La batalla del neoliberalismo
Europa atraviesa una crisis no sólo financiera, sino que evidencia un lento pero sostenido proceso de decadencia relativa en el sistema mundial. Francia, una de sus potencias y todavía entre la liga mayor de las economías, cambió de gobierno en mayo y ya encara un ajuste presupuestario, en el cual irá la suerte del presidente socialdemócrata François Hollande. La frágil situación económica europea, aun con su menor influencia internacional, impacta directa o indirectamente al resto del mundo vía comercial.
En el frente fiscal es donde resulta de interés comparar aristas con medidas que toma Argentina cuando se trata de “elegir” a ganadores o perdedores de políticas públicas y de intervenir en el reparto de la renta.
La crisis económica y el cambio en el poder geopolítico en Europa
A finales del siglo pasado y principios del actual, se planteó a nivel mundial un cambio de ciclo hegemónico. Esta sucesión de poder se hizo más patente, en los últimos años, con la llegada de la crisis financiera mundial, que golpeó sobremanera a la economía estadounidense. Se concebía entonces que, con permiso de las potencias emergentes, la Europa comunitaria podía convertirse en el nuevo líder hegemónico por su fuerte peso económico y político a nivel mundial. Representaba, en principio, un modelo cohesionado y complementario, donde se habían aplicado desde la fundación de la CEE una serie de políticas de convergencia basadas en criterios de solidaridad interregional dentro de un conjunto de países cada vez más numeroso que acordaban cesiones de soberanía y concebían un crecimiento conjunto de sus economías, llegando a conformarse un enorme mercado de más de 500 millones de habitantes en 2011. Mostraba además, a pesar de las desigualdades regionales existentes, una economía competitiva por sectores, un desarrollo complementario basado en criterios de solidaridad interregional, una industria competitiva, unas estructuras sociales solidarias con unos Estados de Bienestar de gran tradición y altas cotas de sensibilidad medioambiental liderando todas las políticas y protocolos de actuación medioambientales.
Una salida realista de la crisis del euro: convertir la moneda única en un conjunto de Derechos Especiales de Giro
El euro es la moneda nacional de un país que no existe. Aunque existe un continente europeo, como existe Norteamérica, nunca ha habido un país llamada Estados Unidos de Europa, y probablemente nunca lo habrá.
El euro no es, así pues, una moneda como el dólar norteamericano, y sin embargo se le obliga –de mala manera— a fingirlo con el Tratado de Maastricht, por el que los países europeos abandonaron el derecho a producir sus propias monedas nacionales.
Con el volumen del euro controlado por una autoridad supranacional (el BCE) y con estados miembros punible por quebrantar las reglas del gasto público (un déficit máximo del 3% y un máximo de un 60% de déficit acumulado), el euro, lejos de funcionar como una moneda, funciona más bien como un conjunto de Derechos Especiales de Giro (DEG), según fueron concebidos por Keynes en su plan para Bretton Woods. En su programa de un sistema monetario internacional para despuñes de la II Guerra Mundial, Keynes propuso que se usara para el comercio internacional una moneda (el “Bancor”), reservando el uso de las monedas nacionales para el comercio interior. Las tasas de cambio entre las monedas nacionales y el Bancor estarían fijadas de modo tal, que los países con déficit comercial persistente se verían obligados a la austeridad y a la devaluación, mientras que los países persistentemente excedentarios tendrían gravámenes en Bancors y se les exigiría estimular sus economías para incrementar sus importaciones.
Un plan que no logrará revertir la crisis del euro
El plan del BCE es técnicamente sólido, pero económicamente desacertado. Más destrucción de la demanda no salvará a la moneda única.
Mario Draghi cumplió con su parte. El Banco Central Europeo (BCE) irá a los mercados financieros, en un intento por mantener unida la moneda única hasta tanto los políticos avancen hacia una mayor unión política.
Esa es la buena noticia. La mala es que el proyecto de Draghi no bastará. La impresión que deja el anuncio del jueves de una compra ilimitada de bonos en los mercados secundarios es que técnicamente es sólido, pero económicamente es un error .
¿Qué es lo estratégico en la relación China-UE?
Las relaciones de China en el continente europeo sufren una reconfiguración estratégica, visto desde el otro lado, el ascenso económico de China se ha vuelto más relevante hoy en día para la Unión Europea por la crisis de deuda soberana por la que atraviesa.
En el caso de Rusia, con todo y lo que los pletóricos yacimientos de petróleo y de gas representan para Pekín, como fuente segura de suministro, sobresalen las rivalidades y la superposición de intereses en Asia Central, situación que ha impedido que ambas potencias logren ponerse de acuerdo en crear una agenda común. Mientras, en China crece la percepción de que Rusia es un "país en declive" con lo cual, no le ha sino restado importancia a la relación.
Se estanca el motor alemán
En una advertencia inesperadamente dura, el Ministerio de Economía alemán señaló que la baja del crecimiento y una fuerte caída en la confianza empresarial en los últimos meses apuntan a “riesgos significativos” para el panorama venidero.
