“La continuidad del Gobierno actual sería fatal”
La ex presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont que cambió el rol de la autoridad monetaria y promovió el control de capitales e importaciones, criticó en una entrevista con Infobae toda la política de Cambiemos: "Va a contramano de la industrialización"
La economista, enrolada en la corriente desarrollista o estructuralista, que se desempeñó en la era K como diputada nacional, entre 2005 y 2008; luego asumió la presidencia del Banco Nación, hasta que en febrero de 2010 asumió la presidencia del Banco Central, hasta noviembre de 2013, reafirmó sus duras críticas al plan del Gobierno de Cambiemos, pese a que la inflación continuó desacelerando, la actividad volvió a crecer y la economía comenzó a generar empleos netos; entre otros logros de política económica.
En el número especial de la Revista FIDE, en conmemoración de los 40 años de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo que ideó su tío Rogelio Frigerio – abuelo del actual ministro del Interior y Obras Públicas – Mercedes Marcó del Pont, en su carácter de presidente, plantea, como en una nueva entrevista con Infobae, "las contradicciones en un capitalismo financiarizado que invita a repasar la teoría clásica y reconocer los límites del abordaje keynesiano o neokeynesiano para pensar integralmente los problemas de nuestro subdesarrollo".
Y agrega en el trabajo de marras que dio a luz pocas semanas atrás: "Parados aquí y ahora , con la notable experiencia que constituyeron los 3 mandatos presidenciales que se extendieron entre 2003 y 2015, es preciso asumir los límites de las políticas de crecimiento, apoyadas en la demanda, si de manera simultánea no se encara una profunda transformación de la estructura productiva argentina y no se discuten las alternativas para mermar el drenaje del excedente fuera del proceso de acumulación interna".
– ¿Cómo ve la economía hoy, luego de los ajustes de política monetaria y fiscal, tras los acuerdos con el FMI de junio y septiembre últimos?
– Si tuviera que hacer un balance de la gestión del Gobierno le diría que somos un país más subdesarrollado, más desigual, que al fin del gobierno anterior. Y hay algo que me preocupa enormemente es que somos un país menos soberano, hemos perdido capacidad soberana para decir en nuestras principales variables económicas. Lo miro mucho desde lo que es el Banco Central. Lo pienso porque nos hemos desindustrializado, porque se han destruido capacidades tecnológicas; desigual, no sólo porque así los reflejan no sólo los indicadores oficiales de ingreso, sino regionales. Y porque en poco tiempo hemos perdido soberanía, cuando en general se la asocia a cuestiones más geopolíticas, pero ¿quién decide sobre la política económica? ¿Quién decide cuánto debe valer el dólar? La decide el mercado, los que quieren hacer timba financiera, nadie más.
Si tuviera que hacer un balance
de la gestión del Gobierno le diría
que somos un país más
subdesarrollado, más desigual,
que al fin del gobierno anterior.
Y hay algo que me preocupa
enormemente es que somos un
país menos soberano, hemos
perdido capacidad soberana
para decir en nuestras principales
variables económicas
– Eso es una cuestión cultural, no es de ahora. Por eso el Banco Central se vio obligado a seguir una política de restricción monetaria en la que la tasa de interés es endógena y que se ubicó enormemente alta, porque es la que exigió el mercado para no posicionarse en dólares. ¿Qué otra cosa se podría haber hecho, o sugeriría?
– Por eso, aunque suene políticamente incorrecto, si realmente queremos plantearnos una política que piensa en el desarrollo, en una estrategia de crecimiento, hay que abordar la cuestión del bimonetarismo, porque en última instancia lo que eso significa es que hay una riqueza, un excedente que se genera en la economía argentina, que se dolariza y se filtra de la acumulación productiva. Y pensando ya en cómo se sale de esta encerrona, cómo se renegocia con el FMI a partir del 10 de diciembre de 2019, obviamente aspiro a un gobierno distinto, porque la continuidad del actual sería fatal, a mi juicio, es cómo se recrean las condiciones para el crecimiento.
– ¿Cuáles serían esas condiciones para el crecimiento?
