Ni el petróleo ni las armas: el nuevo botín de guerra es el agua

París.- En su meteórico avance hacia Bagdad, los jihadistas del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) consiguieron adueñarse de un arma poderosa, mucho más necesaria que el petróleo, los tanques y los fusiles: el agua.

Desde el 12 de junio, los islamistas radicales de Abu Bakr al-Baghdadi han ido tomando control de la mayoría de las obras hidráulicas construidas a lo largo del Tigris, como represas eléctricas y vastos embalses al norte de Mosul y Tikrit. Pocas semanas antes habían hecho lo mismo al entrar en Fallujah, situada a la vera del Éufrates. Hoy, el EIIL controla centenares de miles de metros cúbicos del llamado "oro azul" en Irak.

El G77 y la descolonización de la geopolítica

Las recientes crisis en Ucrania y Siria manifiestan la compleja transición hacia un mundo sin centro hegemónico único; lo que se está denominando el “incipiente mundo multipolar” (las áreas en disputa manifiestan esta tónica). El siglo XXI amanece con un nuevo mundo emergente que ya no presupone, ni cultural ni civilizatoriamente, la hegemonía occidental. El “gran relato” neoliberal del “fin de la historia” se hizo pedazos el 11 de septiembre de 2001 y su última cruzada, llamada el “choque de civilizaciones”, es derrotada en Siria y Ucrania.

Nueva iniciativa para terminar con la impunidad de las sociedades transnacionales

Muchos medios de comunicación en el mundo se han hecho eco en estos días del primer aniversario de la catástrofe de Bangladesh, donde murieron más de mil trabajadoras y trabajadores textiles víctimas de la desidia y del afán de obtener el máximo de ganancias de grandes empresas transnacionales que subcontratan la producción en ese país asiático y en otros países en condiciones infrahumanas.

Es la ideología, Christine

En respuesta a comentarios de funcionarios del gobierno argentino, que caratularon de ideológico el informe del FMI sobre nuestro país, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, comentó: "Esto no es ideológico sino técnico, no hacemos ni decimos cosas a la ligera."

Sin embargo, al surcar la lectura de los distintos informes del Fondo, en especial el reciente "Perspectivas de la Economía Mundial", surge claramente el sesgo ideológico del organismo, junto con su habitual doble discurso. Un ejemplo de ello es donde se refiere al mayor crecimiento en Estados Unidos y señala que, entre otras cuestiones, "una consolidación fiscal más moderada ayuda", mientras que "el respaldo también proviene de unas condiciones monetarias laxas".

Brasil, los Estados Unidos y el Hemisferio Occidental

“Las tierras situadas al Sur del Río Grande constituyen un mundo diferente al de Canadá y los Estados Unidos. Y es algo desafortunado que las partes de habla inglesa y latina del continente tengan que ser llamadas igualmente América, evocando similitudes entre ambas que de hecho no existen”. N. Spykman, America´s Strategy in World Politics. Harcourt, Brace and Company, New York, 1942, p: 46

El PBI no nos cuenta nada fiable acerca de la calidad de vida

Luego de décadas de discusión sobre las ventajas y desventajas de dos pensamientos económicos que dividieron al mundo en el siglo XX, hace tres años nació en Austria una corriente que propone un nuevo modelo, que se ubica a mitad de camino entre el comunismo y el capitalismo, y que pugna por desplazar a este último del centro de la escena: se trata de la economía de los bienes comunes.

A la izquierda de la crisis: el discurso heterodoxo

Esta contribución toma como punto de partida los debates - que pueden ser considerado exóticos o esotéricos – entre economistas marxistas, principalmente anglosajones. A continuación, se amplia en tres ámbitos: el regreso de las ideas keynesianas, el debate sobre el desarrollo concreto de la crisis y una incursión en las preocupaciones ecologistas. Para volver en un bucle a la idea de que la lectura marxista hace subir a la superficie cuestiones fundamentales sobre el capitalismo contemporáneo. No hace falta decir que este ensayo de discurso sobre los discursos refleja un punto de vista personal y no trata de considerarlos de acuerdo con su influencia relativa.