La relación campo-industria

El conflicto campo-industria va más allá de los precios relativos y la distribución intersectorial del ingreso. Abarca visiones conflictivas sobre la organización de la economía nacional y su inserción en la división internacional del trabajo. Por una parte, la que afirma que la economía argentina puede sostenerse sobre la producción primaria y que la industria es una anomalía en un país como el nuestro. Por la otra, que el campo es el agente del atraso y la dependencia, y que debe privilegiarse el desarrollo industrial. Las prolongadas turbulencias políticas de Argentina tienen raíces profundas también en el desencuentro histórico entre los dos sectores fundamentales de la economía nacional.

A fines del siglo XIX, cuando la producción agropecuaria argentina se integró al mercado mundial, todavía era posible sostener el crecimiento de la economía nacional sobre un solo sector. Pero esta alternativa dejó de ser posible. El aumento de la población total y la disminución de la participación de la rural por el impacto del progreso técnico sobre el empleo en el campo configuraron una realidad y una dimensión de país insostenible ya en un solo sector.

¿Exceso de ahorro o escasez de inversión?

Martin Wolf, el periodista económico keynesiano en un artículo en la edición británica del Financial Times, ha llamado la atención sobre un documento elaborado por dos economistas de la Reserva Federal de Estados Unidos, Joseph Gruber y Steven Kamin, que muestra la brecha cada vez mayor entre el ahorro de las empresas (o sus beneficios) y la inversión empresarial en la mayoría de las principales economías.

¿Qué clase de guerra es ésta?

Reflexión. En este vibrante llamado, el filósofo Etienne Balibar, especialista en racismo, caracteriza el conflicto como nómade, polimorfo y asimétrico, y exige reinstaurar la paz en la agenda política occidental.

Sí, estamos en guerra. O mejor, de ahora en adelante, todos estamos en guerra. Asestamos y recibimos golpes. Estamos de duelo, sufriendo las consecuencias de estos acontecimientos terribles, en el triste conocimiento de que sucederán otros similares. Cada una de las personas asesinadas es irreemplazable.

El legado, la herencia

El kirchnerismo culminó su gestión con una contundente suba del empleo y de los ingresos, junto a una fuerte baja del endeudamiento externo. Paralelamente, deja una coyuntura de restricción externa y déficit fiscal.

Esta economía está dirigida por una política que tiene objetivos, y que está dispuesta a hacer lo que hay que hacer para que esos objetivos se cumplan”, señaló Axel Kicillof poco antes de asumir como ministro de Economía, para luego detallar que estos objetivos serían “defender el trabajo y la mesa de los argentinos”. Fue, en rigor, una síntesis sobre los doce años de gestión económica kirchnerista, donde todas las variables de la economía debieron subordinarse a estos dos grandes objetivos, el empleo y los ingresos (salarios, jubilaciones, planes sociales).

Latinoamérica en Medellín

Esa ciudad clavada en un valle verde, de norte a sur, a mil quinientos metros de altura, está en el centro de América latina. En sus barrios populares, colgados de numerosas laderas montañosas, brilla el colorido de su presente y su historia. Pero además, una fuerza centrípeta nos lleva hasta allí, pues fue sede de la VII Conferencia de Ciencias Sociales de CLACSO, un evento académico de potencia global.

“Puede ser el peor escenario”

El economista argentino Martín Guzmán trabaja hace varios años junto a Joseph Stiglitz en la Universidad de Columbia. Sus proyectos están enfocados en el desarrollo de modelos macroeconómicos alternativos a la fallida teoría dominante para explicar las crisis. Recientemente encabezaron el grupo de académicos que acompañó los nueve principios antibuitres impulsados por Argentina y del G-77 más China en Naciones Unidas. Tras acompañar a Stiglitz durante la entrevista exclusiva que ayer publicó Página/12, Guzmán conversó con este diario sobre las alternativas que tiene Argentina por delante, y sobre la conveniencia o no de buscar competitividad por medio de una fuerte devaluación.

Fuertes repercusiones por un editorial de LA NACION

El editorial de hoy de LA NACION publicado con el título "No más venganza", de amplia repercusión en la opinión pública y en las redes sociales, suscitó numerosas críticas, tanto en ámbitos políticos como en distintos medios periodísticos. Entre estos últimos está buena parte del propio staff del diario, cuya Asamblea de Trabajadores promovió una declaración y la foto que aquí se publica.

En ejercicio de la libertad de expresión que caracteriza a LA NACION, periodistas de este medio se manifestaron, por medio de las redes sociales y en la propia redacción, su disidencia con el contenido del editorial para dejar en claro su posición. Las notas editoriales de LA NACION representan exclusivamente la posición editorial del diario, por lo que no expresan la posición de sus periodistas ni de los integrantes de otras áreas de la empresa.

Todos con el culo en la pared

Perdón por el exabrupto popular. Machista y políticamente incorrecto. Lo admito. Por eso, recalculo (disculpas, otra vez): partamos, antes que nada, con la satisfacción de que estemos celebrando una nueva elección en plena democracia. Bien por nosotros. Nada ni nadie nos va a bajar de la convicción de que por acá, por estos imperfectos pero perfectibles medios y estos saludables fines, pasa nuestra posibilidad de construir una sociedad en unión y libertad. El que gana gobierna y el que pierde se la banca.