Ciencia y dictadura: producción pública y apropiación privada de conocimiento científico-tecnológico
La autora realiza aquí un muy documentado análisis histórico de la trayectoria del INTA, haciendo hincapié en cómo –durante la Dictadura de 1976-1983– junto a la introducción de mecanismos represivos, el INTA como institución pública dedicada a la investigación y experimentación en tecnología agropecuaria sufrió drásticos recortes y la pérdida de su autarquía financiera, con los consecuentes impactos negativos que limitaron su presupuesto, al tiempo que se producía una apropiación privada de su trabajo científico y técnico favoreciendo la consolidación de los sectores más concentrados del agro.
Una historia de padres y fantasmas
El general Fernando Matthei, otrora comandante en jefe de la fuerza aérea chilena, habrá de despertarse el domingo 17 de noviembre anticipando un día excepcional, donde tendrá la oportunidad única de votar por su propia hija Evelyn como candidata a la presidencia, un día en que espera que no le ronden resquemores y fantasmas.
Falta que le hace a Evelyn Matthei, que representa la alianza derechista que actualmente gobierna Chile, el sufragio de su padre, ya que no sólo parece asegurada su contundente derrota a manos de la ex presidenta Michelle Bachelet, un resultado desdoroso que puede suscitar una crisis letal en la derecha chilena.
30 años después
Hace unos años, recordando el regreso de la democracia en 1983, reviví la inmersión en la multitud que aquel 10 de diciembre fue a saludar la asunción de Raúl Alfonsín en la Plaza de Mayo. 1983 fue un año inédito en la inmersión en multitudes. La primavera democrática reinstaló los cuerpos en las calles. Nunca más hubo cierres de campaña como los de aquel año, con millones de personas atestando la 9 de Julio, ni una asunción tan celebrada por ganadores y perdedores. ¿Qué sabíamos de la democracia? Muchos, apenas, que no era la dictadura. Eso alcanzaba para escupir tantas almas al espacio público, durante tantos años vedado y tutelado.
Dossier: el caso Mercedes Benz
La participación de la empresa automotriz Mercedes Benz en la represión es investigada por el Juzgado Federal de San Martin Nº 2. Fueron secuestrados 17 trabajadores, de los cuales sólo 3 sobrevivieron. Todos pertenecían a la Comisión Interna que no estaba alienada con el SMATA nacional, dirigida por José Rodríguez. Ya fallecido, el hombre es señalado por su complicidad con la patronal.
Chile 40 años: la osadía de Allende
Escribir sobre el Chile de cuatro décadas atrás es duro para los que de uno u otra manera estuvimos involucrados en ese tiempo. Hasta las personalidades más destacadas no podían hablar del tema. La última vez que me encontré con Clodomiro Almeyda, ex canciller y vicepresidente de la República, (a quien conocía de mucho tiempo antes de que fuera uno de los más destacados dirigentes del Partido Socialista, canciller y vicepresidente de Allende) compartimos varias horas de vuelo entre Santiago y Bogotá y luego una cena en el Hotel.
Un verdadero seleccionado
En Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura, editado por Siglo XXI, Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky reunieron un equipo de importantes autores para sacar a la luz los casos de complicidad civil y económica, que involucran empresas como Ledesma, Ford, Acindar, Techint o Mercedes-Benz, cuyos directivos están acusados o sospechados de entregar trabajadores que luego fueron desaparecidos, así como organismos creados para extorsionar empresarios poco afines y expropiar sus bienes, como sucedió con Papel Prensa y con los hermanos Iaccarino. La trama se completa con corporaciones patronales agropecuarias o industriales, como la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas; el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires; los grandes prestamistas internacionales, como el Citibank y el Lloyd’s Bank, que colaboraron con el descomunal endeudamiento del país en ese período; los think tanks como FIEL o CEMA, que aportaron hombres e ideas a la dictadura; sectores de la cúpula sindical; operaciones mediáticas de diarios como La Nueva Provincia, Clarín o La Nación; o la impactante actitud de la cúpula de la Iglesia católica, que, mientras bendecía la represión, aprovechaba los cuantiosos beneficios que recibía de los militares.
Don Arturo o la integridad en política
Artículo publicado el domingo 25 de Junio de 2006 en el periódico "Río Negro"El ex gobernador de Río Negro pasa revista en esta nota a la personalidad del presidente derrocado en junio del ´66, a quien conoció intensamente y a quien, con justa razón, define como uno de los argentinos más íntegros del siglo XX.
Illia tenía una peculiar idea del tiempo, de los ritmos de la historia, de los posibles escenarios del futuro, de la seducción que siempre tiene la urgencia del presente y de la distinción entre lo importante y lo superfluo, un rechazo tenaz a la "tiranía del instante". Acusado de lentitud e inoperancia, caricaturizado con la imagen de la tortuga, todo culminó en el acto vandálico del 28 de junio.
Por eso resulta sorprendente la cantidad de iniciativas importantes y los logros obtenidos en su breve administración.
Una buena para Guate“mala”
El dictador Efraín Ríos Montt fue condenado a 80 años de prisión. Se trata de una sentencia histórica ya que Montt se convirtió en el primer ex mandatario del mundo en ser declarado culpable de genocidio por un tribunal.
Sentencia histórica
En un fallo que marcará un hito en la historia del proceso de justicia por los graves crímenes cometidos por las dictaduras de la región, el ex general José Efraín Ríos Montt fue condenado a 80 años de prisión por ser responsable de genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos entre abril de 1982 y agosto de 1983, período durante el cual gobernó Guatemala. El Tribunal A de Mayor Riesgo revocó su arresto domiciliario y dispuso que cumpla la pena en cárcel común. Por su parte, el ex jefe de inteligencia José Mauricio Rodríguez Sánchez fue absuelto.
“Sinvergüenzas, hijos de mala madre”
Lo brindó José Solanille, un peón rural que vivía a 500 metros del centro clandestino de detención cordobés. Hizo un pormenorizado relato de las atrocidades que allí se cometieron. Contó de los fusilamientos y de las fosas comunes. El arriero José Julián Solanille, de 83 años, sólo encontró en su vocabulario de campesino insultos y descalificaciones para retratar a los autores de las torturas y el asesinato de cientos de personas; para describir los hedores de los cuerpos quemados, las fosas repletas de cadáveres y los aullidos de los prisioneros de La Perla. Un sitio que distaba, según precisó al dar su testimonio en el juicio por los crímenes cometidos en ese centro clandestino de detención, “a unos 500 metros” de donde se encontraba su propia casa.