“El mundo del trabajo mutó de manera estructural”

Sus investigaciones se centran principalmente en las condiciones de trabajo en supermercados y call centers. Pero a través de esos ámbitos la socióloga da cuenta de los cambios ocurridos desde la hegemonía neoliberal hasta la actualidad. Y sostiene que el modelo sindical está “completamente encogido”, porque no expresa la realidad de vastos sectores. Los nuevos activismos, idearios y modos de politización de trabajadores.

El discreto encanto de la crisis económica

Aunque la crisis ha puesto en cuestión el pensamiento económico dominante en los últimos 30 años, parece que ha faltado en la izquierda un debate adecuado que se concentrarse en los factores determinantes de la crisis y las perspectivas futuras. En ello ha jugado un cierto papel, como ha señalado il Manifiesto, el eliminar algunas de las claves de ciertas interpretaciones del presente, terminando por centrarse sólo en ciertos aspectos de la crisis (el tema del medio ambiente, los bienes comunes). Intentamos remover las cosas, titulando la iniciativa "El discreto encanto de la crisis económica", inspirándonos en un artículo de Fernando Vianello y Andrea Ginzburg, publicado en Rinascita, en 1973.

Indec: oscuridades en la nueva etapa

“La inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país(..) En estas circunstancias, los principales perjudicados son, una vez más, los trabajadores que carecen de elementos para conocer con precisión las variaciones del poder adquisitivo de sus salarios”. (CENDA, marzo 2011).

Argentina en la posconvertibilidad: ¿desarrollo o crecimiento industrial?

La implosión del régimen de convertibilidad de principios de 2002 devino en un proceso de modificaciones radicales en la estructura de precios relativos enmarcado en una profunda retracción de la economía en general, y del sector manufacturero en particular. La convergencia de una fuerte devaluación de la moneda local con altas tasas de inflación, el intenso deterioro que experimentaron los salarios reales y la elevada ociosidad de la capacidad productiva fabril sentaron las bases para el despliegue inicial del tradicional comportamiento contracíclico de las exportaciones, especialmente agroindustriales. En los años sucesivos, se afianzaría aún más el rumbo de crecimiento industrial favorecido por la vigencia del tipo de cambio alto y los bajos costos salariales.

Puja distributiva e inflación

En el suplemento Cash se han publicado varios artículos sobre oligopolios e inflación. Uno de ellos, partiendo de un trabajo del Estudio Bein sobre la evolución del salario real de los trabajadores y de los “márgenes unitarios” de los productos del sector industrial para los últimos diez años, arriesga algunas conclusiones sobre quiénes resultaron los verdaderos ganadores en la puja distributiva y además considera que la inflación no puede ser atribuida a la acción remarcadora de los oligopolios o monopolios, sino que éstos perdieron en la puja distributiva; aunque no todos hayan perdido por igual. Frente a postulados de tal magnitud, intentaré volcar algunas reflexiones con el ánimo de aportar al debate sobre cuestiones que hoy ocupan un lugar importante en la confrontación ideológica.

La negociación colectiva en la posconvertibilidad

La negociación colectiva fue revitalizada con la persistencia de las negociaciones que año a año realizan los trabajadores y los empresarios, luego de una etapa en la que prácticamente no se pactaron salarios y condiciones laborales. En efecto, durante los años noventa la negociación colectiva perdió relevancia en virtud de dos procesos operados simultáneamente: a) el congelamiento de –casi– todos los precios vigentes bajo el régimen de convertibilidad, y b) la situación desventajosa que tenía la clase obrera para discutir salarios y condiciones de trabajo debido a las políticas expresamente favorables al empresariado.

Informe de Coyuntura Nº 14

La consolidación del crecimiento económico, por un lado, y la reducción de la desocupación junto a un incremento de los salarios superior al ritmo inflacionario, por otro, constituyen dos de los procesos relevantes y positivos del primer semestre de 2013.

A su vez, el comportamiento de la ocupación y de los salarios preanuncia un mejoramiento de la participación de los asalariados en el ingreso, que ya había comenzado en 2012, debido a que ambas variables están evolucionado por encima del crecimiento de la actividad económica.