Ferias Francas de Misiones: 25 años de alimentos sanos y comercio justo

Sergio Alvez


El cumpleaños 25 de la Feria Franca de Posadas, que dio inicio a un movimiento histórico entre familias productoras y consumidores de toda la provincia, es motivo de celebración y orgullo. Repaso de una experiencia inédita de comercialización de alimentos sanos que reúne a más de 3500 familias productoras de Misiones.

Con 80 puntos de venta distribuidos en diferentes municipios de la provincia, y más de 3500 familias agricultoras involucradas, las Ferias Francas de Misiones están de fiesta. La efeméride indica que un 5 de septiembre de 1998, en el popular barrio de Villa Cabello, se instalaba por primera vez una feria franca de pequeños productores en la ciudad de Posadas, donde hoy existen 21 puestos diseminados por toda la capital misionera.

La conmemoración por los 25 años de la Feria Franca de Posadas pone en valor la historia y las luchas que lograron establecer un modelo de comercialización de productos “de la chacra”, que --además de brindar a los pequeños productores una posibilidad de expansión económica genuina-- afianzó un encuentro fraterno entre los consumidores citadinos y las familias agricultoras, que va mucho más allá de un intercambio comercial.

Al mismo tiempo, el crecimiento exponencial de las ferias francas en la provincia instaló en el imaginario colectivo la importancia de la alimentación saludable y de la producción sustentable, como paradigma antagónico al modelo del agronegocio, los pooles de siembra y el uso intensivo de agrotóxicos.

Villa Cabello: cuna de la primera feria

Situada en el oeste de Posadas, el barrio de Villa Cabello comenzó a gestarse en 1973, a partir de la iniciativa de un grupo humano convocado por el cura Juan Markievicz, referente del Movimiento Familiar Cristiano “Familia Kolping”. El nombre del barrio guarda relación con el acopio de mechones de cabellos de mujeres, que tras ser cortados en Posadas, se exportaban hacia Alemania a cambio de donaciones económicas que contribuyeron al desarrollo urbanístico en cuestión. Años después, a mediados de la década del noventa, en la Parroquia de Villa Cabello comenzaban las primeras reuniones que darían corporeidad a la primera feria franca de Posadas.

“En esa época, en el oeste de la ciudad había muchos terrenos sin uso, baldíos y descampados. Las políticas del momento estaban haciendo estragos en los pequeños productores, por eso buscábamos tierras para producir y una forma de comercializar sin intermediarios. Así conseguimos tierras cerca del ex aeropuerto, y pedimos una audiencia con el Intendente de la ciudad, que en aquel entonces era Carlos Rovira. El 5 de septiembre de 1998, bajo la sombra de unos árboles sobre la calle Fermín Fierro, un grupo pequeño de feriantes puso en marcha la primera feria de Posadas”, recuerda Oscar Mathot, uno de los primeros técnicos que trabajó junto a los feriantes en el mejoramiento de sus prácticas de cultivo.

De generación en generación

Con el correr del tiempo, la Feria Franca de Posadas fue incorporando productores de distintos municipios de la provincia, que cada fin de semana llegaban a Posadas en colectivos alquilados, para poder vender sus productos frescos en la feria de Villa Cabello.

Milagros Dos Santos es actualmente integrante de la comisión directiva de la Asociación Ferias Francas de Posadas, pero también forma parte de la tercera generación de feriantes. “Somos de Cerro Azul, un municipio rural situado a unos 65 kilómetros de Posadas. Mis viejos comenzaron a ferias en Villa Cabello cuando esta historia recién comenzaba. Me recuerdo siendo niña, muchas veces durmiendo ahí debajo de una mesa. Es emocionante ver como creció esta y otras ferias de la provincia. Gracias a las ferias, muchos hijos de colonos pudieron seguir carreras universitarias”, afirma Dos Santos.

Alfredo Ritcher ya cumplió 70 años y es oriundo de la fronteriza localidad de Panambí, un poblado recostado contra el río Uruguay, donde funciona el paso internacional Panambí-Veracruz. Este hombre, junto a su esposa, Iracema Yunk, forman parte del grupo que dio origen a la primera feria posadeña.

“En esa época veníamos en autitos viejos, camionetas que se caían a pedazos o colectivos que se alquilaban, todo compartido entre varios colonos. Al principio fue difícil, pero los clientes fueron haciéndose cada vez más, y así fuimos saliendo adelante. Con el tiempo muchos pudieron comprarse sus autos y todo fue mejorando. La feria franca nos dio todo”, evoca Ritcher.

“Lo más lindo es encontrarte con los clientes cada fin de semana, que ya se volvieron amigos, con quienes hablamos mucho. Es hermoso cuando te dicen 'nos vemos el fin de semana' con una sonrisa”, dice Iracema.

Productores de la Feria Franca de Misiones

La gran familia de feriantes

La experiencia de la Feria Franca de Oberá fue la primera en la tierra colorada. Abrió sus puertas en 1995, luego de un lapso organizativo protagonizado por el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) y el Programa Social Agropecuario (PSA).

“Por esa época la crisis del pequeño producto era agobiante. Tuvimos la oportunidad de viajar a Santa Rosa, una localidad de Brasil, y conocer la experiencia de ferias que venían desarrollando allí. Volvimos con muchas ideas y muchas ganas, y pudimos poner en marcha la feria franca en Oberá. La feria trajo prosperidad y permitió que muchas familias pudieran quedarse en la chacra”, asegura el miembro histórico del MAM Eugenio Kasalaba.

En el norte de la provincia una de las ferias francas más concurridas es la de la ciudad de Eldorado. Allí acude cada sábado, desde hace más de trece años, el productor hortícola Juan de la Cruz, integrante de Productores Independientes de Piray, una organización nucleada en Unión Trabajadores/as de la Tierra (UTT). “Juanchi” comenzó llevando verduras y frutas, y hoy su puesto exhibe pollos, huevos, lácteos, leña y mermeladas. “La feria franca representa el cien por ciento de los ingresos de mi familia. Tengo cinco hijos y doy gracias a la feria y a mis clientes, que permiten llevarme el pan a la mesa. Creo que nuestro esfuerzo por llevar alimentos sanos y ricos tiene una retribución que es económica pero también afectuosa. Recibimos mucho cariño de nuestros clientes y entre los feriantes somos una gran familia”, destaca De la Cruz.

Para muchos productores la feria franca también representó la posibilidad de abandonar prácticas obsoletas en pos de un mejor rendimiento y, sobre todo, de una vida más saludable. Es el caso de Hugo Dos Santos, feriante de Villa Cabello y ex productor tabacalero. “Todos los años sufría con el tabaco. Tormentas que destruían todo, precios bajos, meses de sacrificio que no valían la pena. Hoy, con menos esfuerzo y mejor calidad de vida, produzco solamente alimentos. Y gracias a las ferias francas obtengo el sustento. Todos los días me levanto a las 5 de la mañana para preparar la feria, como le decimos al trabajo de cosecha que hacemos pensando en el fin de semana”, cuenta Dos Santos.

El aniversario de la Feria Franca de Posadas, experiencia que dio inicio a un movimiento histórico, será conmemorado con múltiples actividades y homenajes a los pioneros de esta experiencia que, en definitiva, permite llevar los alimentos de la chacra directamente a la mesa familiar de miles de misioneros.

Ferias Francas de Misiones, Municipalidad de Posadas, Ministerio de Agricultura Familiar.

 

Agencia Tierraviva - 4 de septiembre de 2023

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