– Obviamente, recomponer prioritariamente el mercado interno, porque el internacional está muy complicado, pero no sólo es el consumo sino también la inversión. ¿Cuáles son las fuentes de generación de ahorro para la acumulación en la Argentina, cuáles son los límites si ese ahorro se dolariza y se va? Por eso creo que el mote del cepo cambiario estaba mal planteado, cuando lo que se intentó con todas las limitaciones que aparecieron fue regular el drenaje de riqueza generada internamente. es un desafío enorme para el desarrollo garantizar que ese ahorro que se genera en la economía vuelva a la inversión reproductiva. Ahora, la primer definición es que hay que modificar las reglas de juego para que le convenga más al capital invertir en la economía productiva y no en activos financieros como ocurre bajo este régimen.
– En un reciente trabajo, el economista Mario Teijeiro reflexionaba sobre el riesgo de asegurar la estabilidad jurídica cuando en el punto de partida de los derechos adquiridos son absolutamente perversos para el crecimiento económico. ¿Usted ve a la sociedad y a la dirigencia política, empresaria y sindical, madura como para debatir la necesidad de modernización de la economía?
– Lo que pasa es que las reformas de la que se habla: laboral, previsional, entre otras, alude a la quita de derechos que siempre la ortodoxia ha planteado, y en realidad han fracasado. Cuando se mira todo lo que son las políticas ofertitas "suplly-side", que eran eso: desgravaciones impositivas, flexibilizó, eliminó ciertas restricciones para que el capital ingrese al país, no han resultado en mayor inversión productiva.
– En la Argentina!
– En la Argentina y ni en el mundo-
– En los EEUU esa política bajo la presidencia del Ronald Reagan dio lugar al ciclo de crecimiento más largo de su historia…
– En los EEUU lo que se genera a partir de fines de los 70 y principios de los 80 es, claramente, un cambio en lo que es el proceso de acumulación del capital, donde la rentabilidad se origina crecientemente en las colocaciones financieras, no en la economía real. Es el ciclo denominado financiarización, que hoy continúa caracterizando al capitalismo. Por eso reivindico mucho lo que fue la etapa del kirchnerismo en donde las reglas de juego (nos faltaban muchas otras cosas) alentaban la generación de rentabilidad en la esfera de la producción y el trabajo, no en la financiera. Acaban de salir los datos de las grandes empresas del Indec correspondiente a 2017 y muestran que la tasa de rentabilidad de las compañías, nacionales y extranjeras, cayó enormemente durante el Gobierno de Mauricio Macri.
“Las reformas de la que se habla: laboral, previsional, entre otras, alude a la quita de derechos que siempre la ortodoxia ha planteado, y en realidad han fracasado”
– Con la mano en el corazón, ¿usted cree que la rentabilidad de las empresas puede atribuirse a lo hecho en 2017, o refleja un efecto inercial de las restricciones que regían hasta fines de 2015, como la restricción a las importaciones, y el exagerado atraso de las tarifas de los servicios públicos y del tipo de cambio para el comercio?
– Justamente, toda esa liberalización que hubo y que a mi juicio no fue virtuosa, tanto en lo que fue la administración del comercio en un mundo crecientemente proteccionista, en un mundo donde fenómenos que para el neoliberalismo son demodé como las políticas de sustitución de importaciones, hoy son la regla. Lo viene haciendo China desde hace mucho tiempo y hoy también los EEUU lo está impulsando, y en ese marco la Argentina ha decidido "abrirse al mundo". Entonces creo que nosotros debemos plantearnos como una "administración inteligente" del comercio, con compromisos de inversión, con compromisos de innovación tecnológica; y para eso hay que empezar por garantizar mercado interno, y eso exige recomponer los ingresos del trabajo, tanto de los activos como de los jubilados. Y la verdad es que no creo que sea quitando derechos, no creo, sinceramente, que el problema de la Argentina tenga que ver con cuestiones del costo laboral.
– ¿Es quitar derechos o mejorar derechos en perspectiva, para acceder a tareas mejor remuneradas por su mayor productividad y competitividad? Eso es lo que se ha visto en el mundo, incluso en China.
