Leandro Zdero: un zorro radical frente al peronismo chaqueño
Un macabro femicidio vinculado con los líderes de un movimiento social cercano al oficialismo enturbió las PASO realizadas en junio. El triunfo fue radical luego de más de una década de primacía peronista. Leandro Zdero es el rutilante candidato de un radicalismo que quiere sumar una nueva provincia a su esquema de poder nacional. ¿Se recuperará Capitanich este domingo o gobernará la UCR en la provincia que supo llamarse “Presidente Perón”?
Chaco es una provincia joven. Recién en 1951 dejó de ser territorio nacional para subir de status. También en ese año se le cambió el nombre y pasó a ser la provincia Presidente Perón. Y, claro, su primer gobernador fue un peronista: Felipe Gallardo (1952/1953). Con el golpe de estado de 1955, se anuló esa denominación y se volvió al primer nombre: Chaco.
Desde el retorno de la democracia a la fecha hubo diez períodos de gobierno, de los cuales el PJ gobernó en seis (Florencio Tenev, 1983/1987; Danilo Baroni, 1987/1991; Jorge Capitanich, 2007/2011; Capitanich, 2011/2013; Domingo Peppo, 2015/2019; Capitanich, 2019/2023) y actualmente lo hace ininterrumpidamente desde el 2007. Antes hubo una primavera radical de doce años (Ángel Rozas,, 1995/1999; Ángel Rozas, 1999/2003; Roy Nikisch, 2003/2007).
De la mano de Leandro Zdero (LZ), la UCR juega todas sus fichas a recuperar el poder. El triunfo en las PASO del pasado 18 de junio agigantaron las esperanzas de los boinas blancas de romper la hegemonía del PJ.
Lavado de cara
LZ, el “Zorro”, tiene 52 años. Nació en enero de 1971 en Quitilipi, una ciudad del centro chaqueño ubicada a 145 kilómetros de Resistencia y a 25 kilómetros de Sáenz Peña, los dos principales distritos de la provincia. Su sobrenombre surgió como parte de la campaña electoral del 2015 para relacionarlo al histórico héroe enmascarado interpretado por Guy Williams. “Nosotros trabajamos por la idea de justicia que tiene El Zorro”, había dicho Zdero por aquellos años. Hoy es la figura central de la Unión Cívica Radical. Hace tiempo se ocupa de su objetivo máximo para este 2023: ser gobernador.
Para cumplirlo debe destronar a Jorge Capitanich (JC), líder peronista que busca este año su cuarto mandato como dueño del sillón de Obligado, cargo que ocupó durante dos gestiones entre 2007 y 2015 y dejó porque la constitución no le permitía buscar una nueva reelección. En 2019 volvió a la Casa de Gobierno.
Se avizora una batalla difícil entre los candidatos de las principales fuerzas. Para LZ será una más en el contexto de otra contienda: la durísima interna en el radicalismo con Ángel Rozas, el histórico caudillo que aún digita los movimientos del partido.
“Arquitecto, especialista en docencia universitaria y docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE. Casado con Verónica, con quien formaron una familia junto a sus tres hijos: Santiago, Julián y Luciano. Es actualmente diputado provincial. Participó activamente en la política universitaria como consejero estudiantil y fue presidente del centro de estudiantes. Además se ha desempeñado en áreas de turismo, de ciencia, tecnología y fue funcionario en el ámbito municipal”.
Así se presentó LZ en los debates preelectorales obligatorios en los que participó junto a JC y a Gustavo Martínez, representante de un novel partido provincial. La mini-biografía de LZ no es falsa, pero sí está voluntariamente recortada. Lo que más llamó la atención es que el candidato de Juntos por el Cambio no nombró su paso como Jefe Regional Nordeste de la ANSES entre 2016 y 2017, es decir, durante la administración de Mauricio Macri. Es que en esa gestión hubo una bajada de línea para ajustar el gasto público recortando pensiones no contributivas. Aquella política nacional afectó a más de 2700 chaqueños y chaqueñas que se quedaron sin pensión por discapacidad mientras LZ comandaba la ANSES regional, según los datos que brindó el actual jefe regional Nordeste de ANSES, Agustín Aleman. El tema aún fastidia al radical. “Me acusa de sacar derechos cuando en realidad controlábamos las pensiones truchas que hacían sus aliados políticos”, fue la respuesta que ensayó LZ durante el primer debate el 28 de agosto, después de que JC hiciera mención al recorte de pensiones.
