Presupuesto 2025: sin obra pública, Milei plancha más el dólar y pide deuda para ampliar el gasto militar
El proyecto presentado por el presidente prevé un dólar oficial más bajo que los paralelos de hoy. Los gastos de capital tendrán un peso del 0,6% del PBI, la mitad de lo que se destinará a intereses de deuda. Menos obra pública y más barcos, submarinos y helicópteros.
El gobierno de Javier Milei acomodó el proyecto de Presupuesto 2025, presentado anoche por el presidente en el Congreso, al pago de intereses de deuda. El Estado tendrá como prioridad juntar recursos por el equivalente a 1,5% del PBI para pagar los vencimientos del año entrante. Es casi tanto como lo que se destinará a salarios del sector público: 1,8% del Producto. Estos podrían aumentar, otra vez, menos que la inflación el año próximo, ya que no tienen una cláusula de indexación como sí tienen las jubilaciones, pensiones y -hasta hoy- asignaciones familiares. El dólar oficial llegaría a $1207 en diciembre de 2025, un valor inferior a la cotización actual de las divisas paralelas.
Con show incluido transmitido por Cadena Nacional -con muy bajo nivel de encendido, según las mediciones de rating que circularon rápidamente- Milei presentó la nueva “regla fiscal” presupuestaria. Está contenida en una modificación que el Gobierno quiere incluir a la Ley de Administración Financiera: “Establécese como regla fiscal que el Sector Público Nacional deberá obtener un resultado financiero equilibrado o superavitario”. “Frente a cualquier desvío en los ingresos proyectados que afecte negativamente el equilibrio financiero, los gastos deberán, como mínimo, recortarse en la misma proporción”, continúa el texto que Milei intentó explicar.
El Ejecutivo, además, dividió los gastos en dos: aquellos que corren con la inflación podrán subir si hay recursos para financiarlos. Los que no -como los salarios, en principio- quedarán congelados si la inflación se desmadra. Además, el artículo 68 del proyecto dispone derogar la movilidad para las asignaciones familiares, que en la actualidad se actualizan por la fórmula de indexación previsional.
Eso, para el Ejecutivo, no ocurrirá. Se propone alcanzar el Índice de Precios al Consumidor más bajo en dos décadas: 18,3% anual a fines de 2025. Proyectó, además, que la inflación viajará al 104,4% anual en diciembre, lo que supone un IPC promedio del 220% para 2024, según la consultora EPyCA. Bajarlo a 18% hacia diciembre del año próximo supondría una inflación promedio del 40% para 2025.
“Domar” al dólar
Según el primer presupuesto de Milei y Luis Caputo, el tipo de cambio nominal avanzará otro 18,3% para llegar a $1207 en diciembre del año próximo. Esto tiene dos lecturas. La primera: el Gobierno nunca anticipa cómo se moverá el tipo de cambio en sus proyectos de Presupuesto, para evitar especulaciones. La segunda lectura es complementaria: el ancla cambiaria seguirá siendo clave para domar los precios en el año electoral.
“El Presupuesto prevé que en 2024 el dólar promediará $914 y finalizará diciembre de 2024 en $1017”, escribió EPyCA en un reporte. «En 2025, se devaluará nominalmente a $ 1207 para diciembre (18,3% de devaluación interanual). Así, el dólar oficial promediará una cotización de alrededor de $1125 en todo 2025 (23% de devaluación promedio)”, continuó. “La señal que se envía es que también la actual tasa de devaluación fija (mal llamada “crawling peg”) irá reduciéndose, para terminar el año 2025 en torno al 0,6% de suba mensual nominal”, concluyó la consultora que dirige el economista Martín Kalos.
Ese ancla cambiaria, según el Ejecutivo, no impediría que el superávit comercial sea de USD 20.748 millones en 2025. Sería un número similar al de este año, estipulado en USD 21.972 millones. Las exportaciones crecerían 9% y las importaciones 13,4%, apalancadas por la recuperación económica. El Gobierno proyectó que la economía crecerá al 5% anual el año que viene y los siguientes, con una caída del 3,8% prevista para 2024.
Por alguna razón que deberá explicar, el Ministerio de Economía proyectó que, aunque el tipo de cambio oficial suba 18,3% y las exportaciones aumenten 9%, los derechos de exportación treparán 100% anual, sin suba de retenciones prevista. Es que, según los números oficiales, los ingresos por retenciones se duplicarían hasta los $10,7 billones en 2025. Compensarían, así, los $5,4 billones que el Ejecutivo dejará de recaudar por la no renovación del impuesto PAIS. La compra de dólares para cualquier destino dejará de estar gravada por PAIS; la compra de divisas para atesoramiento y los gastos con tarjeta seguirían alcanzados por los adelantos a cuenta de Ganancias. En total, el Gobierno espera que los ingresos crezcan 29,4%, unos 11 puntos por encima de la inflación esperada.
Menos obras, más buques y helicópteros
Los gastos de capital tendrán un peso del 0,6% del PBI, menos de la mitad de lo que se destinará a pagar intereses de deuda. Una pista de lo que ocurrirá con la obra pública en un año electoral está en la planilla en la que se incluyen las previsiones de endeudamiento.
Los créditos internacionales para obras de infraestructura suelen ser una fuente de dólares a tasas blandas. El proyecto 2024, que envió el gobierno de Alberto Fernández y no fue tratado, incluía decenas de iniciativas. La más relevante de ellas era la central nuclear Atucha 3, cuya construcción se negociaba con China e involucraba un crédito por USD 7900 millones. Pero también se preveían préstamos para rehabilitar el ferrocarril San Martín Cargas (USD 930 millones) y mejorar el sistema ferroviario en general (USD 460 millones). El Ejecutivo suele pedir autorización al Congreso para endeudarse para hacer estos proyectos de largo plazo, aunque luego no se concreten.
La mayoría de esos financiamientos para infraestructura ya no están. El proyecto de Presupuesto 2025 solo contempla un crédito para el Belgrano Cargas por USD 700 millones -lo único que sobrevive de los acuerdos con China que aún no se desembolsaron- y obras de energía renovable en Jujuy (USD 250 millones).
En cambio, Milei pidió autorización para endeudarse por USD 2310 millones para la “recuperación de capacidad submarina” y propone tomar otros USD 1400 millones para la “adquisición de dos unidades navales de superficie para protección del núcleo de una fuerza naval”. Además, propone tomar créditos por USD 98 millones a tres años para comprar helicópteros para la Armada y otros 260 millones de euros para adquirir helicópteros para las fuerzas de seguridad.
“El fortalecimiento y revalorización de las fuerzas de la Defensa continuará siendo una prioridad en 2025, por ello, se invertirá en la recuperación de material aéreo para reforzar las acciones de la Fuerza Aérea Argentina, en la incorporación de un sistema de mantenimiento y apoyo logístico para los Patrulleros Oceánicos Multipropósito OPV87 que realizan tareas de vigilancia y control de las aguas jurisdiccionales y en la incorporación de helicópteros navales livianos con el objetivo de mejorar la capacidad operacional de la flota de mar”, se lee en el mensaje que acompaña al proyecto de Presupuesto.
Fuente: Cenital - Septiembre 2024