– China es el contra ejemplo, porque es un país que ha tenido un recorrido de especialización a partir de no derechos laborales y bajísimos salarios, a una recomposición importante de lo que es la mejora de la inclusión social y condiciones laborales. China básicamente está recreando un mercado interno ahora con mejores ingresos, y eso responde a una etapa de sustitución de importaciones que tenemos que estar muy atentos. En la Argentina estamos con un modelo que encontró sus límites tan prematuramente. Creo que se hizo una pésima lectura del contexto internacional. Entre otras cosas porque los modelos liberales siempre precipitan crisis de sector externo, porque su abordaje subestima la dominancia del sector externo (Nota del editor: balance de divisas), y siempre atienden a la cuestión fiscal, como si fuera el eje de todos los problemas, y en realidad ¿por dónde le hizo crisis este modelo económico? por el sector externo.
Y ¿por qué se precipitó?, porque hubo otros ensayos similares como bajo la presidencia de Carlos Menem en los 90 que duró más tiempo porque el contexto internacional acompañaba. Este contexto internacional no acompaña experimentos de apertura financiera y comercial como el actual. Y creo, la verdad, que este modelo se agotó en abril del año pasado cuando se inició un proceso de fuga de capitales, primero por el desarme de portafolios de inversores extranjeros, pero después se precipitó por la fuga de los argentinos. En 2018 se dolarizaron ahorros del sector privado por USD 57.000 millones. Y eso fue lo que generó la devaluación. Y la única manera para explicar por qué se prolonga la sobrevida de este modelo es porque vino el auxilio del Fondo. Y eso es a costa de un endeudamiento brutal sin contrapartida.
En la Argentina estamos con un
modelo que fracasó porque creo
que hizo una pésima lectura del
contexto internacional. Entre
otras cosas porque los modelos
liberales siempre precipitan
crisis de sector externo
– ¿Es causa o consecuencia que la aparición de modelos liberales o neoliberales tenga lugar después del fracaso de los modelos populistas que privilegian el consumo, por sobre la inversión y las exportaciones, cuando se les acaba la bonanza de los buenos precios internacionales de las materias primas? Porque 12 años de populismo terminaron con los últimos 5 en estancamiento, devaluación, cepos, atraso cambiario y tarifario…
– ¿Cómo estancamiento económico durante 12 años? Fue la etapa de crecimiento más alta…
– En el Gobierno de Néstor Kirchner, tras la salida de una profunda depresión en 2002…
– No, no, también desde 2010 y empieza en 2011, muy en el contexto de lo que pasa en la región y en el mundo después de la crisis con desaceleración del crecimiento de la actividad económica y del comercio global. Y en esto no me hago la distraída acerca de que había que identificar los problemas y abordarlos, pero no como hizo este Gobierno. Teníamos un problema de insuficiencia de divisas; de inflación, de insuficiencia de inversión.
– También un problema climático de inundaciones y posterior sequía que debilitó al extremo la oferta de productos exportables…
– Me refiero a los problemas que hacen al arbitrio de la política económica. ¿Se podían abordar? claro que sí, identificando los problemas y no abandonando el activismo del Estado. Creo que el Estado sigue teniendo un rol fundamental en el proceso de desarrollo que es contrario a lo que piensa el neoliberalismo que considera que es el mercado el que mejor asigna la distribución de los recursos. Eso es lo que hizo el macrismo: abrió todo, desreguló todo y dijo: "acá están dadas las condiciones para que vengan las inversiones", y nunca llegaron.
Lo cierto es que mirando los datos oficiales, el deterioro en la inversión externa como interna es difundido, salvo algunos nichos, lo que contrasta con la rentabilidad del sector financiero, es inmoral vis a vis lo que está pasando en la economía real. Y cuando miro, y advierto, por ejemplo, que en la agenda de reformas que está pidiendo el FMI al Gobierno está la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central me preocupo mucho, porque nosotros cuando la modificamos en 2012, entre las cosas que hicimos fue cambiar el mandato y decir: "se tiene que ocupar de la tarea monetaria, pero también del crecimiento y el empleo". ¿Qué le está pidiendo el Fondo al Gobierno? Que deje por escrito lo que en realidad ya viene haciendo desde los tiempos de Federico Sturzenegger que es volver al mandato único del BCRA, es decir subordinar el crecimiento y el empleo a la estabilidad monetaria.