De inmediato intentó un contraataque: mostró en cámara el recorte impreso de una noticia del 2009 que involucraba a la madre fallecida del propio JC. El reglamento del debate no permite mostrar documentos impresos, pero le importó poco en su afán de despegarse.
Tampoco fue un simple funcionario municipal. LZ supo ser mano derecha de la ex intendente de Resistencia, Aída Ayala, quien gobernó entre 2003 y 2015 y llegó a ser una de las principales figuras de la UCR desde su propio movimiento interno Nuevo Espacio de Abierto (NEA). De 2011 a 2013, LZ fue el secretario de Gobierno de la gestión radical en la capital chaqueña y desde el 2013 hasta el 2015 fue jefe de Gabinete, cargo creado especialmente para él en el municipio. Por eso pocos entienden que LZ no esté imputado en la causa conocida públicamente como Lavado II, en la que la justicia federal investiga un posible caso de asociación ilícita y lavado de dinero durante el último período de gobierno de Ayala. Según el requerimiento fiscal, se conformó una organización “destinada a la obtención de beneficios económicos a través de la implementación de mecanismos articulados para resultar adjudicatarios de determinadas prestaciones por parte de la Municipalidad de Resistencia valiéndose para ello de la conformación de sociedades creadas a medida tanto para resultar beneficiados en las licitaciones”. La principal empresa beneficiaria fue PIMP S.A., para la Fiscalía “una organización societaria sin estructura”, la cual consiguió el otorgamiento de la licitación para el servicio de recolección de residuos. Siguió prestando servicios al Municipio hasta el 2022, es decir que tras la administración de Ayala continuó el vínculo durante la gestión de JC (2015/2019) y parte de la de Gustavo Martínez (2019/2023).
En la causa, actualmente en juicio, está imputada la ex intendente, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, Jacinto Sampayo y empresarios, pero no aparece LZ, jefe de Gabinete al momento de la adjudicación.
El zorro
Lavado II explotó en el 2018, cuando LZ ya no estaba en su cargo y era diputado provincial, lo mismo que Aída Ayala, que había jurado como diputada nacional. La Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación llegó a tratar el desafuero de Ayala, algo que finalmente no prosperó. Por su parte, LZ nunca se vio salpicado directamente por el caso. Si bien en un principio la justicia habilitó la investigación de su patrimonio, ahora está citado simplemente como testigo.
La imputación le valió a Ayala que la UCR la esconda en un ropero. Ella misma se quejó por no haber sido convocada para la campaña del 2019. “Me siento proscripta desde el 2018”, manifestó en el marco de las legislativas del 2021 y denunció: “Ángel Rozas me dijo que yo no era digna de estar en la UCR”.
El mes pasado, cuando comenzó el juicio por Lavado II, un grupo de organizaciones piqueteras se movilizó hasta la sede del Tribunal Oral Federal de Resistencia para pedir que LZ fuera imputado. Para José Porretti, referente del Movimiento 20 de Diciembre, a LZ lisa y llanamente “lo están encubriendo desde el partido judicial para liberarlo de sus responsabilidades de cara a las elecciones´”. Además agregó: “Nosotros decimos que, si Zdero no pudo detectar los millones de pesos que estaban confiscándole al municipio de Resistencia, entonces no está capacitado para gobernar la provincia”.
Cuando se destapó la olla, el binomio Ayala-LZ, que comenzaba a pisar fuerte en el radicalismo chaqueño, se rompió. “ Zdero desapareció. Con todas las letras, se borró. Él fue el que tomó las decisiones, él era el Jefe de Gabinete y estaba todo bien hecho. Entonces yo le pedía que me defienda, no sé si tenía miedo que intervengan los teléfonos o que lo metan preso”, acusó Ayala. LZ, esquivo, respondió: “No reniego de haber sido parte de gestiones que dieron muchas cosas a la ciudad, pero lo bueno también es que los políticos nos diferenciemos. Yo elijo construir”.
El otoño del patriarca
LZ se transformó en el candidato a gobernador de JxC después de triunfar en las PASO. Se impuso con más del 54% en la interna ante Juan Carlos Polini, presidente de la UCR chaqueña y candidato que representó a Convergencia Social, el espacio interno del radicalismo que creó Ángel Rozas (AR) en la primera mitad de los 90 y que le sirvió para ganar el gobierno provincial en 1995.
