Consensos sociales y devaluaciones

Convocados en la celebración del Día de la Exportación por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), los economistas Miguel Angel Broda, titular de la consultora Estudio Broda & Asoc., y Eduardo Levy Yeyati, de la consultora Elypsis, brindaron su visión sobre la actualidad económica del país. Habitualmente consultados por el establishment financiero y empresarial –y fuertes críticos sobre las políticas heterodoxas oficiales–, las cifras de estos economistas difícilmente podrían ser consideradas como diseñadas a la medida del actual Gobierno.

Según Levy Yeyati, la inflación había descendido del 37% al 25% anual entre el año anterior y el actual, el PBI (el total de lo producido por el país en un año) crecería un 1,5%, mientras que el salario y la confianza del consumidor venían en subida.

Ideas conservadoras vs progreso social

Esta semana se realizó en Córdoba el VIII Coloquio Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), sin demasiadas sorpresas en cuanto a posicionamientos políticos de la entidad. Por su parte, los medios de comunicación hegemónicos le dieron un tratamiento menor al tema e hicieron foco en la cuestión cambiaria y la inflación, los caballitos de batalla de los sectores conservadores.

Dólar y teoría del todo

Uno de los grandes éxitos discursivos de la economía tradicional consistió en la difusión de su ideología mediante conceptos muy simples. No hay mercado, por complejo que parezca y por multitud de variables que incluya, que no pueda ser reducido muy rápidamente a los principios básicos de la oferta y la demanda; la única “ley” económica que siempre funciona, “como la gravedad”, sólo basta con alinear las variables correctas de la manera adecuada. El resultado es epistemológicamente asombroso; la economía bien podría ser la envidia de la física, que continúa buscando una ecuación “sencilla y elegante” que, unificándola, explique la totalidad del universo.

La recuperación que no alcanza

En los meses recientes se ha vuelto frecuente escuchar que la economía de Estados Unidos va viento en popa. Los programas de estímulo monetario (quantitative easing), la tasa de interés de referencia (federal funds rate) muy cercana a cero y los rescates multimillonarios de los bancos “demasiado grandes para quebrar” (too big to fail) habrían contribuido de manera decisiva a disminuir el endeudamiento privado (familias y empresas), dinamizar la inversión productiva y, finalmente, apuntalar la recuperación del mercado laboral.

Los consejos del Señor Bein

En el ingreso del tramo en que la campaña empieza a tomar más intensidad, las definiciones económicas adquieren mayor relevancia en el debate electoral. Si bien por ahora no se han convertido en el centro de las propuestas para seducir a los votantes, ya hubo promesas y señales sobre lo que piensan en materia económica los principales candidatos a ocupar la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre de 2015. Mauricio Macri dijo que al otro día de iniciado su gobierno liberaría la compra de dólares provocando críticas de propios y extraños, como la de Roberto Lavagna, uno de los varios economistas que tiene Sergio Massa, que lo calificó de “irresponsable”. Además del dólar, otros temas económicos que estarán en la discusión electoral serán los subsidios, el gasto público, el conflicto con los buitres, la inflación y los salarios.

Por los chicos, frente al dólar grande

El actual tipo de relación entre el peso y el dólar está obligando al Gobierno a desarrollar diversas iniciativas para amortiguar el costo que esto genera en diversos sectores productivos. Sucede que, en los hechos, muchas importaciones están teniendo menores costos que su competencia producida localmente, lo que pone en aprietos a parte de la industria nacional, también por el hecho de que esta producción argentina, está resultando cada vez más costosa para los compradores extranjeros, que en muchos casos comienzan a volcarse a productos similares realizados en otros países.

Una mirada crítica al paradigma teórico del MULC

 

Tras un período relativamente prolongado de continuidad en las regulaciones y mecanismos del mercado cambiario argentino (pensando como extremos temporales la estabilización de la crisis del 2001-2002 y la profundización de las restricciones a la compra de divisas en 2011), nuestro país se encuentra nuevamente con enormes desafíos en materia de gestión del mismo. De cara a futuras medidas, resulta imprescindible profundizar en las características propias del mercado citado, intentando descifrar las variables determinantes y precisando la capacidad de acción del Estado sobre las mismas.

El desarrollo y la industrialización

Valle, director de Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), y Schorr, sociólogo y magíster en Economía (Flacso), debaten sobre los logros alcanzados en el área durante la última década y piensan los desafíos a futuro en un año complicado y electoral.

¿Cómo es para el Estado, hoy, planificar la industria, el desarrollo, con estos niveles de globalización?

Martín Schorr: –Esta década puede pasar a la historia como una etapa que uno podría conceptuar como de un crecimiento industrial importante sin políticas industriales activas.

Para el Gobierno la deuda es lo único que permite financiar transición

En el último mes y medio, el escenario de escasez de dólares mejoró. Por un lado, se hicieron realidad algunas de las cajas que veníamos mencionando en los últimos meses (swap con China, licitación del 4G, acuerdo con cerealeras, etc.) permitiendo a las reservas volver a superar los u$s 30.000 millones y al mismo tiempo empezar a abrir lentamente el grifo de pagos a los importadores netos. Por otro, el ruido discursivo contra los buitres se moderó y apareció en el horizonte la expectativa de inicio de negociación del fallo en enero una vez caducada la cláusula RUFO, y en paralelo se avanzó con la decisión de abrir el mercado de crédito convalidando tasas altas con el anuncio del canje del Boden 2015 que en rigor incluyó detrás la colocación de hasta u$s 3.000 millones en Bonar 2024.