“Cuando miro, y advierto, por ejemplo, que en la agenda de reformas que está pidiendo el FMI al Gobierno está la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central me preocupo mucho”
– Como ex presidente del Banco Central ¿cree que la estabilidad monetaria es una condición necesaria para poder pasar a la etapa de crecimiento y de sustentabilidad económica?
– Fíjese la paradoja, el Fondo Monetario, en las rondas de charlas que tuvo con economistas y políticos, dijo: "nosotros no venimos a plantear un proyecto de desarrollo, nosotros venimos a plantear un plan de estabilización de precios". Qué mal les fue!, vino a proponer un plan de estabilización y la Argentina tiene la devaluación más alta después de la crisis de la Convertibilidad, y tiene la tasa de inflación más alta desde principios de los 90. Hay que ver cómo se estabiliza.
– Ese cuadro es previo al Acuerdo con el FMI…
– No, no, la devaluación empieza a fines de abril, pero después, con la llegada del Fondo en junio ¿qué dice?: "dejá flotar", que sea el mercado el que decida el nivel del tipo de cambio, no la política económica. Y se precipitó hasta que se frenó con la suba de las tasas de referencia a más del 70% anual en los primeros días de octubre. Por eso sería ingenuo no pensar que la estabilidad cambiaria hasta comienzos de la semana última estaba atada con alambre, donde la especulación pasa por identificar el momento en el que los inversores abandonan el peso.
En las próximas semanas el FMI se preparará para desembolsar en marzo otros USD 10.000 millones, por lo cual en el corto plazo el riesgo cambiario no debería ser tan alto, pero todos saben que las preguntas del millón son ¿va a aguantar hasta octubre?, ¿después o cuánto antes? Hay una certeza y es que, lamentablemente, la continuidad es esta política económica y eso precipitará otra crisis cambiaria.
¿Si se hubiera optado por un nivel de tasas de interés más acomodadas a las necesidades de la economía real, no tanto del ahorrista en pesos, cree que hubiera continuado la salida de capitales y también agravado la recesión, la devaluación y la caída del empleo? ¿Cómo cree que se puede salir del cuadro actual sin acelerar la inflación?
– Estamos metidos en lo que la literatura económica define como la "trinidad imposible": si se libera la cuenta de capital, el mercado de cambios, se pierden grados de libertad para manejar el nivel del tipo de cambio y de la tasa de interés. Sobre todo en la Argentina, más que en la mayoría de los países, el dólar se ha transformado en uno de los principales activos financieros, y está cada vez más desvinculado de su rol en el equilibrio externo, la actividad, el comercio exterior. No, ahora está en manos de si nos conviene o no dolarizar o desdolarizar en función del rendimiento de una colocación en pesos. Por tanto creo que hay que regular. Habrá que hacerlo mejor, de forma integral; pero el FMI tendría que estar preocupado porque por Estatuto tiene prohibido prestarle a un país para financiar la fuga de capitales.
El FMI tendría que estar
preocupado porque por
Estatuto tiene prohibido
prestarle a un país para
financiar la fuga de capitales
La verdad, esto es algo que el próximo gobierno se va a tener que sentar a discutir con los técnicos del FMI, porque el mismo Fondo tendría que incorporar en su análisis, porque se supone que su asistencia debe estar vinculada a un problema de balanza de pagos, pero no bancar la fuga.
– Pero, justamente, desde el Acuerdo II con el Fondo Monetario, es decir desde octubre hasta este momento, se observa una notable caída de la salida de capitales y de la compra de dólares para ahorro, y el Banco Central se ha comprometido a intervenir en el mercado de cambios como comprador únicamente cuando la cotización perfora el piso de la zona de no intervención, y sólo venderá si supera el techo, que tiene una amplitud del 30%; y además cuenta con el resorte de la tasa de interés de referencia, a través de la licitación diaria de Leliq.