Desde aquellos años, AR construyó un poder que le dio la hegemonía total en el radicalismo chaqueño, algo que incluso supo mantener después de perder él mismo las elecciones de 2007 frente a JC en unos comicios que las encuestas lo daban como amplio ganador.
Más allá de eso, AR siguió digitando los movimientos del radicalismo, armando y desarmando, haciendo y deshaciendo, organizando, eligiendo, buscando alianzas, rompiéndolas. Radical que soñaba con dar un salto en la política debía pertenecer o acordar con Convergencia Social. El caudillo padeció, sin embargo, lo que le ocurre a la mayoría: encontrar su sucesión. Encontrarla o crearla. Por eso después de la derrota del 2007, la UCR compitió sin molestar siquiera al peronismo, que mantuvo el gobierno sin mayores problemas. Mientras tanto, AR se fue acomodando: en 2011 acordó con Roy Nikisch, quien había sido gobernador entre 2003 y 2007; en 2015 tuvo que ceder para que Aída Ayala sea la candidata; y en 2019 colocó a su alfil Carim Peche para disputarle la gobernación nuevamente a JC. Nada funcionó, pero AR y su Convergencia Social se mantuvieron como los dueños del partido.
Finalmente llegó el 2021 y a AR se le sumaban las críticas puertas adentro. Convergencia Social sufrió un éxodo de dirigentes menores que, en búsqueda de lugares de mayor relevancia, partieron al incipiente espacio Evolución, que a nivel nacional lidera Martín Lousteau y a nivel provincial Bruno Cipolini, intendente de Sáenz Peña, segundo principal distrito de Chaco y el más importante que gobierna el radicalismo local. El propio Cipolini armó una lista con otros desencantados, como Aída Ayala y Roy Nikisch, para disputarle poder interno. Pero el ex gobernador no se quedó de brazos cruzados. Así se firmó su alianza con LZ.
Después de cortar relaciones con Aída Ayala, LZ había quedado sin pertenecer claramente a un espacio interno dentro del radicalismo chaqueño. De todos modos, en las elecciones municipales de Resistencia de 2015 y 2019 fue el candidato de la UCR con el apoyo de la amplia mayoría. Es que LZ, el Zorro, hace tiempo es la eterna promesa con la que la UCR espera recuperar el poder. Pero ni en 2015 ni en 2019 pudo hacerse con Resistencia.
En el pandémico 2020 finalmente dio el salto. No el salto a una línea interna sino que eligió armar su propio espacio. Así nació Sumar, con su liderazgo indiscutible y mirando ya de reojo 2023. Pero primero había que atravesar las legislativas. Con AR unieron voluntades y se aliaron por un bien mayor que les convenía a ambos. Un win win.
El acuerdo se selló con LZ encabezando la lista de diputados provinciales y Polini, elegido por AR, como primer candidato a diputado nacional. Con las elecciones provinciales y nacionales unificadas, se movieron como una fórmula. Esa lista de JxC ganó la interna y fue, a su vez, la fuerza más votada en las PASO. AR seguía marcando el camino del radicalismo chaqueño. Dos meses después, en las elecciones Generales, el Frente de Todos logró dar vuelta el resultado. La oposición, sin embargo, ya se entusiasmaba con el 2023 después de ver que el PJ dejaba de ser invencible.
Los problemas se desarrollaron en 2022, cuando LZ comenzó a acelerar su candidatura. Es que sabía que se iba a encontrar también con la siempre decisoria posición de Convergencia Social. Los planes de AR esta vez no eran regalarle la candidatura y terminó impulsando a Polini. Buscó por todos los medios que LZ se bajara, incluso lo desvalorizó manifestando que sería un buen candidato a intendente de Resistencia una vez más.
El Zorro resistió, mantuvo su aspiración provincial y llegó a las PASO. Los que compartieron fórmula dos años antes, ahora se enfrentaban. Finalmente se impuso en la interna a Polini, y por añadidura a AR, logrando una amplia victoria -¡vaya paradoja!- justamente en Resistencia. Se convirtió así en el candidato oficial de JxC y a la vez abrió una nueva etapa en la historia del radicalismo chaqueño: venció a Convergencia Social, es decir, a AR, y parece posicionado como el nuevo jefe del radicalismo local.
