras muestran un deterioro de la zona euro y amenazan con bloquear una respuesta coherente cuando Europa se encamina a su tercera recesión en seis años.
¿Por qué el experimento de la austeridad en Europa está condenado a fallar?
He pasado las últimas dos semanas en Europa, dando charlas en Italia, Grecia y Austria. Ha sido mi primera visita a Grecia, y la primera oportunidad de tener una opinión como turista, siempre superficial, de cómo es un país con niveles de desempleo propios de la Gran Depresión.
Un primer balance general de las elecciones europeas
Las recientes crisis en Ucrania y Siria manifiestan la compleja transición hacia un mundo sin centro hegemónico único; lo que se está denominando el “incipiente mundo multipolar” (las áreas en disputa manifiestan esta tónica). El siglo XXI amanece con un nuevo mundo emergente que ya no presupone, ni cultural ni civilizatoriamente, la hegemonía occidental. El “gran relato” neoliberal del “fin de la historia” se hizo pedazos el 11 de septiembre de 2001 y su última cruzada, llamada el “choque de civilizaciones”, es derrotada en Siria y Ucrania.
Todos somos macacos
Después de la enésima vez que han tirado plátanos en contra de jugadores de futbol negros en Europa, Daniel Alvez ha resuelto comer el plátano y Neymar declaro: “Todos somos macacos” (Todos somos monos). Es el comienzo de la reacción, que los propios europeos parecen incapaces de hacer, en contra de la discriminación en los estadios de futbol, simple continuación de lo que pasa en la vida cotidiana en países que se consideran blancos y civilizados”.
Europa “civilizada” se ha enriquecido en base a la esclavitud y a su corolario: la discriminación y la reducción de los negros a “bárbaros”.
“Nuestros socios internacionales tienen mucho que perder, si persisten en su actual política de austeridad”.
Alexis Tsipras, el dirigente del Partido Syriza en Grecia, es una gran esperanza de la nueva izquierda europea y un candidato a la presidencia de la Comisión Europea. Hace dos años, su partido casi se hizo con el poder político en un país que había sufrido un increíblemente rápido deterioro a causa de las duras medidas de austeridad: como devastado por una guerra, se convirtió como quien dice en un país del tercer mundo en el que se registraba una acelerada desaparición de la democracia y del estilo griego –europeo— de vida. Si las elecciones legislativas en Grecia se celebraran mañana, Syriza las ganaría con toda seguridad.
Las profundas razones geopolíticas de Rusia
El presidente Barack Obama decidió ponerse duro con Rusia al imponer sanciones y aumentar el apoyo para el nuevo gobierno de Ucrania.
Este es un gran error. Esta respuesta está basada en la misma lógica defectuosa que ayudó a precipitar la crisis. En lugar de resolver la disputa, va a conducir a mayores problemas. La visión de la Casa Blanca es que EE.UU. no tiene responsabilidad por la crisis actual. En su opinión, toda la culpa es del presidente Vladimir Putin. Esto no es correcto. Washington jugó un papel clave en la precipitación de esta peligrosa situación y la conducta de Putin se vio motivada en las mismas consideraciones geopolíticas que influyen en todas las grandes potencias. La raíz de la crisis actual es la expansión de la OTAN y el compromiso de Washington para sacar a Ucrania de la órbita de Moscú e integrarla a Occidente. A los rusos los enfureció la expansión de la OTAN, pero toleraron el ingreso de Polonia y los países Bálticos.
Europa, entre la xenofobia y el miedo a perder su identidad cultural
La extrema derecha europea lo soñó, Suiza acaba de hacerlo : después de aprobar por referéndum la prohibición de los minaretes y la expulsión de los extranjeros criminales o que hacen fraude al seguro social, los suizos aprobaron la iniciativa del partido populista Unión Democrática de Centro (UDC) y votaron a favor del restablecimiento de cuotas para los trabajadores foráneos.
Bancos: la trampa de los países ricos
“Hoy no existe sector en Estados Unidos o Gran Bretaña que esté dispuesto a enfrentar a los grandes bancos en el terreno político. Y los capitostes del sector financiero siguen gozando de tanto prestigio que todavía son convocados para manejar las finanzas públicas. Los políticos continúan dejando el supuesto saber en manos de estos individuos”, sostiene Johnson, profesor del MIT y coautor del libro “White House Burning” (Arde la Casa Blanca). El poder político de los grandes bancos en los países ricos es un problema porque prohija la toma de riesgos descontrolados.