– Leo mucho el balance cambiario mensual del Banco Central, para mí es una información casi decisiva para saber qué está pasando con la economía. Lo que uno ve, a partir de aumento de la tasa de interés de referencia, es que bajó un poco la dolarización, pero subió mucho la desdolarización, que empresas y personas físicas vendieron dólares. ¿Por qué vendieron dólares, porque están confiando en el peso? Creo que es porque están haciendo bicicleta financiera.
– ¿No lo ve como una necesidad financiera de pesos y el efecto del alto costo del crédito, y por tanto les resulta menos oneroso desatesorar dólares acumulados?
– En algunas empresas si, porque tasas del 100% anual en una línea de giro en descubierto no se puede pagar. Pero esa desdolarización no responde a razones virtuosas de remonetización de la economía. Entonces la pregunta es, siendo que está a la vista que esto no converge al equilibrio; siendo que se ha armado una nueva burbuja en torno a las Leliq y los depósitos a plazo fijo en pesos: en septiembre representaban USD 19.000 millones y ahora casi USD 30.000 millones, están creciendo a un ritmo del 80%. ¿Eso por qué ocurre, porque se está remonetizando la economía?, no!, si el crédito está cayendo; si el circulante cae porque disminuye la actividad económica. Es porque, lógicamente, es un muy buen negocio financiero, lo están haciendo empresas y también personas físicas. Ahora, me pregunto ¿cuándo se intensifique la incertidumbre previa a las elecciones qué va a pasar con esos plazos fijos en pesos; con las Lecap del Tesoro? Es decir, hay bolsones grandes de excedentes en pesos. Es cierto que la devaluación licuó mucho, pero los exorbitantes intereses pagados han recompuesto el stock de activos líquidos posibles de dolarizarse rápidamente.
“El próximo gobierno se va a tener que sentar a discutir con los técnicos del FMI, porque el mismo Fondo tendría que incorporar en su análisis, porque su Estatuto dice que “sólo puede financiar a un país por un problema de balanza de pagos”
– En el Banco Central y en Hacienda argumentan que para enfrentar ese momentoestá la oferta de dólares acumuladas con la compra de unos USD 1.000 millones entre enero y primera quincena de febrero; la liquidación estacional de las exportaciones de cereales y oleaginosas; la posible venta de hasta USD 10.000 millones por parte del Tesoro para cubrir vencimientos de deudas en pesos; y la venta de reservas si la cotización del dólar supera el techo de la zona de no intervención que es un 30% al nivel actual de mercado; y el resorte de las tasas de referencia que subió a más del 70% anual y bajó a menos de 44% anual, pero rebotócuando intentó escaparse la cotización del dólar.
– Creo que no hay conciencia de lo que son las corridas cambiarias cuando empiezan en la Argentina. Y como usted dice, con un dólar que cotice en la banda superior de la zona de no intervención implicaría un nivel a fin de año de $60, una "madre devaluación". El Fondo le va a decir al Banco Central no intervenga vendiendo debajo de ese nivel. Y por arriba de ese límite, ¿le alcanzará con la venta de hasta USD 150 millones diarios?
– Pero dado el resorte de la tasa de interés, antes de llegar a $60, la absorción de liquidez a través de las Leliq, el nivel de referencia puede volar a más del 100% anual, como ocurrió a la salida de la Convertibilidad, en los primeros meses de 2002.
– Muchos hablan de la "bomba" de las Leliq, pero a mi lo que me preocupa es que las Leliq están apalancadas a las colocaciones de pesos a plazo fijo, porque los bancos tienen un límite para dolarizarse. El problema es qué pasará con la liquidez con la cual están haciendo negocio las entidades financieras con los fondos que captan básicamente del sector privado, cuando quiera dolarizarse. Por eso la pregunta es ¿qué pasa cuando esos pesos quieran volver al dólar? Y que se sabe que la Argentina no está convergiendo al equilibrio, y que el FMI está poniendo toda la carne en el asador para poder llegar tranquilos a las elecciones de octubre. Y después al próximo gobierno le toca renegociar la deuda.
