Grecia: Sobre el famoso Plan B y las acusaciones de traición
A lo largo de las negociaciones del gobierno griego con el eurogrupo, el ministro Varoufakis superviso un Grupo de Trabajo con la tarea de preparar planes de contingencia contra los esfuerzos de los acreedores por minar al gobierno griego y a la vista de las fuerzas que obraban en el seno del eurogrupo para que se expulsara a Grecia del euro. El Grupo de Trabajo fue convocado por el ministro a petición del primer ministro y lo coordinó el profesor James K. Galbraith.
Ha de hacerse notar que, con anterioridad a la confirmación por parte del señor Varoufakis del mencionado Grupo de Trabajo, el ministro recibió numerosas críticas por haber descuidado esos planes de contingencia. El Banco de Grecia, el BCE, el Tesoro de los distintos estados miembros de la UE, los bancos, las organizaciones internacionales, etc., todos habían elaborado esos planes desde 2012. El Ministerio de Finanzas de Grecia se hubiera comportado de modo negligente si no hubiera intentado elaborar planes de contingencia.
Desde que el señor Varoufakis anunció la existencia del Grupo de Trabajo, los medios informativos se han permitido artículos inverosímiles que dañan la calidad del debate público. El Grupo de Trabajo del Ministerio de Finanzas trabajó exclusivamente en el marco de la política del gobierno y sus recomendaciones estuvieron siempre encaminadas a servir al interés público, respetar las leyes del país y mantenerlo en la eurozona.
Con respecto al reciente artículo del diario Kazimerini titulado “El Plan B implicaba desvíos e intrusión informática”, el hecho de que Kazimerini no contactara con el señor Varoufakis para requerir sus comentarios y las erróneas referencias de su periodista a “interceptar los números de los expedientes fiscales de todos los contribuyentes” sembraron la confusión y contribuyeron a la desinformación inducida por los medios. El artículo se refiere al proyecto del Ministerio tal como lo describió el ministro Varoufakis en su discurso de despedida durante la ceremonia de traspaso del cargo en el ministerio de Finanzas. En esa alocución, el señor Varoufakis afirmó claramente: “El Secretariado General de Sistemas de Información había empezado a investigar los medios por los cuales Taxisnet (el Interfaz de la Red Fiscal del Ministerio) pudiera llegar a ser algo más de lo que actualmente es, y convertirse en un sistema de pagos para terceras partes, un sistema que mejore la eficiencia y minimice los atrasos del Estado a los ciudadanos y viceversa”. Ese proyecto no formaba parte del ámbito del Grupo de Trabajo, lo presentó completo al gabinete el ministro de Finanzas, y debía, en opinión del ministro Varoufakis, aplicarse independientemente de las negociaciones con los acreedores de Grecia, pues aportará avances considerables de eficiencia en las transacciones entre el Estado y los contribuyentes, así como entre contribuyentes.
Para concluir, durante los cinco meses de negociaciones que tuvieron a Europa en vilo y cambiaron el debate en toda Europa, el Ministerio de Finanzas hizo todo lo posible por servir al interés público frente a muchas dificultades. La actual campaña mediática para mancillar estos esfuerzos no logrará mellar el legado de una lucha crucial de cinco meses en favor de la democracia y el sentido común.
27 de julio de 2015
Comunicado del profesor James K. Galbraith sobre el Grupo de Trabajo del Ministerio de Finanzas convocado por el exministro de Finanzas, Yanis Varoufakis
James K. Galbraith
Pasé cinco meses, de principios de febrero a principios de julio, en estrecha relación con el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, y formé parte del Grupo de Trabajo que realizó planes de contingencia para afrontar potenciales intentos de asfixiar la economía griega, entre ellos medidas agresivas para forzar la salida del país del euro. Puesto que se ha derivado una gran confusión acerca de estos esfuerzos, debería quedar claro lo siguiente:
(1) En ningún momento se dedicó el Grupo de Trabajo a abogar por la salida ni por opción alguna de medidas políticas. El trabajo se limitó estrictamente a estudiar los problemas operativos que surgirían si Grecia se viera obligada a emitir pagarés o se viera forzada a salir del euro.
(2) El grupo operó siguiendo el axioma de que el gobierno se encontraba plenamente comprometido con la negociación dentro del euro, y adoptó precauciones extremas para no poner en riesgo ese compromiso no permitiendo que llegara ningún atisbo de nuestro trabajo al mundo exterior. No se produjeron filtraciones de ninguna clase hasta que la existencia del grupo fue revelada por el exministro de Finanzas mismo, en respuesta a las críticas de que su ministerio no había llevado a cabo ningún plan de contingencia, cuando era sabido que había fuerzas dentro de la eurozona que planificaban la salida forzada de Grecia.
(3) La existencia de planes preliminares no podía desempeñar papel alguno en la posición negociadora griega, puesto que su difusión (antes de que existiera la necesidad de aplicarlos) habría desestabilizado la política gubernamental.
(4) Aparte de una conversación telefónica tardía y nada concluyente entre el diputado Costas Lapavitsas y yo, no mantuvimos ninguna coordinación con la Plataforma de Izquierda, y las ideas de nuestro Grupo de Trabajo tenían con las suyas poco en común.
