Relaciones soberanas

Cristina Fernández de Kirchner, en sus tres días en Cannes, tuvo la precaución de empezar su agenda con una reunión con representantes de los trabajadores. No es un dato menor: la Confederación Sindical Internacional (CSI) surgió como resultado de la fusión –hace apenas cinco años– de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (Ciosl) y la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) y está presidida por una mujer, la australiana Sharon Burrow. En un mundo en el cual los líderes de los países más poderosos fueron al G-20 a dar apoyo explícito a los recortes y ajustes impuestos por supuestas necesidades de austeridad fiscal, la Presidenta argentina quiso poner su atención en las miradas y las demandas de la CSI, que representa a cerca de 166 millones de trabajadores, con presencia en 156 países y que nuclea a unas 300 organizaciones. El nacimiento de la CSI fue celebrado tanto por la CUT brasilera y la CTA argentina como por las principales centrales de España, Italia, Grecia y Francia, países que ahora ven cómo sus gobiernos, tanto socialdemócratas o de derecha, están empeñados en dilapidar las últimas murallas del Estado de Bienestar construido tras el fin de la Segunda Guerra mundial.

Homenaje a Fanny Edelman

A continuación reeditamos, en su memoria, el discurso de Fanny Edelman en el Teatro Nacional Cervantes, el 24 de noviembre de 2010, con motivo de la celebración del centésimo aniversario de su nacimiento.

Sabiduría, sin duda, coherencia escapándosele hasta por la tranquilidad de su mirada, elocuencia palabra tras palabra, emoción propia y de quienes la rodearon, fueron algunas de las muchas nobles impresiones que tornasolaron las elegantes instalaciones del Teatro Nacional Cervantes cuando Fanny Edelman, presidenta del Partido Comunista argentino recibió un merecido homenaje, a sala colmada, a su vastísima e impecable trayectoria intelectual y política. El encuentro fue una iniciativa de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), a la que pronto se sumaron más organizaciones. Entre otras, estuvieron presentes en el dispositivo de la fiesta, el propio Partido Comunista, el Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidardad, el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte. Tanta es la vida vivida por Fanny en servicio de la cultura de izquierda militante que las organizaciones de luchas populares no quisieron dejar de estar presentes. Además de los citados organizadores estuvo el sostén de otras figuras, individuales o colectivas, de la política nacional para honrar a Fanny.

"Percepción" - “Dólar te quiero”

"Percepción"
La medida dispuesta por la AFIP para la fiscalización de la compraventa de divisas, sumada a la implementada días previos por el Banco Central de eliminación del privilegio de petroleras y mineras de mantener dólares de exportación en el exterior, intensificó el debate sobre el nivel del tipo de cambio. Desde hace bastante se ha instalado la polémica sobre la competitividad de la paridad cambiaria, con una amigable comunión entre economistas neoliberales y algunos heterodoxos. Los argumentos más enérgicos se refieren a que en los últimos años los precios de la economía han subido más que el del dólar. También afirman que los salarios han avanzado a un ritmo más acelerado, afectando los costos empresarios. Son aspectos que resulta interesante precisar para tener una perspectiva un poco más compleja que la poco rigurosa “percepción” de atraso. Ese estado de ánimo fue expresado en estos días de tensión en la city por no pocos economistas del establishment, que han asegurado sin ruborizarse que “la gente tiene la percepción de que el dólar es un bien barato”. Esta definición gaseosa encierra una presunción de superioridad de “la gente” argentina sobre “la gente” brasileña, por ejemplo. Porque si hay una economía donde el atraso cambiario es notable es la brasileña y, por lo tanto, el dólar sería lo más barato que cotiza en ese mercado. Pero en esa plaza no se han montado shows de miedos sobre la paridad cambiaria ni se han registrado corridas desesperadas para desprenderse de reales para comprar dólares, al margen de que existen muchas más restricciones para la adquisición de divisas de las que aquí se han establecido. La supuesta “racionalidad argentina” que difunden esos economistas sólo revela desprecio por saberes técnicos, preocupación por sus propias finanzas, puesto que algunos reciben financiamiento externo por sus trabajos, y defensa de intereses de grupos exportadores.