Se sabe que la Argentina
no está convergiendo al
equilibrio, y que el FMI
está poniendo toda la carne
en el asador para poder
llegar tranquilos a las
elecciones de octubre.
Y después al próximo gobierno
le toca renegociar la deuda
– Puede ser éste, o de otro signo político…
– Claro, y creo que ahí hay una conciencia acera de la inconsistencia de este esquema. Y vuelvo al punto de la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, porque cuando se mira más el largo plazo se advierte que en los últimos 14 años nunca la base monetaria, en términos reales, fue tan baja como ahora, o sea que se ha hecho un apretón monetario tan fuerte. Y hay que remontarse tal vez lo mismo para encontrar una tasa de interés real tan elevada. Un ajuste fiscal de esta naturaleza brutal. O sea que todos los argumentos que se están haciendo sobre que la causa de la inflación es "la maquinita", el proceso de déficit fiscal, la verdad es que se quemaron todos los papeles. Seguimos teniendo una tasa de inflación histórica.
“Todos los argumentos que se están haciendo sobre que la causa de la inflación es “la maquinita”, el proceso de déficit fiscal, la verdad es que se quemaron todos los papeles. Seguimos teniendo una tasa de inflación histórica”
– Usted sabe mejor que yo que los efectos de los cambios en las políticas monetaria y fiscal tienen sus efectos en un plazo mínimo de 8 meses y puede llegar a madurar en hasta 2 años, y apenas han transcurrido menos de 5 desde que se adoptó el compromiso de déficit fiscal primario cero y emisión monetaria cero…
– Nadie ignora, y el Gobierno lo sabe, que la aceleración inflacionaria estuvo directamente asociada a la devaluación. Y esto no hace más que ratificar toda la evidencia empírica y teórica que hay, que dice que en toda América latina, y en particular en la Argentina, el problema de las aceleraciones inflacionarias está vinculada con lo que pasa con el tipo de cambio. Y, "sobre llovido mojado" los tarifazos. Por eso si analiza qué pasó con los precios mayoristas, al consumidor, y el dólar, es devaluación y tarifazos. Es decir, dos decisiones de política que son parte de la estrategia de este Gobierno.
Entonces, lo que a mí preocupa es que siendo que está claro que la inflación no tiene como explicación central, más aún en el caso de los países subdesarrollados con las características de la Argentina, por las políticas expansivas en materia monetaria, que el Fondo venga y pida cambiar la Carta Orgánica del Banco Central, subordinando el crecimiento del PBI y del empleo. ¿Eso qué significa en la práctica? Entre otras cosas, inhibir los grados de libertad para decidir sobre el canal del crédito. Cuando nosotros cambiamos la Carta Orgánica en 2012, era justamente para tener atribuciones para poder decidir sobre las tasas de interés; poder orientar el crédito creando normas para que los bancos destinaran parte de la captación del ahorro privado al crédito productivo, de las Pymes, o para inversión.
– ¿La recomendación del FMI no se refiere exclusivamente a dejar por escrito la prohibición de que el Banco Central financie al Tesoro Nacional?
– En el Memorandum del FMI se dicen varias cosas. Una es "reforzar la autonomía del Banco Central". En los hechos la autonomía que se le reclama respecto al "poder político" termina en una dependencia del poder financiero. No es menor la implicancia de volver a limitar la capacidad del BCRA para regular las condiciones del crédito.
