EE. UU. vs. China: ¿quién manda en el comercio latinoamericano?

Guillermo Oglietti

Latinoamérica mantiene una relación comercial más intensa con Estados Unidos que con China: en 2023, importó más del doble desde EE. UU. (USD 488 mil millones) que desde China (USD 225 mil millones) y exportó casi el triple (USD 622 mil millones frente a USD 239 mil millones).

El comercio con las potencias

  • El comercio entre Latinoamérica y EE. UU. duplica el que sostiene con China.
    • La región importa USD 488 mil millones desde EE. UU. y USD 226 mil millones desde China, un poco más del doble.
    • Las exportaciones a EE. UU., de USD 622 mil millones, casi triplican las que se dirigen a China (USD 239 mil millones).
  • El saldo comercial de la región con los dos países es superavitario.
    • Sin embargo, el superávit comercial con EE. UU., de USD 133 mil millones, es 11 veces mayor al superávit con China (USD 12 mil millones).

Estos promedios ocultan realidades diferentes dentro de Latinoamérica:

  • En 5 países, el comercio con China es mayor al comercio con EE. UU. La suma del comercio, -importaciones más exportaciones- de Bolivia, Brasil, Chile, Perú y Uruguay con China es mayor al comercio que sostienen con EE. UU.
  • A su vez, Venezuela exporta más a China que hacia EE. UU. aunque, por el contrario, importa más desde EE. UU. que desde China.
  • Así, la vinculación comercial de la región con China es mayor que con los EE. UU. en los países del cono Sur (solo Argentina y Uruguay escapan de esta norma).
  • La influencia comercial de China con la región ingresa por el Sur, los países más distantes de EE. UU.

El saldo comercial con las potencias

  • Con China, la mayoría de los países latinoamericanos registran déficit comercial, pero hay excepciones; seis economías mantienen superávit:
    • Brasil lidera con un saldo a favor de USD 63.000 millones, gracias a sus exportaciones de soja y minerales.
    • Le siguen Chile (USD 23.000 millones), impulsado por el cobre, y Perú (USD 13.000 millones), con ventas de metales.
    • Sin el aporte del superávit de cualquiera de estos 3 países, el balance regional con China sería deficitario.
    • Completan la lista Bolivia y Ecuador, cuyos excedentes son menores, pero estratégicos.
    • Este superávit se concentra en el Cono Sur, donde la demanda china de materias primas redefine la balanza comercial. La región obtiene su saldo favorable con China gracias al comercio con el Cono Sur.
  • Con Estados Unidos, el panorama es similar: 14 de 17 países tienen déficit. Sin embargo, hay una gran diferencia: México
    • México aporta un superávit con EE. UU. de USD 156.000 millones -el 90% del total regional-gracias a su industria manufacturera integrada a EE. UU.
    • A enorme distancia, también tienen superávits Costa Rica, Ecuador, Venezuela y Nicaragua.
    • Si se excluye a México, Latinoamérica tendría un déficit colectivo de USD 30.000 millones con EE. UU.
    • Así, el saldo comercial con EE. UU. resulta más favorable entre los países más próximos a EE. UU. La vecindad tiene premio.
  • Hay más países superavitarios con China que con EE. UU.
  • Los países que consiguen ser superavitarios con China, tienen un saldo superavitario con las dos potencias.
  • Once países son deficitarios con China y 12 son deficitarios con EE. UU.
  • Solo dos países son superavitarios con las dos potencias, Ecuador y Costa Rica,
  • Ocho países son deficitarios con las dos (cuadro 1).
  • México, Venezuela y Nicaragua son superavitarios con EE. UU. y deficitarios con China.
  • Bolivia, Brasil, Chile y Perú, son deficitarias con EE. UU. y superavitarias con China.

Concentración del comercio con las potencias

  • El comercio de la región con EE. UU. está altamente concentrado con México.
    • El 66% de las importaciones latinoamericanas se explica por México, seguido por Brasil (9%) y Chile (4%).
    • El 77% de las exportaciones a EE. UU. son mexicanas, seguidas por Brasil (7%) y Colombia (3%).
  • El comercio latinoamericano con China está menos concentrado que en el comercio con EE. UU.
    • El 67% de las importaciones desde China se concentra en 3 países: México (34% del total regional), Brasil (25%) y Chile (8%).
    • El 79% de las exportaciones está explicado por Brasil (51%), Chile (18%) y Perú (11%).