Disertación de Carlos Heller en Naciones Unidas

Muchas gracias señora Presidenta y demás autoridades, en particular a la señora Presidenta de la Asociación Cooperativa Internacional, muchas gracias por darnos la posibilidad de participar en esta actividad.
En realidad me plantearon un título, un tema para mi intervención, vinculado a lo pequeño es hermoso, inspirado en el libro que escribió en 1974 Ernesto Federico Schumacher.

Cuando Schumacher escribió este libro lo hizo planteando ante el mundo una alerta sobre la voracidad de las grandes organizaciones y su desapego hacia los problemas cotidianos de las personas, al divorcio entre los intereses de los poderes concentrados motivados por la codicia y el bienestar de la gente. Llamó entonces a partir del concepto de "Lo pequeño es hermoso" a revindicar la pequeña escala como la posibilidad de preservar los valores humanistas que la tecnología y la civilización moderna habían conculcado.

Nosotros, desde nuestra experiencia, hemos demostrado que es posible conservar el sentido de lo pequeño y hermoso en una gran escala organizacional. No queremos y no nos gusta que se nos considere pequeños, porque no lo somos medidos en términos de participación en el sistema financiero argentino.

Primera Jornada-Debate "Horacio Giberti". La problemática agraria en la Argentina

El 6 de julio de 2011 se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” la Primera Jornada Debate “La problemática agraria en la Argentina”, organizada por la Cátedra Libre de Estudios Agrarios -Facultad de Filosofía y Letras-UBA, el Departamento e Instituto de Geografía- Facultad de Filosofía y Letras-UBA, el Centro Cultural de la Cooperación"Floreal Gorini” y el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE). Las intervenciones serán publicadas en tres entregas en Realidad Económica; esta es la primera.

Para Heller, sería una "burrada insostenible" decir que el país está "blindado" contra la crisis

El diputado nacional y presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, afirmó hoy que sería una "burrada insostenible" plantear que Argentina está "blindada" frente a la crisis mundial y subrayó la necesidad de mantenerse "en alerta" para evitar cimbronazos, por más que el país esté "mejor preparado" ahora que en 2008.

Heller remarcó que "nadie puede pensar que existen blindajes en el mundo global" y advirtió que "se generan mitos sobre los que establecen debates" en el país, como el que libran en estos días economistas liberales y ortodoxos sobre el posible impacto de la crisis internacional en Argentina.

El banquero y legislador nacional por Nuevo Encuentro aplaudió incluso el discurso de la víspera del canciller Héctor Timerman en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), donde expresó "claramente", según Heller, que "sería una tontería pensar que uno puede estar fuera de los riesgos que tiene la situación internacional".

"¿Quién dijo que Argentina estaba blindada? No encuentro una sola declaración oficial al respecto. Blindado es no tenemos que hacer nada, hagamos la plancha, eso es un burrada insostenible. ¿Quién puede estar blindado?", remarcó.

Heller, de todos modos, sí planteó que el país está "mejor preparado que en otros momentos" para capear la crisis mundial, al evaluar el contexto global en declaraciones al programa "Realidad Ampliada 2011" que se emite por la radio FM Palermo de la Capital Federal.

"No estamos indefensos, eso sí, porque existen mejores condiciones que en otros tiempos y estamos mejor preparados para enfrentar esta crisis, porque sabemos cómo actuar y tenemos políticas para hacerlo", sostuvo.

En este sentido, argumentó su postura diciendo que "esas mejores condiciones arrancan arrancan fundamentalmente con las políticas contra-cíclicas que se vienen llevando adelante y que tienen que ver con una vocación de responder regionalmente" a situaciones problemáticas.

"Estamos mejor preparados, con fortalezas que no tuvimos en otros tiempos y con la convicción de que, como pasó en 2008 y 2009, lo que hay que hacer es estar en guardia, estar en alerta y ante los primeros síntomas actuar con firmeza para revertir los efectos de la crisis", manifestó.

Además de permanecer "en alerta" frente al contexto global, Heller también destacó la importancia de avanzar en el país con las "asignaturas pendientes" del proyecto de gobierno que impulsa la presidenta Cristina Kirchner.