En su tejido de alianzas, el Zorro mostró su astucia. Mientras veía cómo en 2023 Rozas recomponía todas sus relaciones con dirigentes radicales que hasta hace no mucho lo defenestraban y se hacía una vez más dueño de los fierros partidarios, LZ debió conformarse con un puñado de correligionarios con escasa estructura. Eso hizo que buscara por fuera la UCR y acomodara minuciosamente las clavijas para confirmarse como una opción con chances reales de victoria.
Se recostó sobre partidos aliados y outsiders para rodear su figura. Así es como le abrió el camino a Iván Gyoker, un joven liberal aliado a Ricardo López Murphy, que compitió por primera vez en unas elecciones en el 2021 y ahora encabeza la lista de diputados de Juntos por el Cambio. En tercer lugar aparece Ernesto Blasco, presidente del PRO Chaco. Entre los primeros cinco nombres de la lista de JxC sólo hay dos radicales –segundo y tercer espacio- siendo que la UCR es quien, por lejos, posee la mayor estructura. Necesidades coyunturales.
Ese modelo de construcción le sirvió a LZ para contar con el apoyo explícito de Horacio Rodríguez Larreta y de Patricia Bullrich. También del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, que a nivel nacional es uno de los opositores a la conducción nacional de la UCR que encabeza Gerardo Morales, un amigo personal de Ángel Rozas que dio su apoyo, claro, a Juan Carlos Polini.
Pescar a los blancos
Se esperan unas elecciones reñidas en Chaco. Incluso nadie se anima a descartar un balotaje (en caso de ocurrir se votará el 8 de octubre). Por eso, en las diferentes coaliciones se analizan todas las opciones, también la derrota para pensar el repliegue.
El posible escenario que lo muestra a LZ como perdedor de la gobernación, lo ubica también con dos años más de mandato como diputado provincial y con una buena cantidad de diputados que pueden pasar a responderle directamente a él. En la lista final de legisladores provinciales JxC, ensamblada con el método 2x1 (dos nombres de la lista ganadora de las PASO y uno de la perdedora), de los primeros ocho lugares seis responden al candidato a gobernador.
De resultar electo, LZ será sin dudas el nuevo jefe del radicalismo chaqueño después de casi 30 años de hegemonía rozista. Pero como perdedor también puede disputar ese liderazgo desde la legislatura, aprovechando su victoria en las primarias y un bloque de diputados que le empieza a quedar chico a AR.
El Zorro buscará aprovecharse de la fragmentación del peronismo chaqueño para llegar a la Casa de Gobierno. En las PASO de octubre, JxC fue la fuerza más votada (42,4%), seguida por el Frente Chaqueño que lidera JC (37,3%), la Corriente de Expresión Renovada que propone a Gustavo Martínez (8,8%) y el Frente Integrador que encabeza Juan Carlos Bacileff Ivanoff (4,3%). Más atrás quedó el ex gobernador Domingo Peppo que también fue precandidato en las PASO pero luego declinó su boleta.
Estos últimos cuatro nombres - Capitanich, Martínez, Bacileff Ivanoff y Peppo-, todos de clara extracción peronista, supieron compartir el mismo espacio desde 2007 a 2015, cuando el justicialismo chaqueño parecía invencible. Luego los dirigentes que veían en JC un límite para sus aspiraciones fueron tomando cada uno su camino hasta llegar a este 2023 donde cuatro candidatos buscaron el voto del peronista.
En esa atomización LZ puede encontrar oro, pero a la vez sabe que se le vuelve casi necesario imponerse en primera vuelta. De cara a un posible balotaje, a priori JC corre con ventaja para encontrar buenos aliados en los archipiélagos del PJ.
¿En qué pecera entonces ir a pescar?
JxC se quedó con 235.008 sufragios. El Frente Chaqueño de JC con 206.672.
La tercera opción más elegida por los chaqueños fue el voto en blanco, que llegó a 68.217. Se suma a eso que solo acudió a las urnas el 62,93% del padrón. Allí es a dónde apunta LZ para completar su hazaña. El problema que encuentra es que JC también tira su caña en ese estanque.