Y la otra cuestión preocupante sobre la que quieren avanzar es sobre la posibilidad de que el BCRA financie al Tesoro. Eso es una locura, prácticamente todos los bancos centrales del mundo pueden financiar directa o indirectamente al Tesoro. Lo hacen EEUU, Canadá, Japón, la India, entre otros. De hecho por Estatuto la Reserva Federal de los EEUU tiene que transferirle todas las utilidades, después de pagar los gastos administrativos y cubrir la previsión de capital. ¿Por qué la insistencia de que se modifique esto, sobre todo cuando desde la época de Federico Sturzenegger en la presidencia del BCRA existe autolimitación en las transferencias de utilidades o de Adelantos Transitorios al Tesoro Nacional (ATN). Ese compromiso se acentuó con la llegada del FMI, al punto tal que en 2018 se resignó financiamiento al Tesoro por más de $100.000 millones, y eso era financiamiento gratis. Y ahora la está reemplazando por Lecap, Boncer, Letes…
Desde la época de Federico
Sturzenegger en la presidencia
del BCRA existe autolimitación
en las transferencias de utilidades
o de Adelantos Transitorios al
Tesoro Nacional (ATN). Ese
compromiso se acentuó con la
llegada del FMI
– Un festival de bonos…
– El festival de bonos, por eso creo que es un pedido muy preocupante. Y ¿de qué me están hablando cuando dicen que hay que mejorar la autonomía, la transparencia del Banco Central? En 2017 el Banco Central tuvo un resultado negativo. La relación de patrimonio neto sobre activos, ellos que nos decían que estábamos haciendo cualquier cosa, es casi la mitad de lo que fue el promedio en toda la etapa del gobierno nuestro. El BCRA está menos fuerte ahora.
“El Banco Central está menos fuerte ahora”
– En este escenario, ¿cuáles son sus recomendaciones de política económica, y cuáles serían sus efectos?
– Lo primero que hay que plantear es cómo se recrean reglas de juego, para que al excedente, al ahorro de los argentinos le vuelva a convenir más la producción de bienes y servicios. Para hacerlo, los rendimientos de los activos financieros tienen que dejar de competir tan despiadadamente con lo que es la rentabilidad del sector productivo. Ahí hay que bajar las tasas de interés. Si usted me pregunta ¿cómo baja la tasa de interés sin que provoque fuga de capitales? Hay que regular la fuga. Y tener tasas de interés consistentes con la rentabilidad del sector productivo. Hay que recrear condiciones para que también haya una mejora para los que quieren ahorrar en pesos.
Si usted me pregunta
¿cómo baja la tasa de
interés sin que provoque
fuga de capitales? Hay
que regular la fuga. Y
tener tasas de interés
consistentes con la
rentabilidad del sector
productivo
– Esa es la permanente dicotomía, la tasa que es atractiva para invertir en la economía real, no lo es para que el que ahorra en un activo financiero, para decidir postergar un consumo presente en busca un beneficio futuro. ¿Cómo logra ese equilibrio?
– Uno puede inducir a desarbitrar los mercados. Nosotros lo hicimos, por ejemplo cuando le dijimos a los bancos que un porcentaje de los depósitos, que son los ahorros de los argentinos, tienen que ir a la economía real, a las pymes, a la inversión, y tienen que tener un tope de tasas de interés, bajó la tasa de interés. Después, es cierto, que para otras operatorias había otras tasas de interés. Y también planteamos que no se le puede remunerar al ahorrista menos de determinado nivel de tasa, porque conocemos la rentabilidad de los bancos, es altísima, de las más altas del mundo. Eso no significa de que no ganen plata, pero que no sea a costa de la actividad productiva.
Creo que hay que volver a plantear, realmente, cómo se logra converger hacia el equilibrio fiscal, reviendo a qué sectores se va a gravar, y sobre todo si hay rentabilidades extraordinarias como han habido en estos últimos tiempos, muy vinculadas a la cuestión financiera. Me parece fundamental poner en funcionamiento el mercado interno. Cuando se habla tanto de la "salida a la portuguesa" me parece que no se está refiriendo tanto a la reestructuración, que no la hubo en Portugal, sino en decir "hay que volver a crecer para recuperar la capacidad para hacer frente a nuestros compromisos".
– ¿Cómo se puede incentivar el consumo interno, sin agravar las tensiones inflacionarias?