El banquero cooperativista, que respalda la gestión oficial y descuenta que Cristina ganará las elecciones generales del próximo domingo, dijo que "los próximos cuatro años deben servir para construir igualdad", para "mejorar la distribución del ingreso" en el país, como pregona la jefa de Estado.

"Nosotros apoyamos el rumbo y creemos que hay que continuar, pero queremos que ésto no sea una primavera en la que hemos visto un rumbo que nos entusiasma, sino que sea un proyecto que se afiance, se consolide y que vaya pudiendo concretar políticas distributivas que solucionen los problema que aún existen (en Argentina)", expresó.

En este contexto, enumeró a la pobreza, la desocupación, el trabajo informal, el déficit habitacional y la falta de cloacas, agua potable y gas natural en "importantes sectores" de la sociedad nacional como las principales "asignaturas pendientes" del proyecto oficial.

Noticias Argentinas - 19 de octubre de 2011

Quid16 - Revista del Instituto de Investigación Gino Germani (UBA)

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Es la publicación del Área de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

Es una publicación científica de periodicidad anual con arbitraje internacional. Tiene como objetivo contribuir a la divulgación de investigaciones sobre la cuestión urbana y ambiental, en un sentido amplio, referidas centralmente (aunque no exclusivamente) a problemáticas que acaecen en América Latina desde una perspectiva multidisciplinaria.

Putrefacción moral

El brutal asesinato de Muammar Khadafi a manos de una jauría de mercenarios organizados y financiados por los gobiernos “democráticos” de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña actualiza dolorosamente la vigencia de un viejo aforismo: “Socialismo o barbarie”. No sólo eso: también confirma otra tesis, ratificada una y otra vez que dice que los imperios en decadencia procuran revertir el veredicto inexorable de la historia exacerbando su agresividad y sus atropellos en medio de un clima de insoportable descomposición moral. Ocurrió con el Imperio Romano, luego con el español, más tarde con el otomano, después con el británico, el portugués y hoy está ocurriendo con el norteamericano. No otra es la conclusión que puede extraerse al mirar los numerosos videos que ilustran la forma en que se “hizo justicia” con Khadafi, algo que descalifica irreparablemente a quienes se arrogan la condición de representantes de los más elevados valores de la civilización occidental. Sobre ésta cabría recordar la respuesta que diera Mahatma Gandhi a la pregunta de un periodista, interesado en conocer la opinión del líder asiático sobre el tema: “es una buena idea”, respondió con sorna.

