Más ajuste significa la defunción del mercado interno y las Pymes
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) afirma que las medidas dispuestas por el Gobierno ante la escalada del dólar están dirigidas a emitir señales hacia “los mercados” en detrimento de la actividad productiva y del mercado interno.
Quemar las naves
El margen de maniobra en materia de política monetaria se le acota al gobierno con el paso de los días
Deuda externa: el crimen distributivo perfecto
Pocas políticas redistributivas contra las mayorías son más eficaces que el endeudamiento externo
Descalibrados
El saldo concreto en la cuestión económica de la conferencia de prensa que lideró Marcos Peña fue el reconocimiento del fracaso oficial en materia inflacionaria. La modificación de las metas anunciada por Nicolás Dujovne, en teoría definidas por el Banco Central aunque anunciadas por el Poder Ejecutivo, un día después de la aprobación del Presupuesto 2018 que tiene anotada otra previsión de la tasa de inflación, es una derrota conceptual y política para el hoy devaluado presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
El precio del dólar, en medio de un cruce de internas tupido
Devaluar puede ser un atajo que conduzca a ningún lugar o a lugares demasiado riesgosos, como sostiene Luis Etchevehere, el ex presidente de la Sociedad Rural hoy en papel de ministro de Agroindustria. Aun así, los efectos del dólar barato asoman todo el tiempo y asoman por todas partes.
Verano verde: demanda de dólares fue la mayor en 15 años
El verano terminó con la mayor demanda de dólares, a través de bancos, de los últimos 15 años. El tipo de cambio bajo, las vacaciones en el exterior y una leve incertidumbre, que generaron el efecto Donald Trump -en el exterior- y el rebote de la inflación -a nivel local-, llevaron al público minorista a volcarse en masa a la compra de billetes por ventanilla y por homebanking, como no lo hacían desde hace más de una década.
Argendólares
Compartimos la columna de economia politica de Martín Burgos en Radio Rebelde 740.
La muerte del M3
“El sector financiero ha redefinido la democracia con afirmaciones de que la Reserva Federal debe ser ‘independiente’ de representantes democráticamente elegidos, a fin de actuar como el lobista de la banca en Washington. Esto exime al sector financiero del proceso político democrático, a pesar de que la planificación económica actual está ahora centralizada en el sistema bancario. El resultado es un régimen de manejos entre poseedores de información privilegiada y la oligarquía”
Michael Hudson
Una corrida cambiaria muy PRO
No fue el final del primer semestre soñado por el Gobierno, aunque las autoridades económicas busquen restarle dramatismo a la corrida cambiaria del jueves 30 de junio, la primera que enfrenta la gestión de Cambiemos. Ese día, el Banco Central debió vender 532 millones de dólares de las Reservas Internacionales para contener la presión compradora, que operó un nivel récord en los últimos cinco años al superar los 1100 millones. Lo peor es que la corrida cambiaria –que la conducción económica se empeña en negar– no se disipó, porque hay razones para suponer que seguirá la presión sobre el dólar que tiene protagonistas conocidos: los principales bancos de capital extranjero que operan en el sistema. Y no son sólo ellos. Del otro lado, la capacidad de contención dista de ser infinita: el Banco Central apenas cuenta con reservas operativas (en billetes disponibles para salir a vender dólares en el mercado) por 3100 millones de dólares. Es el equivalente a la demanda de tres días de operaciones como el jueves, o a seis días de intervenciones como la que ejecutó en esa jornada la mesa de dinero del Banco Central.
La fragilidad de la abundancia de dólares
Los últimos años del Gobierno kirchnerista se caracterizaron por una batería de medidas para “cuidar los dólares”. Sucesivas agudizaciones del cepo cambiario, controles de capital, restricciones a las importaciones, gradual devaluación del tipo de cambio oficial, desdoblamiento con el “dólar blue” y créditos externos tomados por el BCRA fueron los mecanismos usados para intentar evitar la salida de reservas internacionales. Esto no es nuevo en Argentina: la restricción externa (la escasez de divisas) ha sido la maldición que ha fundado las bases de la mayoría de las crisis de los últimos setenta años. Pero el Gobierno macrista parece haber dejado atrás esas preocupaciones. ¿Por qué la restricción externa desapareció de la agenda del Gobierno?