Programa económico ¿de transición?
El nuevo gobierno libertario, en alianza con sectores del establishment económico que fueron parte del gobierno macrista, comenzó su mandato con un típico ajuste ortodoxo: fuerte ajuste fiscal y monetario, desregulación de las finanzas y paulatina apertura comercial, fuerte cambio de precios relativos en donde los salarios pierden en función de otras variables como las tarifas y el tipo de cambio, y un “combate” discursivo frente a una inflación creciente que en la práctica, y dado el paquete de medidas económicas tomadas hasta el momento, parece totalmente buscada.
Quizá por la propia experiencia de los ex-funcionarios del gobierno de Cambiemos –ahora uno flamante Ministro de Economía y otro mentor de la Ley Ómnibus y el Mega DNU–, una de las diferencias con el programa de aquel entonces fue sostener el “cepo” cambiario. En la experiencia del gobierno liberal que comenzó en 2016, la eliminación de las restricciones cambiarias comenzaron el primer día de gobierno, lo que provocó una fuerte devaluación y posterior salto inflacionario, sumado a una creciente demanda de dólares para atesoramiento que fueron erosionando las reservas. En ese entonces, existían dos elementos que hicieron que el programa económico no vuele por los aires en los primeros meses: un colchón de reservas bastante más elevado que el actual, y la posibilidad de contraer nueva deuda para hacer frente a esa demanda creciente de divisas; posibilidad que sobre-utilizaron primero con los fondos de inversión que trajo Caputo a la Argentina, y luego con el mega préstamo con el FMI.
Al no existir esa posibilidad, eliminar el cepo cambiario con el nivel actual de reservas sería un verdadero suicidio. Sabido esto es que el actual gobierno decidió sostener las restricciones en esta primera etapa de transición.
Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) - enero de 2024