Apertura comercial con las potencias

  • El grado de apertura de nuestra región con estas dos potencias1es del 22%, pero es muy variable y fluctúa en un rango que va del 50,5% que tiene México -la economía más abierta- al mínimo de 5,5% que tiene Argentina, la economía más cerrada de acuerdo a este indicador2.
  • Los países más próximos a EE. UU., los de Centroamérica y el Caribe, tienen los mayores grados de apertura, del 30,5% en promedio; los países del Cono Norte tienen aproximadamente la mitad de apertura (17,2%) y los del Cono Sur apenas 12,9%.
  • Con la excepción de Chile, el país más abierto del Cono Sur, la mayoría de los países de dicha región tiene indicadores de apertura en torno al 10% o inferiores.
  • A grandes rasgos, el grado de apertura comercial va reduciéndose a medida que aumenta la distancia geográfica con EE. UU. En los extremos, México -el país colindante- tiene el indicador más alto y Argentina, el más distante, el más bajo. Los países de Centroamérica y el Caribe tienen el indicador más alto; los del Cono Sur tienen el indicador más bajo y los del Norte de Sudamérica tienen grados de apertura intermedios.
  • Las diferencias en el grado de apertura del comercio con China son mucho menores que las que tiene el comercio con EE. UU. y varían entre el 18,6% de Chile y el 2,7% de Bolivia.
  • Vemos pocas diferencias de apertura entre los países del Cono Sur, los de Centroamérica y el Caribe y los del norte de Sudamérica.
  • En cambio, las diferencias de apertura con EE. UU. son muy marcadas y se muestra en plenitud el impacto de la proximidad geográfica. Los países más cercanos a Washington de Centroamérica y el Caribe tienen una apertura promedio del 25% del PIB de esta subregión, liderados por México -cuyo comercio con EE. UU. representa el 50% de su PIB-. En el extremo más distante del Cono Sur, la apertura es la tercera parte que en Centroamérica y el Caribe, mientras que, en el Norte de Sudamérica, la apertura es de aproximadamente la mitad (17%).

Diversificación y complejidad del comercio con las dos potencias

  • La composición de las exportaciones de México, Brasil, Argentina, Chile y Perú a EE. UU. (ver gráficos) es más diversificada y tiene más complejidad productiva y valor agregado que el comercio con China, basado casi exclusivamente en el comercio de commodities.
  • En los gráficos que mostramos en el Anexo, elaborados por el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), mostramos la composición de las exportaciones de México, Brasil, Argentina, Perú, Chile y Colombia a nivel de cuatro dígitos del Código Armonizado (HS).
    • El tamaño de los cuadros de cada código representa el peso porcentual de cada código en el total de las exportaciones hacia EE. UU. y China.
    • Mientras mayores (menores) sean los cuadros, mayor (menor) será la diversificación exportadora.
  • Naturalmente las exportaciones desde México a EE. UU. están explicadas en su mayor parte por las manufacturas, mientras que sus exportaciones a China se explican por minerales y petróleo.
  • Las exportaciones de Brasil hacia EE. UU., si bien no están tan diversificadas como las mexicanas y también tienen un componente mayor de materias primas, son definitivamente más diversas y tienen más valor agregado que sus exportaciones a China, que en tres cuartas partes están compuestas por materias primas: soja, hierro y combustibles.
  • Todos los países muestran el mismo patrón: más diversidad y complejidad productiva y valor agregado en las exportaciones hacia EE. UU. que en las exportaciones hacia China. Ello se da tanto en los países más integrados a China, como Brasil, Chile y Perú, en países más integrados con EE. UU. -como México y Colombia-, como en aquéllos integrados por igual a las dos economías, como Argentina. 

Conclusiones

América Latina navega entre dos corrientes de comercio: una históricamente anclada en EE. UU., más diversificada y con contenido industrial, y otra emergente con China, basada en recursos naturales, que reedita la vieja inserción internacional como enclave exportador de materias primas.

América Latina importa y exporta más con Estados Unidos que con China –importa casi el doble y exporta casi el triple -, pero cinco países (Bolivia, Brasil, Chile, Perú y Uruguay) ya comercian más con China que con EE. UU. Hay una superioridad cuantitativa de EE. UU., pero un rol creciente de China. La influencia de China “entra por el sur”: podría decirse que, a mayor distancia de Washington, mayor proximidad a Pekín. A la proximidad se unen los tratados comerciales entre EE. UU. y Centroamérica que aportan su grano de arena, explicando el mayor comercio entre esta región y EE. UU.

El superávit regional neto con EE. UU. (USD 133.000 millones) es 11 veces mayor que con China (USD 12.400 millones). Si bien la región tiene un superávit neto con las dos potencias, la realidad es que el superávit está muy concentrado en pocos países: México, que tiene un gran superávit con EE. UU., y Brasil, Perú y Chile, que tienen importantes superávits con China. Del resto de países, la mayoría tiene un saldo comercial deficitario con los dos países (Argentina, Colombia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Uruguay son deficitarios con los dos países, Venezuela es deficitario con China, y Bolivia es deficitario con EE. UU. Ecuador y Costa Rica obtienen superávits con los dos países).

Los gráficos de complejidad del OEC confirman que las exportaciones a EE. UU. están más diversificadas y aportan mayor valor agregado que las que van a China, donde predominan los commodities. Por eso, el proteccionismo de Trump y las compras chinas especializadas en commodities representan un serio desafío a las ambiciones desarrollistas de Latinoamérica, que enfrenta una especie de plan LLAHSRAM para profundizar su subdesarrollo. Entre una alianza con China, como parece ser la apuesta de Brasil y Perú, que profundizaría el modelo exportador primario, y el proteccionismo de Trump, difícilmente la región podrá contar con otra cosa que no sea con sigo misma y no parecen estar tomándose medidas al respecto. Para avanzar por la senda del desarrollo, nuestros países deberán equilibrar volúmenes (commodities) con contenido (manufacturas) en su vínculo tanto con Washington como con Pekín.

Anexos:

 

Fuente: Junio 2025 - CELAG

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