El modelo Putin: de la normalización política a la crisis de Ucrania
En las condiciones en que se desencadenaron manifestaciones de protesta en Moscú y San Petersburgo, los círculos dirigentes no se arriesgaron a llevar a cabo un conjunto de medidas antisociales planeadas con anterioridad, que amenazaban con ampliar seriamente la cantidad de insatisfechos.
Como resultado de estos estímulos, la economía rusa mostró en 2012 resultados relativamente razonables, lo que, como algo extraordinario, atrajo la atención de Europa occidental, donde se desencadenaba una crisis financiera. El nivel de vida y la ocupación también se recuperaron relativamente rápido. Una cuestión diferente es hasta qué punto resultaron serios los «daños» ocasionados por la crisis a la propia estructura de la sociedad y del Estado. La recomposición de la economía ocultó las contradicciones estructurales, y la tranquilidad política relativa, después del declive de las protestas de 2011- 2012, enmascaró la modificación radical en la correlación de las fuerzas sociales y el potencial creciente en la sociedad para un estallido nuevo y mucho más serio.
Revista Nueva Sociedad Nº253