Europa lidera la banca en la sombra y se acerca al momento pre-Lehman

Marco Antonio Moreno
Aunque la economía se ha desplomado desde el año 2007, el sistema bancario en la sombra sigue creciendo y donde más crece es justamente en Europa, la zona que ha caído en una nueva recesión, que tiene el desempleo por las nubes y que sufre de una potente trombosis que le provocará un infarto en breve. La zona euro, como se aprecia en esta gráfica tomada del último informe del Financial Stability Board publicado ayer, posee un tercio de los activos de la llamada “banca en la sombra”. Y si incluimos al Reino Unido, Europa queda con el mayor sistema bancario en la sombra que llega a los 67 billones de dólares (1,11 veces el PIB mundial).

Hasta antes del estallido de la crisis, Estados Unidos era el que lideraba el sistema bancario en la sombra. El año 2005 llegaba al 44 por ciento del volumen total, mientras la zona euro tenía el 31 por ciento y el Reino Unido el 9 por ciento (40 por ciento a nivel europeo). Hoy la situación se ha revertido y Europa tiene al 46 por ciento de la banca en la sombra global mientras Estados Unidos la ha reducido al 35 por ciento. La banca en la sombra también ha aumentado de tamaño pasando de 65 billones de dólares a fines de 2005 a los 67 billones de dólares de fines de 2011. ¿Es un momento pre-Lehman?

El sistema bancario en la sombra está en la génesis de la actual crisis dado que actúa sin ninguna regulación al ser una compleja red de intermediarios financieros que ofrecen servicios similares a los de la banca tradicional. Algunos de sus productos son los fondos de cobertura, los vehículos de inversión estructurada y los fondos del mercado monetario. Estas actividades no son supervisadas por los bancos centrales y esto ha permitido que sus transacciones no aparezcan en los balances convencionales de contabilidad. Por eso son invisibles a los reguladores y de ahí su nombre: “banca en la sombra”.

Esta banca en la sombra seguiría en el anonimato de no ser por el estallido de la crisis en agosto de 2007. El volumen de sus operaciones creció de manera espectacular desde el año 2000 con la industria de derivados y las titulizaciones fuera de balance y su cobertura de riesgo por la vía de los swaps de incumplimiento crediticio. Y al igual que los credit default swaps, que existen desde los años 80, se dieron a conocer el año 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers. Solo ahí quedó al descubierto esta enorme madeja de derivados financieros, o mejor dicho, de engendros financieros a lo Frankenstein que no son más que el gran casino de los especuladores. Porque la nueva casta de especuladores es más bien cobarde. Antaño los especuladores tenían un cierto código de honor y cuando perdían: perdían. Los especuladores del siglo XXI se aseguraron en AIG y obligaron a la Fed a inyectar 16 billones de dólares en secreto, para salvarlos.

Desde entonces, la banca en la sombra se ha reducido en Estados Unidos. Pero ha aumentado peligrosamente en Europa como confirma el último informe del FSB. El Financial Stability Board se creó en abril de 2009 tras la reunión del G20 en Londres, con el mandato de evaluar las vulnerabilidades que afectan al sistema financiero global e identificar y supervisar las acciones necesarias para hacerles frente. ¿Podrá hacer frente a un colapso tipo Lehman en Europa? Lo cierto es que la banca está totalmente quebrada, es el gran problema de esta crisis y es a la que los gobiernos e instituciones siguen insuflando el oxígeno del dinero para mantenerla a flote. Aunque ya esté de lleno sumergida.

Observatorio Económico Latinoaméricano (OBELA)

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