El informe mensual del Ministerio de Economía alemán difundido ayer produjo una señal de alerta sobre la posibilidad de recesión futura. En tanto, el gobierno alemán analiza la convocatoria de un referéndum para definir qué hacer ante un eventual derrumbe del euro.
Alemania se estanca y va a una recesión
El gobierno de Angela Merkel admitió ayer que su economía corre "riesgos significativos"; cayeron varios indicadores decisivos
Parecía blindada contra la crisis que somete al resto del mundo desarrollado, en especial a las otras potencias europeas. Pero en los últimos días, Alemania sintió el derrumbe a su alrededor y entró en riesgo de recesión, al conocerse indicadores que mostraron caídas en la producción industrial, las importaciones, exportaciones e incluso el hasta ahora invulnerable mercado laboral.
En una advertencia inusualmente dura, el Ministerio de Economía admitió ayer que esas cifras y una fuerte caída en la confianza empresarial apuntan a "riesgos significativos" para el panorama del país.
¿Por qué tienen que decidir los banqueros quién paga el desastre en que está Europa?
Hubo momentos en que el conjunto de 2011 pareció una larga cumbre europea, cuando se oía hablar de Papandreu y Merkozy más de lo que era estrictamente necesario. Pero lo más probable es que no encontraran ustedes muchas referencias a Charles Dallara y Josef Ackermann.
Lo que van a leer, lo reconozco, suena a una teoría conspirativa. Comprende gente poderosa que se reúne en despachos particulares, cientos de miles de millones de euros y arreglos clandestinos que determinan el destino de países enteros. Lo único que falta es un montículo de hierba [uno de los enigmas del asesinato de Kennedy] o una banda errante de illuminati. Hay, sin embargo, dos diferencias cruciales: estos acontecimientos todavía se están desarrollando…y son más preocupantes que cualquier fantasía acerca de quien-mató-a-JFK que yo haya oído.
El suicidio económico de la clase política europea
En su edición del sábado, The New York Times informó sobre un fenómeno aparentemente creciente en Europa: el "suicidio por crisis económica", personas que se quitan la vida por la desesperación del desempleo o la ruina en los negocios. Una historia desgarradora. Pero estoy seguro de que no fui el único lector, especialmente entre los economistas, que se quedó pensando si la historia de fondo no es tanto sobre personas individuales, sino sobre la aparente decisión de los líderes europeos de acometer el suicidio económico del continente en su conjunto.
Hasta hace un par de meses todavía me quedaban algunas esperanzas con Europa. A fines del año pasado, Europa parecía al borde de la debacle financiera, hasta que el Banco Central Europeo (BCE) salió al rescate. Les ofreció a los bancos europeos líneas de crédito de final abierto a condición de que pusieran como garantía sus bonos de las deudas soberanas, como una manera de ayudar de forma directa a los bancos, de manera indirecta a los gobiernos, y frenar el pánico.
La pregunta entonces era si esa medida valiente y efectiva sería el principio de un replanteamiento, y si los líderes aprovecharían ese momento de respiro para reconsiderar las políticas que llevaron a la actual situación. Pero no lo hicieron.
En cambio, redoblaron su apuesta por políticas e ideas fracasadas. Y cada vez parece más improbable que algo los haga cambiar de rumbo.
Portugal. Ensaio contra a autoflagelaçao. Boaventura de Sousa Santos
Boaventura de Sousa Santos ha hecho importantes aportes al análisis de múltiples aspectos de la vida social, política y cultural del mundo contemporáneo. En este libro aborda en profundidad la crisis de Portugal, su país, que conoce y siente como pocos. Lo subtitula “ensayo en contra de la autoflagelación” quizá por la necesidad de ir en contra de aquella corriente planteada en círculos financieros, intelectuales y cotidianos de la vida que tiende a naturalizar la crisis mundial, así como las nefastas propuestas para “solucionarla”; pero fundamentalmente porque considera inútiles las penurias que se afirma son necesarias para hacer frente a esa situación. En los casos de Portugal, Grecia, España e Irlanda (en conjunto los países denominados despectivamente PIGS usando las siglas en inglés), sus respectivos gobiernos no terminan de aplicar ajustes infinitos en contra de sus “representados”. Sus dirigentes consideran estos ajustes inevitables, una actitud que deriva por cierto del TINA thatcheriano y neoliberal (no hay alternativas también por sus siglas en inglés).Santos se rebela en contra de esta concepción, aunque también rechaza la que plantea que la crisis pueda ser ´resuelta´ por el mismo capital financiero que la provocó o que fue su motor principal: “Wall Street está hoy más fuerte y arrogante que nunca” (p.15). Sin embargo, tampoco cree que estemos frente al “fin del neoliberalismo y de la supremacía del capital financiero sobre el capital productivo”. Quizá las partes más importantes del libro tienen que ver con “cómo salir de la crisis con dignidad y esperanza” teniendo en cuenta que “Otro mundo es posible” frente a la amenaza del “fascismo societal”. Y que esto también involucra a Europa, que se halla en plena decadencia.
Segundo">http://www.iade.org.ar/uploads/c87bbfe5-d757-7111.pdf]Segundo Encuentro "Espacios de-coloniales" - 7 y 8 de mayo de 2012 - Univ. Nac. Rio Cuarto