(5) Nuestra labor terminó a efectos prácticos a principios de mayo, con un extenso memorándum en el que se delineaban cuestiones e hipótesis de importancia que habíamos estudiado.
(6) Mi trabajo en este terreno no fue ni remunerado ni tuvo carácter oficial, y se originó por mi amistad con Yanis Varoufakis y mi respeto por la causa del pueblo griego.
27 de julio de 2015
Acusaciones de traición: lo que esconden alegaciones tan estrafalarias
Yanis Varoufakis
El estrambótico intento de hacer que se me procese bajo…acusaciones de traición, presuntamente por conspirar para sacar a Grecia de la eurozona, es reflejo de algo mucho más amplio.
Refleja un esfuerzo decidido por deslegitimar nuestra negociación de cinco meses (del 25 de enero al 5 de Julio) con una troika furiosa por que tuviéramos la audacia de discutir la sabiduría y eficacia de su fracasado programa para Grecia.
El objetivo de mis sedicentes perseguidores consiste en caracterizar nuestra desafiante posición negociadora como una aberración, un error o, todavía mejor desde la perspectiva del establishment oligárquico griego amigo de la troika, como un ‘crimen’ contra el interés nacional de Grecia.
Mi ruin ‘delito’ fue que, al expresar la voluntad colectiva de nuestro gobierno, yo personificaba los pecados de:
• Encararme con los dirigentes del eurogrupo como un igual que tiene derecho a decir ‘NO’ y a presentar poderosas razones analíticas para rechazar lo catastróficamente ilógico de enormes préstamos a un Estado insolvente a condición de seguir una austeridad contraproducente.
• Demostrar que se puede ser un europeísta comprometido, esforzarse por mantener al propio país en la eurozona y, al mismo tiempo, rechazar las políticas del eurogrupo que dañan claramente a Europa, desconstruyen el euro y de modo crucial, atrapan al propio país en una esclavitud de austeridad impulsada por la deuda.
• Planificar contingencias con las que mis colegas principales del eurogrupo y funcionarios de alto rango de la troika me amenazaban en debates cara a cara.
• Desvelar de qué modo convirtieron anteriores gobiernos griegos departamentos del gobierno de importancia crítica, como el Secretariado General de Ingresos Públicos y la Oficina Estadística Helena, en departamentos controlados de hecho por la troika y presionados de forma fidedigna para ponerse al servicio del socavamiento del gobierno electo.
Está sobradamente claro que el gobierno griego tiene el deber de recuperar la soberanía nacional y democrática sobre todos los departamentos del Estado y, en particular, sobre los del ministerio de Finanzas. De no hacerlo así, seguirá renunciado a los instrumentos de decisión política que los votantes esperan que utilice para cumplir con el mandato que le han encomendado.
En mi empeño ministerial, mi equipo y yo ideamos métodos innovadores para desarrollar los instrumentos del Ministerio de Finanzas a fin de enfrentarnos a la escasez de liquidez a la vez que recuperábamos poderes ejecutivos anteriormente usurpados por la troika con el consentimiento de anteriores gobiernos.
En lugar de procesar y perseguir a quienes, a día de hoy, operan en el sector público como secuaces y lugartenientes de la troika (a la vez que reciben cuantiosos salarios de los contribuyentes griegos, tan sufridos), los políticos y partidos a los que condenó el electorado por sus esfuerzos para convertir Grecia en un protectorado se dedican ahora a perseguirme a mí, con la ayuda y complicidad de los medios de los oligarcas. Llevo estas acusaciones como emblemas honoríficos.
La orgullosa y honesta negociación que llevó a cabo el gobierno de Syriza desde el primer día que fuimos elegidos ha cambiado ya los debates públicos sobre Europa para bien. El debate acerca del déficit democrático que afecta a la eurozona es hoy imparable. Ay, los animadores domésticos de la troika no parecen capaces de soportar este éxito histórico. Sus esfuerzos por criminalizarlo se harán pedazo contra los mismos escollos que destrozaron su desvergonzada campaña de propaganda contra el ‘No’ en el referéndum del 5 de julio: la gran mayoría del valiente pueblo de Grecia.
29 de julio de 2015
Yanis Varoufakis, exministro de finanzas del gobierno griego de Syriza, es un reconocido economista greco-australiano de reputación científica internacional. Es profesor de política económica en la Universidad de Atenas y consejero del programa económico del partido griego de la izquierda, Syriza. Fue recientemente profesor invitado en los EEUU, en la Universidad de Texas. Su libro El Minotauro Global, para muchos críticos la mejor explicación teórico-económica de la evolución del capitalismo en las últimas 6 décadas, fue publicado en castellano por la editorial española Capitán Swing, a partir de la 2ª edición inglesa revisada. Una extensa y profunda reseña del Minotauro, en SinPermiso Nº 11, Verano-Otoño 2012.
James K. Galbraith es profesor de gobierno y relaciones empresariales en la Escuela Lyndon B. Johnson de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas. Presidente de la Association for Evolutionary Economics, su último libro publicado es "Inequality and Instability" , una soberbia investigación empírica y teórica sobre el capitalismo de nuestros días. Está actualmente terminando de escribir un libro intitulado The End of Normal (El final de la normalidad).
Sinpermiso - 2 de agosto de 2015