El espejo de las izquierdas latinoamericanas

Con más de 60 millones de votos, Lula da Silva acaba de convertirse en el nuevo presidente electo de Brasil, tras una campaña marcada por la violencia política y la consolidación de la derecha radical. A partir del 1 de enero, el ex metalúrgico deberá enfrentar un escenario extremadamente complejo, con una sociedad fracturada, un Congreso con mayoría conservadora, las fuerzas armadas empoderadas tras cuatro años de bolsonarismo y un creciente poder de las milicias parapoliciales en las periferias urbanas. El regreso del PT no sólo será una prueba definitiva para la izquierda brasileña sino también un espejo en el que van a mirarse las fuerzas progresistas de la región.

Brasil decime qué tenés en mente

Desde San Pablo, nuestros enviados resumen sus impresiones sobre la agónica jornada electoral que ayer vivió Brasil. ¿Cómo hay que leer los resultados y qué hará Lula para ganar el balotaje? ¿Por qué el bolsonarismo logró sorprender en las categorías a gobernadores y parlamentarias? ¿Y qué nos dice esta primera vuelta sobre la gobernabilidad que viene?

De aquí a dos semanas

El momento es de urgencia, pero exige resiliencia, determinación y paciencia. El pasado 7 de septiembre fue «secuestrado» por el bolsonarismo para realizar grandes demostraciones de fuerza social. Seamos lúcidos, ellos lo hicieron. La sociedad está fracturada, y se ha consolidado una mayoría social contra Jair Bolsonaro, apoyada sobre todo por los más pobres, las mujeres y los nordestinos, pero los fascistas mantienen el apoyo de la masa de la burguesía, en las clases medias, gran influencia en el sur y el norte, y hegemonía en el centro-oeste.

Vencer a Bolsonaro: el objetivo de la nueva alianza entre Lula y su antiguo rival político

El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso que el centro-derechista Geraldo Alckmin fuera su fórmula vicepresidencial para los comicios de octubre. El anuncio marca el rumbo de las elecciones presidenciales en las que el izquierdista buscará derrotar al actual presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro. A pesar de las críticas de algunos miembros de su propio partido, Lula espera que respalden la alianza entre los dos antiguos rivales.

“En el establishment brasileño hay un pragmatismo que lo induce a 'olvidar' las cuestiones ideológicas”

Especializado en políticas públicas y económicas, con paso por la función pública, Paulo Kliass descarta que el establishment brasileño intente obstaculizar un regreso de Lula a la presidencia. "Saben que los riesgos del impacto en sus ganancias de una crisis institucional son mayores que la vuelta de un candidato a quien conocen", sostiene. Con todo, advierte que el líder del PT podría encontrar un Brasil "muy diferente" al de su experiencia de 2003, sin un boom de los commodities.

Lula vuelve

Mientras los sectores concentrados buscan atar la imagen de los líderes populares latinoamericanos al pasado, Lula da Silva construye futuro. A los 75 años corre nueve kilómetros diarios y se muestra sonriente junto a su novia, chapoteando en el mar o en giras incansables junto a referentes políticos, sociales y sindicales. El hombre que sacó a millones de brasileños de la exclusión y la pobreza y sobrevivió a 580 días de cárcel está hoy ante uno de los desafíos más importantes de su trayectoria política: correr del Planalto al máximo exponente en funciones de la extrema derecha mundial.

De Vargas a Bolsonaro, la política presidencial de Brasil entre el suicidio y el "me sacarán muerto"

Las presidenciales brasileñas son en octubre de 2022. De momento, los sondeos dan como ganador a Lula, candidato por el PT que busca su tercer mandato. Investigado en el Senado por su gestión de la pandemia, Bolsonaro orienta su lucha política contra la 'casta' que siempre gobernó el país, y a la cual sin embargo él ahora también pertenece.

El Brasil de Lula y Cardoso: las relaciones peligrosas y las afinidades electivas

En un país donde el sistema electoral obstaculiza las mayorías en el Congreso, y donde cada gobierno necesita alianzas para poder legislar, es la primera vez en 35 años de democracia que puede haber un acuerdo entre los rivales Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB). Si el rival del PT es Bolsonaro en las presidenciales de 2022, el almuerzo entre Lula y Cardoso augura un apoyo en el balotaje.