– Creo que hay que plantear cómo se administra la puja distributiva. Lo que hay que sacar del horizonte de las expectativas de manera clara, porque siempre ha incidido, y más aún en la actualidad, es la cuestión de la devaluación. Por eso le pongo tanto énfasis a la necesidad del equilibrio externo. Me parece que el corto plazo hay espacio para volver a definir una política de sustitución inteligente de importaciones, de manera muy articulada con nuestras capacidades científico-tecnológicas. Es cierto, la industria está operando a un 50% de su capacidad potencial. Es fundamental impulsar un shock de inversión de manera consistente con la mejora del consumo, atendiendo qué pasa con la oferta, y con la mejora de la productividad.
Volver a pensar en la competitividad en términos sistémicos, y la mejora en la productividad es fundamental. Para eso tiene que haber inversión, que no la está habiendo en cantidad suficiente, sobre todo en los sectores transables. Es necesario recrear consensos en torno a un proyecto alternativo al actual. Pienso que este Gobierno ha hecho mucho daño social y económico, y que 4 años más sería muy malo para nuestro país. Es más, cada vez es más difícil el desafío del desarrollo. Por eso empecé diciendo que este es un país más subdesarrollado y menos autónomo. Creo que hay que recuperar soberanía en el manejo de las políticas económicas, y hay que sentarse con el FMI, pero en función de una propuesta distinta.
– También habrá que sentarse con el resto de la dirigencia política, porque es un país que se ha mostrado reacio a la búsqueda de consensos. ¿Cómo cree que se puede lograr?
– Me parece que la unidad no tiene que ser simplemente una foto para ganarle a Mauricio Macri. La unidad requiere lo que siempre planteaba Rogelio Frigerio (abuelo del actual ministro del Interior) la alianza de sectores y clases sociales. Sentarse con los empresarios y plantear cuáles son los desafíos, sus compromisos, qué condiciones se les van a generar, pero también cuáles serán sus responsabilidades; lo mismo con el sector del trabajo. El consenso no debería ser sólo entre la dirigencia política, sino también con el sector empresario de la industria, el agro, los servicios, las organizaciones sindicales y los movimientos sociales.
Me parece que ese consenso hay que impulsarlo a partir de poner el eje, aunque pueda parecer una simplificación, en el trabajo y en la producción. Qué reglas de juego, qué condiciones, qué dificultades. Nada peor que el voluntarismo. Creo también que hay que tener conciencia de que ello supone una revisión integral de este modelo económico. No se lo puede emparchar.
Me parece que la unidad
no tiene que ser simplemente
una foto para ganarle a
Mauricio Macri. La unidad
requiere lo que siempre planteaba
Rogelio Frigerio (abuelo del
actual ministro del Interior)
la alianza de sectores y clases sociales
– Mencionó que habrá que volver a hablar con el Fondo. ¿En el caso de que el kirchnerismo vuelva al gobierno, volvería a romper con el FMI, es decir cancelaría toda la deuda con las reservas en el Banco Central, o toma nota de que dada las restricciones financieras, sólo hay que renegociar los vencimientos de la deuda?
– Nuestro gobierno nunca rompió con el Fondo, canceló la deuda de modo anticipado.
– Una deuda que era la más barata del mercado…
– Esa fue la mejor ganancia para la Argentina. No podemos explicar lo que se pudo hacer después si no nos hubiésemos sacado de encima la condicionalidad de FMI. No era un tema del costo fiscal de la deuda. Se hicieron cosas: se recuperó el manejo estratégico de los recursos naturales; se recuperó la Seguridad Social; se pudo incidir en el mercado de trabajo, tratando de mejorar, de recomponer salarios; una cantidad de cosas que hubieran sido imposibles bajo al tutela del Fondo. Eso fue para mí una recuperación de soberanía enorme, que la hemos perdido.
Entonces, efectivamente, va a ser difícil. Pero también para el FMI, porque no le será gratuito volver a fracasar en la Argentina. Viene de fracasar fuerte en el país, y también en muchos otros que están con la agonía de los programas de las troikas que los está, realmente, agobiando. Por eso también le tendría que interesar que esto tuviera una salida viable de repago, pero sin sacrificar crecimiento.
Infobae - 24 de febrero de 2019