El imperialismo necesitaba a Khadafi muerto, lo mismo que Bin Laden. Vivos eran un peligro inmediato, porque sus declaraciones en sede judicial ya no serían tan fáciles de ocultar ante la opinión pública mundial como lo fue en el caso de Saddam Hussein. Si Khadafi hablaba podría haber hecho espectaculares revelaciones, confirmando numerosas sospechas y abonando muchas intuiciones que podrían haber sido documentadas contundentemente por el líder libio, aportando nombres de testaferros imperiales, datos de contratos, comisiones y coimas pagadas a gestores, cuentas en las cuales se depositaron los fondos y muchas cosas más. Podríamos haber sabido que fue lo que Estados Unidos le ofreció a cambio de su suicida colaboración en la “lucha contra el terrorismo”, que permitió que en Libia se torturara a los sospechosos que Washington no podía atormentar en Estados Unidos. Habríamos también sabido cuánto dinero aportó para la campaña presidencial de Sarkozy y qué obtuvo a cambio; cuáles fueron los términos del arreglo con Tony Blair y la razón por la cual hizo donativos tan generosos a la London School of Economics; cómo se organizó la trata de personas para enviar jovencitas al decrépito fauno italiano, Silvio Berlusconi, y tantas cosas más. Por eso era necesario callarlo, a como diera lugar.
El último Khadafi, el que se arroja a los brazos de los imperialistas, cometió una sucesión de errores impropios de alguien que ya venía ejerciendo el poder durante treinta años, sobre todo si se tiene en cuenta que el poder enseña. Primer error: creer en la palabra de los líderes occidentales, mafiosos de cuello blanco a los cuales jamás hay que creerles porque más allá de sus rasgos individuales –deleznables salvo alguna que otra excepción– son la personificación de un sistema intrínsecamente inmoral, corrupto e irreformable. Le hubiera venido bien a Khadafi recordar aquella sentencia del Che Guevara cuando decía que “¡no se puede confiar en el imperialismo ni un tantito así!”. Y él confió. Y al hacerlo cometió un segundo error: desarmarse. Si los canallas de la OTAN pudieron bombardear a piacere a Libia fue porque Khadafi había desarticulado su sistema de defensa antiaérea y ya no tenía misiles tierra-aire. “Ahora somos amigos”, le dijeron Bush, Obama, Blair, Aznar, Zapatero, Sarkozy y Berlusconi y él les creyó. Tercer error, olvidar que como lo recuerda Noam Chomsky, Estados Unidos sólo ataca a rivales débiles e inermes, o que los considera como tales. Por eso pudo atacar a Irak, cuando ya estaba desangrado por la guerra con Irán y largos años de bloqueo. Por eso no ataca a Cuba, porque según los propios reportes de la CIA ocupar militarmente la isla le costaría un mínimo de veinte mil muertos, precio demasiado caro para cualquier presidente.
Los imperialistas le negaron a Khadafi lo que les concedieron a los jerarcas nazis que aniquilaron a seis millones de judíos. ¿Fueron sus crímenes más monstruosos que las atrocidades de los nazis? Y el fiscal general de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, mira para otro lado cuando debería iniciar una demanda en contra del jefe de la OTAN, causante de unas 70.000 muertes de civiles libios. En una muestra de repugnante putrefacción moral la secretaria de Estado Hillary Clinton celebró con risas y una humorada la noticia del asesinato de Khadafi. (Ver http://www.youtube.com/watch?v=Fgcd1ghag5Y) Un poco más cautelosa fue la reacción del Tío Tom (el esclavo negro apatronado que piensa y actúa en función de sus amos blancos) que habita en la Casa Blanca, pero que ya hace unas semanas se había mostrado complacido por la eficacia de la metodología ensayada en Libia, la misma que advirtió podría ser aplicada a otros líderes no dispuestos a lamerle las botas al Tío Sam. Esta ocasional victoria, preludio de una infernal guerra civil que conmoverá a Libia y todo el mundo árabe en poco tiempo más, no detendrá la caída del imperio. Mientras tanto, como lo observa un agudo filósofo italiano, Domenico Losurdo, el crimen de Sirte puso en evidencia algo impensable hasta hace pocos meses: la superioridad moral de Khadafi respecto de los carniceros de Washington y Bruselas. Dijo que lucharía hasta el final, que no abandonaría a su pueblo y respetó su palabra. Con eso le basta y sobra para erguirse por encima de sus victimarios.

¿Comienza una revolución anticapitalista?

En un pasaje memorable del Manifiesto Comunista Marx y Engels sostienen que con su ascenso la burguesía desgarró sin piedad el velo ideológico que impedía que hombres y mujeres percibieran la verdadera naturaleza de sus relaciones sociales “para no dejar subsistir otro vínculo que el frío interés, el ‘pago al contado’”. El capitalismo, decían, “ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta …

En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal.” Y culminan esa sentencia diciendo que en ese mundo construido por la burguesía “todo lo sólido se disuelve en el aire; todo lo sagrado es profanado y los hombres, al fin, se ven forzados a enfrentarse, sobriamente, con sus condiciones reales de existencia y sus relaciones recíprocas.”

Varias consideraciones son pertinentes con respecto a estas palabras. En primer lugar para expresar la admiración que todavía hoy despierta esa extraordinaria capacidad de los fundadores del materialismo histórico para retratar, en unos pocos trazos, las profundas consecuencias que el ascenso de la burguesía tuvo sobre los hombres y mujeres de aquel tiempo. Segundo, para decir que el propio Marx revisaría aquella tesis cuando en el primer capítulo de su obra cumbre, El Capital, sentara los lineamientos generales de su teoría del fetichismo de la mercancía.