En las PASO provinciales hubo otro elemento insoslayable que impactó de lleno en las elecciones: el femicidio de Cecilia Strzyzowski que involucra a Emerenciano Sena, su esposa Marcela Acuña y a César Sena, hijo del matrimonio. La familia es líder de uno de los más conocidos movimientos sociales de Chaco. Para el equipo fiscal que investiga el caso, César asesinó a Cecilia y Emerenciano y Marcela ayudaron a encubrirlo. Los tres, junto a otros integrantes del “Movimiento Socialista Emerenciano”, están detenidos a la espera del juicio.
La desaparición de Cecilia fue denunciada a principios de junio. El viernes 9 de detuvieron a Emerenciano Sena y a Marcela Acuña. Al otro día se entregó César. Esa semana, en la previa de las elecciones del 18 de junio, llegaron enviados especiales de los principales medios del país. El miércoles 14, a cuatro días de las PASO, hubo una multitudinaria marcha en Resistencia y otros puntos de la provincia pidiendo justicia por la joven.
El caso policial se convirtió también en político. La oposición olió sangre y atacó. Los medios de comunicación aportaron lo suyo. De inmediato se dio inicio a una campaña que buscó relacionar a JC con el femicidio. La estrecha relación del gobernador con los Sena le jugó en contra. Fotos del mandatario con los acusados inundaron las redes. Aunque JC justificaba que se trataban de actos de gestión y que tiene diálogo con todos los actores políticos, incluso los líderes de los movimientos sociales.
En ese contexto, JxC tuvo su mejor cierre de campaña: suspendió los actos de cierre de campaña solidarizándose con la familia de Cecilia.
El caso escaló hasta incluso después de las PASO, pero luego fue bajando la espuma. El gobierno provincial se constituyó como querellante y hoy en día a través de la intervención de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros se opone al cese de la prisión preventiva de los acusados. Aunque en principio hubo intentos de deslizar un posible encubrimiento político para el clan Sena, eso fue echado por tierra al ver que la investigación avanzó y que los principales implicados se encuentran tras las rejas.
En el PJ saben que el femicidio afectó de lleno las primarias. En este contexto, además del voto en blanco y la baja participación, también hubo un fuerte corte de boleta. Muchos eligieron al candidato oficialista a intendente pero no así en la categoría gobernador.
El Rey León
Después de las PASO del 18 de junio, en JxC era todo algarabía. El aire fresco del triunfo lavó la cara de la coalición que ya empezaba a prepararse para un año de festejos en Chaco. Pero las primarias nacionales que se celebraron en agosto prendieron dos luces de alarma. La primera fue la recuperación peronista, que ganó en Chaco y revirtió los números en varias localidades en donde dos meses antes había perdido.El segundo llamado de atención es que, para sorpresa de todos y todas, JxC fue corrido al tercer lugar. Detrás de Unión por la Patria quedó La Libertad Avanza liderada por el león Javier Milei. Para mayor disgusto de JxC, la construcción de la lista de diputados nacionales había sido presentada como el primer trabajo de LZ como jefe de la oposición.
En este revuelto escenario es en donde se mueve el radical Leandro Zdero anhelando llegar a la Casa de Gobierno de una provincia que supo llamarse Presidente Perón. “Culturalmente hay una relación muy fuerte de la mayoría de la población chaqueña con el peronismo”, admitió Ángel Rozas en diálogo con el periodista Fabio Prette para el libro La Democracia en crisis, publicado este año. Pero agregó: “No significa que en cada elección el peronismo se imponga sí o sí. Creo que cuando hay una oferta alternativa distinta, diferente, que entusiasma, la gente oscila entre las alternativas que más le agradan”.
Al análisis de Rozas también habría que sumarle la difícil coyuntura que viven los chaqueños, con más de la mitad de la población pobre. El Gran Resistencia, principal conglomerado, es el segundo territorio más pobre del país con más del 54% de población bajo esa condición. Además sufre los impactos de una inflación imparable, que a nivel interanual ya es del 110,38%. En ese duro contexto social también se apoya la oposición para ganar las elecciones.
Para el domingo el pronóstico electoral todavía fluctúa entre la continuidad de JC o una victoria de LZ que devuelva a la UCR al sillón principal. Pero el panorama del radicalismo chaqueño ya cambió y desde el 10 de diciembre del 2023 puede abrirse una nueva era con la conformación de otro esquema de poder que puede tener repercusiones en el radicalismo nacional y todo el sistema tradicional de partidos.
Revista Crisis - 13 de septiembre de 2023